Nietzsche, The Joker, el Chat GPT y los recovecos de la inteligencia artificial

Feb 2, 2023

La aparición de Chat GPT, MidJourney o aplicaciones como Lensa han cimbrado la opinión pública y han marcado un punto de inflexión en el desarrollo tecnológico de la especie humana.

Nietzsche: ¡Bienvenido al estudio, Joker! Es un placer tenerte aquí.

The Joker (interpretado por Joaquin Phoenix): Gracias, es un honor para mí estar aquí.

Nietzsche: Quería hablar contigo sobre tu filosofía detrás de tus acciones. ¿Podrías describírmelas?

Joker: Claro, en última instancia, mi trabajo es cuestionar el sistema y la sociedad en la que vivimos. Creo que la gente está conforme con su vida monótona y necesitan un choque para despertar.

Nietzsche: Entiendo, pero tus acciones son violentas y perjudican a muchas personas inocentes. ¿No crees que eso va en contra de tus objetivos?

Joker: La violencia es necesaria para llamar la atención y hacer que la gente piense. Además, creo que la vida en sí misma es violenta y cruel.

Nietzsche: Sí, he escrito mucho sobre la vida como lucha y la lucha por la existencia. Pero también he escrito sobre la importancia de la creatividad y la autodeterminación en la vida.

Joker: Exacto, y eso es precisamente lo que estoy haciendo. Estoy creando algo nuevo y desafiando la sociedad a través de mis acciones.

Nietzsche: Pero ¿no crees que hay otras formas de desafiar la sociedad y cuestionar el sistema sin causar tanto sufrimiento y dolor?

Joker: Claro, pero la gente no escucha a la gente que habla suavemente. La gente necesita una sacudida, un golpe en la cara para despertarse.

Nietzsche: Entiendo tu punto de vista, pero creo que la verdadera transformación social solo puede lograrse a través de la autodeterminación y la creatividad, no a través de la violencia y el miedo.

Joker: Eso es muy idealista, pero respeto tu opinión. Al final, cada uno debe encontrar su propio camino para hacer un cambio y cuestionar el sistema.

La conversación que acabas de leer fue generada por Chat GPT 3, un proyecto de OpenAI que tiene 175 mil millones de parámetros de machine learning y que fue entrenado con cantidades enormes de texto. La imagen que le acompaña por otra tecnología de OpenAI llamada Dall-E que también está entrenada con un montón de información y que genera imágenes con base al texto que le envíes. En este caso escribí «Nietzsche interpretando al Joker». No es un dibujo tomado de Internet (aunque parezca uno real), es una ilustración generada por máquinas en la que no intervino ningún ser humano.

Estas nuevas tecnologías están sacudiendo a la opinión pública. Chat GPT 3 ganó más de un millón de suscriptores en apenas cinco días (cosa que ninguna red social puede presumir al día de hoy) y por ahí algún periodista tuvo la osadía de decir que se trata del invento más importante desde la rueda (algo exagerada en mi opinión pero que explica el impacto social que la inteligencia artificial está generando).

No es que la Inteligencia Artificial (IA) sea algo nuevo, de hecho nació en 1956 como disciplina científica. Esta existe desde hace varias décadas y, de hecho, ya pululaba de forma un tanto más discreta en la cotidianeidad (aplicaciones y demás) desde hace ya unos años. Las redes neuronales, como las conocemos hoy, tienen algo más de 5 años pero su génesis e historia se remonta a bastante tiempo atrás.

La cuestión es que en estos meses el desarrollo de la IA ha marcado un punto de inflexión de tal forma que ha comenzado a entrar de forma agresiva en nuestro mundo cotidiano amenazando con revolverlo todo. Las redes sociales, que tienen ya casi dos décadas en nuestras vidas, no han terminado de sacudir el entramado social en el que nos desempeñamos: todavía no sabemos bien cómo utilizarlas, todavía no nos acostumbramos a la revolución en cuanto a canales de comunicación se refiere y se publican cada vez más papers que tratan de explicar su relación con la polarización política. Pero las redes sociales son un tema menor si lo comparamos con la IA.

Y es que si estamos viendo un punto de inflexión, no hemos ni de lejos llegado al punto más álgido. Esto apenas comienza. Estos son los primeros «pininos» de lo que viene. El Machine Learning se volverá más sofisticado y la potencia computacional se incrementa ridículamente (amén de las computadoras cuánticas mucho más potentes que serán más relevantes al pasar el tiempo) de tal forma que la IA tendrá un alcance muchísimo mayor.

Le pasé a Dall – E el nombre de mi blog y me entregó esto. Totalmente generado por la IA.

Lo previsible es que este tipo de tecnologías generen emoción y, a la vez, mucha incertidumbre. ¿Qué empleos van a desaparecer? Dicen que Chat GPT acabará con los copywriters mientras que MidJourney o Dall-E «echará a la calle» a los artistas digitales. No lo sabemos a ciencia cierta, es posible que eso ocurra o es posible que más bien potencie y lleve a otro nivel el desempeño de estos profesionales. Es cierto que si a Chat GPT le pido escribir un post para Facebook me lo escribe de forma bastante decente, pero todavía no tienen ese factor humano para comprender los contextos (por más le diga que es un post de una empresa exportadora dirigida a gerentes generales). Tal vez algún copywriter use esta tecnología para ahorrarse la parte más «talachera» a la hora de escribir contenidos para que él luego se encargue de contextualizarlo y ese tiempo ahorrado le sirva para llevar a cabo actividades creativas que ayude a potenciar su trabajo.

Algo parecido puede ocurrir con los artistas digitales. Ciertamente, MidJourney es capaz de crear cosas visualmente impresionantes, y si yo fuera un ilustrador digital una parte de mí se sentiría amenazada.

Pero también es posible que un artista digital podría ayudarse de estas herramientas para llevar a cabo sus obras, obtener bocetos o ideas a partir de peticiones a la IA para después echar a volar su creatividad. No es que me parezca ilegítimo que los copywriters o los ilustradores se preocupen, es sano y normal. Solo que, a estas alturas, no sé si la IA sea capaz de sustituir la parte más creativa.

Para quienes estamos cercanos del ámbito de la programación la herramienta es más interesante que amenazante porque nos hace la vida más fácil en muchos sentidos. Si tenemos problemas para resolver algún problema, uno le pregunta a Chat GPT y, en muchas ocasiones, nos da la respuesta indicada. Aún así, la herramienta se encuentra muy lejos de sustituir a los programadores y desarrolladores y tal vez pasen décadas para ello, pero esto no significa que Chat GPT no pueda presumir de una gran potencia en el terreno de las ciencias exactas. Es más, puede llevar a cabo de forma muy decente y asombrosa peticiones random que incluya código y filosofía como «explícame el utilitarismo de Bentham en Python»

Claro. Estas herramientas, por más asombrosas que sean, no son perfectas. Cuando le pides a MidJourney que te cree una ilustración, te puede mostrar una obra que se puede confundir con una fotografía real hasta que te das cuenta que una mano tiene diez dedos. Chat GPT no es muy preciso y fiable cuando le pregunto sobre personajes más locales o académicos de México. También he visto casos donde académicos exponen que algunas teorías no las explica de la mejor forma o son imprecisas. Es decir, uno todavía tiene que ser cauteloso con la información que recibe de Chat GPT y verificarla en fuentes confiables para no llevarse una desagradable sorpresa.

La IA trae, de alguna forma, el mismo dilema que presenta el desarrollo tecnológico aunque en una capa más sofisticada. A lo largo de la historia, el desarrollo tecnológico ha destruido empleos pero ha creado otros y, de la misma forma, ha llevado a otros a otro nivel. Una persona que hacía operaciones a mano para llevar la contabilidad y hacer cálculos posiblemente se sintió amenazado cuando la calculadora apareció (y ya no hablemos del Excel), pero ciertamente el empleo de contador sigue existiendo: más bien es que este se ha renovado y ha cambiado un poco de forma de tal forma que el contador de hoy es más productivo que el de hace 100 años y no desempeña exactamente las mismas tareas (aunque no pocos ponen en tela de duda su permanencia en el futuro).

La IA traerá seguramente cambios sociales más abrasivos que los generados por las redes sociales (parece que no es buen tiempo para ser tradicionalista). Apenas salió el Chat GPT y ya hay una gran preocupación por los profesores que ven que sus alumnos hacen sus tareas con esta herramienta, aunque al mismo tiempo otros le están «dando la vuelta» y encontrando fines didácticos que sirvan a sus estudiantes.

Un dilema más importante que pueden plantear estas tecnologías se encuentra un peldaño más arriba:

Alguien tuvo la idea de preguntarle a Chat GPT cómo podríamos complementar a los humanos con robótica sin necesidad de sustituirlos y la propia IA planteó un argumento muy importante: dijo que es importante que estas tecnologías no deberían ser utilizadas para reemplazar a los trabajadores humanos en tareas que requieren habilidades cognitivas, emocionales o creativas que son únicas de nuestra especie.

Esto es importante, porque hay una gran pero difusa diferencia entre la máquina que está al servicio del humano y el humano que termina estando al servicio de la máquina. Es un dilema que se han planteado muchos filósofos como Nick Bostrom, quienes afirman que más temprano que tarde se alcanzará la singularidad donde las máquinas se volverán más inteligentes que el ser humano y completamente autónomas, lo cual suelen ver con algo de escepticismo y preocupación.

La talacha siempre ha sido sustituible. Los avances tecnológicos están eliminando los trabajos más mecánicos en los que la Generación Z no se quiere emplear porque no le da ningún sentido a su vida y los nuevos empleos requieren más solución de problemas y creatividad por parte de los individuos. ¿Qué pasaría si la máquina termina haciendo todo eso que al ser humano le hace sentir pleno?

Si de algo hemos sido afortunados es de haber tenido la capacidad de visualizar escenarios apocalípticos en esta cuestión. Por más trivial que pueda sonar, películas como Terminator, Matrix o la serie Black Mirror insertaron estas preocupaciones en el discurso colectivo y cotidiano. Es una ociosidad oponerse al desarrollo tecnológico, y más si se hace por medio de una falaz nostalgia por el pasado, pero sí es sano cuestionar estos avances de tal forma que los seres humanos seamos capaces de construir nuevas normas, marcos éticos y reglas del juego para que los beneficios de estas nuevas tecnologías que se introducen sean los mayores y los efectos colaterales los menores.

¿Qué efecto ejercerá el auge de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas? Si todavía no terminamos de dimensionar el efecto que las redes sociales han generado, entonces debemos comprender que es muy complicado saberlo.

Pero sabemos que estos avances irrumpen sobre todo el entramado social, económico y hasta político. Podemos estar seguros de que creará una fuerte sacudida, pero no sabemos bien a bien cómo. Y los cómos no solo los determinará la IA, sino nosotros, los seres humanos. Fuimos capaces de utilizar la bomba atómica para matar a cientos de miles de personas pero también para proveer energía limpia a muchos países y, de forma paradójica, la existencia de las armas nucleares ha evitado muchos enfrentamientos armados. Mucho del futuro al respecto será escrito por el ser humano quien será capaz de tomar decisiones trascendentes con respecto al uso de estas nuevas tecnologías.

Resumen de este artículo (generado por Chat GPT):

OpenAI es un proyecto que utiliza tecnologías de inteligencia artificial para crear sistemas como Chat GPT 3, un modelo de lenguaje que ha generado más de un millón de suscriptores en apenas cinco días. Este desarrollo ha impactado en la opinión pública, ya que la IA está comenzando a ser parte de nuestro mundo cotidiano y puede revolucionarlo. Aunque la IA existe desde hace décadas, el desarrollo actual marca un punto de inflexión y solo es el comienzo de un futuro incierto. Hay incertidumbre en cuanto a qué empleos desaparecerán, pero es posible que también potencie y lleve a un nivel superior el desempeño de profesionales como copywriters y artistas digitales. La IA todavía no tiene el factor humano para comprender contextos, pero tal vez sea utilizada por profesionales para ahorrarse tareas tediosas y dedicar más tiempo a actividades creativas.