La oposición como ausencia

Ago 17, 2020

El gobierno de AMLO está cerca de llegar a sus dos primeros años, la elección del 2021 es en menos de un año y la oposición política solo brilla por su ausencia: carece de liderazgo y autocrítica.

La oposición como ausencia

Poco queda para que el gobierno de López Obrador cumpla dos años.

¿Saben qué es muy triste? Que a estas alturas no hay ninguna oposición política.

Sí, hay algunos movimientos allá afuera como FRENA que ha logrado convocar a una cantidad no despreciable de gente. Sin embargo, no parece ser capaz de avanzar más allá de donde está (posiblemente por el polémico y demagogo perfil de quien lo dirige) y trascender.

Sí, hay algunos ciudadanos, académicos y demás personas que hacen activismo para contrarrestar el vendaval de la 4T, como aquellos que lucharon para evitar que el gobierno cooptara el INE. Pero no hay una articulación para que a partir de ahí se forme un fuerte contrapeso.

Pero si en la ciudadanía pueden verse algunas luces (y no son muchas), en el ámbito de la política las tinieblas abundan.

Es evidente que los partidos no aprendieron la lección ni reflexionaron. A casi dos años siguen como noqueados sin entender qué pasó, y posiblemente no logren ni estén dispuestos a hacer ese esfuerzo.

Miren la encuesta de Reforma. Cuando se le pregunta a la ciudadanía que líder podría fungir como contrapeso frente a López Obrador, el primer lugar es Ricardo Anaya.

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Fuente: Diario Reforma. 17/08/2020

¿Y qué con eso?

Bueno, Ricardo Anaya prácticamente ha estado fuera de la escena pública desde 2018. Que el principal «referente» sea alguien que no ha tenido participación ni exposición alguna habla de la ausencia de liderazgos políticos de oposición.

El problema es que si los opositores quieren pensar en 2021, sin líderes simplemente no la van a armar.

Ciertamente, AMLO ha perdido popularidad comparado con el 2018, pero sigue por arriba del 50% y desde marzo se ha mantenido estable (incluso la aumentó el último mes).

Encuesta Mitofsky – El Economista

Esto es una mala noticia, porque si AMLO mantiene su popularidad en el 2021 y los partidos de oposición no son capaces de mostrarse como una opción que realmente valga la pena, entonces van a sufrir una amarga derrota. Cierto es que no pocos saldrán a votar por lo que sea con tal de votar contra MORENA, pero muchos otros se quedarán en sus casas decepcionados de todos los partidos políticos.

Este escenario le conviene a López Obrador, y tan le conviene que el show mediático de Emilio Lozoya está orientado en este sentido: en desacreditar a una oposición para que sean los menos los que voten por ellos.

El tiempo se le está acabando a los partidos de oposición y pareciera que el sentimiento de urgencia brilla por su ausencia. Tienen menos de un año para reorganizarse y mostrarse como una opción presentable, pero si no hay autocrítica por su parte, si no hay una profunda reflexión como la que han postergado en estos dos años, el 2021 va a ser catastrófico para ellos.