Si la estrategia del combate al narco hubiera sido bien organizada desde un principio, y no se hubiera utilizado ese recurso con motivos propagandísticos, la lucha, al menos no estaría tan mal como está ocurriendo ahora. Porque es una estupidez vestirse de militar y gritarlo a los 4 cielos en lugar de utilizar eficientemente los servicios de inteligencia y rastrear las cuentas.
Ojalá con este suceso, el presidente se replanteé y nuestros organismos de seguridad se replanteén la forma en que atacan al narcotráfico; y por otra parte que los estadounidenses apoyen tomando medidas dentro de su país, y no con mafufadas como el plan Mérida. Y de una vez que también Ebrard y sus elementos tomen unas clases de seguridad, porque los perredistas también han mostrado ser demasiado torpes en esta cuestión.
Lo bueno de todo es que se hizo justicia en Colombia, y se liberó a Ingrid Betancourt después de 6 años de ser prisionera de este vergonzoso movimiento terro-narco-comunista como lo son las FARC.