Generalmente la derecha suele usar el humor de mejor forma que la izquierda. No es gratuita la frase: «Left can’t meme» que circula por Internet.
Resulta que la derecha desea mantener el status quo porque teme que el cambio vaya a trastocar el orden y la armonía mientras que la izquierda pretende cambiarlo ya que considera que hay una forma de opresión (económica, social, cultural o hasta sexual) contra algún sector de la sociedad que se ve afectado.
En este estado, la derecha está cómoda con el orden de las cosas (por ello su miedo al cambio) y se siente en más en control de sí misma que la izquierda que se siente insatisfecha y, en muchos sentidos, agraviada. Como la derecha se siente en control, es más capaz de reírse de sí misma e incluso puede hacer bully sobre aquellos que se sienten insatisfechos o marginalizados. Por medio de la burla, tratan de mantener a la izquierda en la periferia y les recuerdan su condición de agraviados con lo cual se les hace más fácil alterarlos o sacarlos de sus casillas para mantener cierto control emocional sobre de ellos.
Por ello, a la derecha no suele afectarle mucho cuando se burlan de ella. En algunos casos hasta disfrutan la burla. La izquierda, por su parte, se siente afectada y agraviada cuando se burlan de ella porque ello les recuerda el agravio mismo por el cual se siente afectada. El humor es bueno para sobrellevar el miedo, pero no tanto para hacer lo propio con el resentimiento.
Así, la derecha puede usar un humor fino o jocoso porque tiene más control sobre la forma en que plantean sus situaciones humorísticas, mientras que la izquierda cuando hace uso del humor suele verse afectada por el agravio y resentimiento que siente, lo cual termina por afectar las situaciones humorísticas que plantean, al veces al grado en que su humor, en muchos casos, se confunde con un severo reclamo o insulto al opresor.
Para concluir, así como la izquierda suele ser más hábil en la construcción de narrativas, la derecha suele serlo más al usar el humor y, en algunos casos, puede echar mano del humor mismo para atacar las narrativas que fortalecen a la izquierda: sí, tu relato reivindicativo es muy bonito, pero te recuerdo que te sientes agraviado y puedo recordártelo para que te alteres por medio del humor.