Los taxistas tradicionales contra Uber. Privilegios contra progreso

Feb 22, 2015

En México, asociamos la palabra taxi con inseguridad, precios altos, mal servicio y hasta con intereses y corrupción. No es que al subirte a alguno de ellos te vayan necesariamente a asaltar, pero es que es difícil esperar una buena calidad de servicio porque los taxistas no están motivados a ello. Su única motivación es sacar la mayor cantidad de dinero posible: Desde procurar tener el mayor número de viajes posible, hasta cobrar de más, ya sea porque no sirve el taxímetro, o porque éste fue manipulado deliberadamente. No se trata de señalar a los taxistas como los malos de la película, más bien es el modelo el cual permite que se comporten así. Un modelo que debe de cambiar.

Los taxistas tradicionales contra Uber. Privilegios contra progreso

Si eres una mujer, lo recomendable es que te subas al asiento de atrás (no vaya a ser). Los taxis están mal cuidados: –Seño, nada más cuidado con el asiento porque se mueve mucho. A veces los taxistas le ponen un aroma muy desagradable para que «la unidad huela bonita» (al tiempo en que se olviden proteger sus axilas del mal olor), nosotros los usuarios tenemos que regatear la tarifa: –Mire, es que el taxímetro no sirve, y pos no se puede arreglar. No, no niego que haya buenos taxistas, pero el esquema en el que operan no les obliga a prestar un buen servicio. Si quieres desplazarte rápido (ya sea que no tengas carro, esté en el taller, quieras ser un bebedor responsable para evitar el torito entre otras razones) no te queda de otra más que pedir un taxi, y la suerte decidirá el servicio que tengas. Si el taxista te tira la onda, si huele mal, si te agrede, difícilmente podrás hacer algo.

Bajo esta realidad se entiende que servicios como Uber afecten los intereses de los taxistas. El esquema de Uber, que no solamente viene a reemplazar a los taxis (no es su prioridad), sino que busca desincentivar el uso del automóvil privado, está muy orientado al buen servicio y está blindado contra tranzas, chantajes y asaltos por parte del conductor. Uber representa una revolución en cuanto a transporte se refiere, gracias a que este esquema de negocio ha sabido echar mano de los avances tecnológicos.

Basta con bajar la App, vincular una tarjeta de débito o crédito, y solicitar el coche por medio de ésta (que llegará más rápido que un taxi de sitio), Un automóvil privado pasará por ti, el chofer te dará una botella de agua gratis, y al llegar al destino sabrás cuanto debes de pagar (el costo se determina mediante el tiempo y la distancia recorrida medida por un gps, lo cual cancela cualquier posibilidad de que el conductor pueda cobrar de más). Al final, la App te pedirá calificar al conductor. Si tuviste mal trato, éste taxista recibirá malas calificaciones que podrán derivar en la pérdida de su empleo (en caso de que sea reincidente). Entonces todos los conductores procurarán darte un muy buen servicio.

El costo depende del tipo del automóvil, pero en el caso de la opción más económica, el Uber X, el costo podrá llegar a ser menor que un taxi que cobra a precio estándar, y siendo éste el más económico el servicio sigue siendo mucho mejor que el de un taxi normal.

Los taxistas naturalmente no quieren perder sus privilegios. Creen que el gobierno se debe de encargar de defender «sus derechos», pero en realidad un gobierno debe de velar por los ciudadanos, y la realidad es que los ciudadanos prefieren Uber a un taxi; la realidad es que prefieren viajar seguros y cómodos a viajar temiendo que el taxi sea pirata, sean asaltados, o les cobren de más.

Pero entiende Cerebro, los taxistas tienen familias, tienen bocas que alimentar, el gobierno debe de protegerlos – Mi estimado Don Síndico Prisciliano, el gobierno no debe de proteger a quienes no sólo no pueden, sino a quienes no están dispuestos a competir o a ofrecer un mejor servicio. Yo como emprendedor, debo satisfacer las necesidades de mis clientes; si no lo hago, me muero de hambre y a mí nadie me salva. ¿Por qué el gobierno debe de salvaguardar los intereses de unos taxistas que no quieren mejorar y no el mío?

El Gobierno (pongo los casos del Distrito Federal y Jalisco, pero aplica para muchos lugares) trata de ponerse del lado de los taxistas, porque significan votos y porque son cotos de interés donde los gobernantes tienen metidas las manos. Los taxistas quieren mostrarse como víctimas de la malévola empresa cuando ellos quieren seguir ofreciendo un servicio mediocre:

-Vengo aquí a defender a ustedes nobles taxistas de la malévola empresa imperialista de Uber que atenta contra los intereses del pueblo (no mencionar que la mayoría del «pueblo» prefiere Uber). Nuestro gobierno se preocupa por la gente honesta y trabajadora como ustedes (no hablar de los taxis piratas, ni los que cobran de más, ni los que ofrecen un pésimo servicio) y nosotros nos la vamos a rajar por el pueblo, por esos nobles conductores que forman parte ya de la historia de nuestra ciudad, que han movido a la sociedad (procurar derramar una falsa lágrima y hacer énfasis en el párrafo final, recordar que hay elecciones en junio). Si ustedes confían en nosotros, los defenderemos (es decir, si votan por nosotros, defenderemos sus intereses de los intereses de todos los ciudadanos)

Posiblemente los taxis tal y como los conocemos hoy están destinados a morir, tal vez falte mucho tiempo para que ocurra, pero creo que el proceso se ha iniciado. En algunos casos los taxistas han logrado correr a Uber como sucedió en el caso de España, pero este tipo de resistencia no será definitivo. Esta transición tardará tiempo porque Uber solamente es usado por personas que poseen un smartphone de media o alta gama, pero el primer paso está dado.

Uber

En mi caso, he dejado de utilizar taxis tanto en mi ciudad (Guadalajara) como en el Distrito Federal. Uber viene bien, no tanto por la competencia frente a los taxis, sino porque en algún momento desincentivará el uso de automóviles privados y se podrá complementar con otro tipo de transportes alternativos (como la bicicleta por ejemplo), incluso su apuesta es en un futuro usar automóviles que se conduzcan solos (tecnología ya en fases avanzadas de desarrollo). Uber ha empezado a romper paradigmas en el caso del transporte, y posiblemente en algún tiempo, la forma en que nos movemos sea diferente a la actual.

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