La guía definitiva del pensamiento mágico-pendejo

Ago 12, 2018

Tú quieres una vida feliz y plena. Ellos quieren tu dinero. El pensamiento mágico-pendejo vende sensaciones bonitas y fabricación de sueños. Lo que necesitas es trabajarle duro.

La guía definitiva del pensamiento mágico-pendejo

El actor y director Odin Dupeyron se convirtió en mi héroe cuando, en un programa de televisión, acuñó el término «pensamiento mágico-pendejo». Logró englobar en un solo término toda una cultura (si es que se le pudiera llamar así) que invade a nuestra sociedad, una cultura de la autoayuda que se caracteriza por ser frívola, falaz y superficial, que genera muchas ventas pero que apacigua a pocas almas atormentadas.  

Esta cultura del pensamiento mágico-pendejo se manifiesta de muchas formas pero tiene algunas constantes: la primera es que apela a las emociones del individuo; busca motivarlo, busca hacerlo sentir bien, que crea que sí puede, que siente que se empodera, que cuando termine el libro de Kiyosaki o concluya el seminario de Deepak Chopra salga a la calle motivado a partírsela. Pero una emoción es eso, una emoción, y tiene fecha de caducidad. Las emociones duran poco, el sujeto no puede estar en éxtasis por un largo periodo de tiempo, de lo contrario terminaría agotado (porque la emoción implica un gasto de energía). Un estado de éxtasis donde el sujeto cree que lo puede todo también lo puede orillar a cometer actos irracionales, ya que en realidad no lo puede todo.

La segunda es que se trata de una filosofía muy superficial. No tienes que entender mucho, no tienes que pensar, vaya. En esta cultura las estrategias y hojas de ruta suelen brillar por su ausencia y, cuando existen, quedan supeditadas a las emociones, al sentimiento de que uno lo puede todo, que basta con cambiar la actitud, con enfocarse, con centrar la atención. Así, la gente no se tiene que preocupar por cultivarse, por tratar de entender cómo funciona el mundo. Lo importante es dejarse llevar, abrirse, no cuestionar (porque dentro de la racionalización, dicen algunos, se podría esconder una suerte de pesimismo), vivirlo. Lo importante no es planear la hoja de ruta para llegar al destino sino jugar con las emociones internas. ¿No estás feliz? ¡cambia el chip! ¡sonríe!

Por medio de la emoción y la motivación, el individuo siente que el método sí le está sirviendo. Esa es una de las razones de su éxito económico aunque sirva más bien para poco. No puedo negar que es grato ese sentimiento de poderte «comer al mundo», pero una cosa es sentir que lo puedes hacer y otra cosa es hacerlo. 

Este pensamiento mágico-pendejo es fácil de desmontar: es un pensamiento pseudocientífico que puede tener un carácter materialista, o bien, puede apelar a algunas cuestiones espirituales pero deformadas de tal forma que encajen del producto que se desea vender. 

 

1.- La actitud positiva es bonita, pero es un sesgo cognitivo

Hace unas semanas escribí sobre el mito del vaso medio lleno y el vaso medio vacío, donde explicaba que un vaso a la mitad percibido de una de estas dos formas es un sesgo cognitivo ya que no se apega a la realidad. 

El mito de la actitud positiva es una constante dentro de la cultura del pensamiento mágico pendejo, pero ésta es tan solo una distorsión de la realidad. Pero ¿qué es la actitud positiva? 

Tomemos como referencia a dos personas que tienen el reto de cortejar a una mujer. Juan se siente inseguro y tiene miedo, se la piensa dos veces. Pedro, en tanto, se siente fascinado con la idea. Pero ¿es una cuestión de actitud? Yo lo pondría seriamente en duda. La inseguridad como tal (y como nos lo han querido vender) no es un defecto, tiene una función muy clara dentro de nuestra psique y dentro de la adaptabilidad del individuo al entorno. 

Juan no se la piensa dos veces porque tenga una «actitud negativa», sino porque no tiene las habilidades suficientes para sentirse seguro a la hora de abordar a una persona del sexo opuesto y tiene que ser precavido: dichas habilidades solo se pueden adquirir con la experiencia. En todo caso, tendríamos que hablar de proactividad: es decir, que Juan, a pesar de su natural inseguridad, va, lo intenta, se enfrenta a sus miedos, asume la posibilidad de fracasar y sabe que es parte del proceso. Al final, el fracaso es una experiencia, y el fracaso juega un papel determinante a la hora de construir las habilidades que Juan necesita para abordar a una mujer. Si Juan se mentaliza y piensa que va a tener éxito nada más está sesgando la realidad y es posible que, en dado caso de que fracase, ante las altas expectativas que se hizo, se frustre. En cambio, si él piensa que necesita adquirir la experiencia entonces asumirá el fracaso con más naturalidad. No asumirá el fracaso como una derrota o una vergüenza, sino como parte de la experiencia necesaria. 

A mi padre pobre nunca se le ocurrió vender un libro que se llamara Padre Rico Padre Pobre, y por eso es pobre – Robert Kiyosaki

A Pedro se le ve muy relajado, pero no es su «chip mental» lo que hace que se le facilite el trabajo. Lo que sucede es que él ya tiene experiencia abordando mujeres. Pedro, en algún momento de su vida, estuvo en el lugar en el que Juan estuvo, pero fue adquiriendo la experiencia de forma progresiva hasta el punto en que ya le parece un mero trámite. 

Pero en la era de la inmediatez y la poca tolerancia a la frustración hablar de «actitud positiva» se vende más fácil que la idea de que el individuo requiere adquirir habilidades y para lo cual se necesita tiempo. Dichas habilidades solo llegan afrontando el fracaso y desarrollando un autoconocimiento personal que tiene que irse trabajando como un músculo (y que, en algunos casos, necesitará apoyarse en alguna terapia psicológica, o incluso en la medicación en dado caso que algún trastorno aqueje al individuo).

Con esto no pretendo negar la necesidad de automotivación, de visualizar las cosas buenas que se podrían esperar si se intenta para que sirva como motor que motive al individuo. Pero se tiene que hacer con base en la realidad, que el individuo sepa que no necesariamente va a obtener lo que desea a la primera; debe saber que es probable que fracase y, que si lo hace, no tiene nada de malo. Por el contrario, habrá adquirido más experiencia. 

2.- La falacia del «sé tú mismo». 

Este concepto va muy en sintonía con el primero. El «sé tú mismo» implica que, basta con una actitud positiva, con suprimir los miedos y las inseguridades (lo cual es técnicamente imposible) para mostrar esa «personalidad natural» que agradará a todo mundo y que logrará que obtengas lo que quieras. Pareciera asumirse que todos tenemos una personalidad innata (una suerte de Brad Pitt en potencia) que está oculta tras los miedos, los complejos y la actitud negativa del individuo.

Pero la personalidad no es innata. El único rasgo que incide en la personalidad y es innato (tiene orígenes genéticos) es el temperamento, todo lo demás es una construcción. El individuo construye su personalidad con el tiempo, ésta se moldea y se desarrolla con la experiencia, la educación recibida y las vivencias. Dicho esto, el «tú mismo» de una persona insegura y timorata no es ese «Brad Pitt en potencia» sino aquella persona insegura y timorata como tal.

Los planetas no se alinearon, pero sí se alineó el dinero en mi cuenta bancaria – Paulo Coelho

El sé tú mismo funciona porque, de nuevo, implica que basta la mentalidad y la actitud para obtener resultados diferentes. El pensamiento mágico-pendejo tiende a rechazar los sentimientos negativos como el miedo o la frustración ya que, dicen, no dejan que ese sé tú mismo en potencia se manifieste. Pero esos sentimientos no son una enfermedad, tienen una función, y hay que asumirlos y entenderlos para poder autoconocerse. De lo contrario, se caería en el riesgo de terminar siendo presa de ellos (lo cual sí es un problema). 

La realidad es que tú eres tú mismo, incluso las «máscaras» y la forma en que te adaptas a cada entorno social hablan de quien eres tú mismo, la forma en que ocultas algunos rasgos de tu personalidad para poder adaptarte a cierto entorno también hablan de quién eres (hasta la gente de la que decimos que es más auténtica lo hace). En este sentido, una persona auténtica no es más que una persona que ha desarrollado las habilidades necesarias para desenvolverse en diversas circunstancias. 

3.- ¿En verdad eres único, especial y la vida tiene un tesoro para ti?

Esto lo he escuchado y leído un millón de veces dentro de la cultura del pensamiento mágico-pendejo. Pero veamos.

¿Eres único? Bueno, técnicamente eres único e irrepetible porque no hay algún ser humano que sea exactamente igual al otro. Pero eres único e irrepetible en un mundo donde hay más de seis billones de personas únicas e irrepetibles cuyas conductas y formas de pensar no suelen ser «únicas e irrepetibles» sino que están condicionadas por el entorno y la cultura donde se encuentran.

¿Eres especial? Si un libro de autoayuda le dice a todos sus lectores que son especiales está mintiendo. Ser especial implica ser parte de una minoría que sobresale de cualquier forma de los demás, y estadísticamente, lo más probable es que no lo seas. Además, el concepto puede ser relativo. Seguramente eres especial para tu novia o para tu mejor amigo, pero para muchas otras personas eres una persona irrelevante, incluso algunos te visualizan como un número o una estadística.

Si lo deseas se te dará, pero solo la mitad. Para la otra mitad necesitas comprar la versión premium – El Secreto.

¿La vida tiene un tesoro para ti? Primero tenemos que definir qué es la vida. La forma más fácil de definirla tal vez sea la existencia, es decir, el tiempo que pasa entre que un individuo nace y muere; esa es su vida, y todo lo que se narre sobre su vida ocurre en ese lapso. La vida vista así, es una suerte de manifestación que está dada gracias a procesos físicos y químicos adscritos a las leyes de la física (o la existencia de un alma, desde un punto de vista religioso). La vida es una manifestación, no es un ente, no tiene una esencia (quien la tiene es el ser vivo). La vida no existe, la vida es el acto de existir, por tanto la vida como tal no tiene consciencia y, por tanto, la vida no puede «tenerte ningún tesoro».

¿Y cómo sabes que tiene un tesoro para ti? A muchas personas les va mal, algunos mueren de cáncer, otros viven en la pobreza extrema, a otros los mandan a la guerra y son asesinados. ¿Qué tesoro tenía para ellos? ¿Por qué crees que tú eres lo suficientemente especial como para que la vida te tenga algo? ¿No será que eso que llamas tesoro no es algo que se busca sino algo que se construye a través del esfuerzo, la disciplina y el autoconocimiento?

4.- Los decretos y los secretos

La ley de la atracción es otro de los mitos del pensamiento mágico-pendejo, dice que si deseas algo realmente se te dará, que si tienes pensamientos «positivos» atraerás cosas positivas y si tienes pensamientos «negativos» atraerás cosas negativas. 

Empiezo por lo primero: ciertamente, es más probable que obtengas algo si lo deseas que si no lo deseas, pero no es algo que ocurra de forma mágica como asegura la ley de la atracción. Es tan simple: si deseas algo, es más probable que inviertas un mayor esfuerzo para alcanzarlo que si no lo deseas (porque entonces no te importa). Pero la ley de la atracción sugiere que te enfoques, que lo desees con todo para que se te dé. Pero eso es a todas luces insuficiente. No basta con desearlo, es necesaria una gran dosis de esfuerzo, disciplina, y una estrategia adecuada para llegar al objetivo. 

Lo segundo es algo ambiguo. Para empezar ¿qué es un pensamiento positivo y un pensamiento negativo? Como dijimos, ambos son sesgos cognitivos. Más bien diferenciemos entre aquellos que tienen confianza en obtener algo y aquellos que no tienen confianza en obtenerlo. Recordemos que, como mencioné allá arriba, la confianza personal está determinada por las habilidades y el autoconocimiento. Naturalmente, una persona con poca confianza va a atraer menos cosas, pero no es algo mágico ni metafísico, sino de una sencilla lógica, porque quien tiene menos habilidades puede hacer menos cosas, y generalmente la gente más atractiva suele ser la quien demuestra una mayor capacidad y autoconocimiento. Volvemos al mismo punto, no se trata de ser positivo o negativo, se trata de desarrollarme como ser humano, desarrollar las habilidades que necesito y conocerme a mí mismo. 

Pero la ley de la atracción no lo vende así, sino como una suerte de fenómeno metafísico (en el sentido charlatán de la palabra) en el cual los pensamientos son energías que se rebelan ante las leyes de la física. Por ejemplo, en el partido de México del Mundial de Futbol, un sujeto dijo: «chale, creo que nos van a empatar, no, mejor cállate, estás decretando cosas». Ea realidad los únicos que pueden verse afectados por los pensamientos son los propios futbolistas. Si tienen poca confianza de que van a ganar el partido, posiblemente eso se vea reflejado en el marcador porque esa poca confianza terminará afectando su desempeño, si son «muy positivos» entonces corren el riesgo de caer en el exceso de confianza y obtengan resultados similares. Pero lo que piense el aficionado que está frente al televisor en el otro lado del mundo naturalmente no va a tener alguna incidencia. Esta teoría suele estar tan arraigada que cuando coincide lo que el sujeto pensó a lo que ocurrió, dirá que estaba en lo cierto, pero no es nada más que un sesgo de profecía autocumplida

5.- La ley de la causalidad

Otra falacia del pensamiento mágico-pendejo, y que considero muy nocivo para la psique,  es que todo lo que nos ocurre es producto de nosotros, las circunstancias y la suerte son para los perdedores. La realidad es que las circunstancias y la suerte, en cierta medida, sí juegan un papel. 

La ley de la causalidad vende porque al individuo se le cuenta la idea de que es todopoderoso, que él tiene el control absoluto de las cosas. En realidad, estamos hablando de otro sesgo cognitivo llamado la teoría del mundo justo. El individuo, al creer tener el control de todo, piensa que quien hace las cosas bien y se comporta como debe hacerlo atraerá cosas buenas, en tanto quien se porta mal y quien no sigue las reglas atraerá cosas malas. Por eso es que las personas que creen en esta ley suelen repetir hasta el cansancio que el pobre es pobre porque quiere (porque asume erróneamente que todos los pobres son flojos). 

Pero, como dije en un artículo anterior, a las personas buenas les puede ocurrir cosas malas y a las personas malas les puede ocurrir cosas buenas. No todo lo malo que te pasa es tu culpa porque la realidad es que no siempre tienes el control de todas las variables que están en juego. Se puede ser excelente, mas no perfecto. 

Este pensamiento también niega el fracaso como motor de crecimiento. Imagina que le decimos a Juan (nuestro amigo que es malo para abordar a una mujer) que lo batearon «por su culpa». Se va a sentir muy frustrado y posiblemente piense que es un imbécil. Pero si el entiende que el fracaso es un aprendizaje, que aunque sea Brad Pitt no todas las mujeres van a aceptar salir con él, entonces afrontará el fracaso de una forma más productiva. 

6.- La misma gata de Schrödinger pero revolcada

Otra de las prácticas comunes del pensamiento mágico-pendejo es su proclividad por usar a la ciencia, la filosofía y demás ramas del pensamiento de tal forma que termina creando una charlatanería. La física cuántica es un gran ejemplo de ello:

La física cuántica les funciona porque, como opera de una forma muy diferente a las leyes de la física tradicional a las que estamos acostumbrados, suele causar cierto asombro y misterio. Debido a este halo misterioso es que el pensamiento mágico-pendejo saca provecho y la malinterpreta para fundamentar la ley de la atracción

Por otro lado, el pensamiento mágico-pendejo a veces muestra una faceta cuasi-religiosa. Si interpretamos los textos bíblicos de forma literal, la gran mayoría vamos a deducir que mucho de lo que se dice ahí es falso, pero si la interpretamos de forma metafórica podremos ver que dentro de ella hay toda una filosofía que contiene principios y valores que rigen la vida de muchos creyentes (y, de forma indirecta, de muchos no creyentes ya que gran parte del pensamiento occidental tiene raíces cristianas).  Pareciera que el pensamiento mágico-pendejo intentara hacer algo parecido cuando dice «si lo deseas, los planetas se van a alinear y el universo va a conspirar para que ocurra». Pero, a diferencia de las religiones, el pensamiento mágico-pendejo carece de contenido y no tiene sustancia alguna, no tiene ni una enseñanza ni un principio dentro de sus metáforas (y si es que lo son, porque veo que muchas veces se interpretan literalmente o se enseñan así). Tan sólo son un producto de consumo disfrazados de una supuesta filosofía que no tiene fondo pero que le ha permitido a Paulo Coelho vender muchos libros. 

Conclusión

El pensamiento mágico-pendejo no sólo es estéril, también puede llegar a ser nocivo porque está planteado sobre una base falaz (y estás tirando tu dinero). Al final, es un producto de consumo que vende bien porque no implica mucho esfuerzo absorberlo y porque es muy fácil de entender. 

El pensamiento mágico-pendejo poco te hablará del autoconocimiento, del esfuerzo, de la disciplina y del desarrollo de una estrategia, porque esos términos no venden mucho y pueden tener una connotación negativa como herramienta de ventas. Los creyentes de esta cultura seguramente dirán que soy «negativo», pero nada más fuera de la realidad. Si denuncio estas corrientes de pensamiento es para que la gente sepa que hay otras formas mucho más eficientes para que logren tener una vida plena, pero cuestan más trabajo. Siento decir que la vida no es fácil (aunque en eso reside su atractivo, ya que si fuera fácil sería indudablemente aburrida). Para conocerse a sí mismo y adquirir las herramientas necesarias se necesita esfuerzo y paciencia (porque no se obtienen al instante), es necesario cultivarse intelectualmente (también implica esfuerzo y tiempo) y razonar. La humildad es necesaria para asumirse como un ser humano imperfecto y que no siempre vamos a tener lo que queremos. Incluso para quienes son religiosos, las religiones, bien profesadas, son mucho más útiles que esta cultura light de consumo para tener una mejor calidad de vida a través de la espiritualidad.

Esto no implica que toda la autoayuda sea mala, ni que todos los seminarios lo sean, pero sí es mucha la literatura que vende humo. Hace no mucho, aquí recomendé una lista de libros de autoayuda que considero sí valen la pena

Cuando te hablen de Paulo Coelho, Robert Kiyosaki, Deepak Chopra, y «gurús» similares, huye. Tal vez no sea el más indicado para decirte como tener una vida plena ya que no soy psicólogo ni especialista. Lo que sé, por experiencia propia de vida, es que todo lo valioso cuesta, cuesta tropezarse varias veces, frustrarse, cuesta abrir la mente, confrontar las ideas propias y la forma de pensar. Por eso es valioso, porque no es gratis, porque es producto de un increíble esfuerzo, y eso ningún gurú de la autoayuda te lo va a dar.