¿Por qué no se debe censurar a Agustín Laje y Nicolás Márquez?

Jun 13, 2019

Agustín Laje y Nicolás Márquez han sabido lucrar con la censura que han recibido algunas de sus conferencias. En lugar de ser callado, eso ha logrado que sus argumentos (muchos de ellos falaces) tengan más alcance.

¿Por qué no se debe censurar a Agustín Laje y Nicolás Márquez?

La libertad de expresión es un instrumento valioso porque, si bien, hay quienes pueden aprovecharla para difundir ideas falsas o abominables, muchos podemos usar la misma libertad de expresión para exhibir la falsedad de dichas ideas.

En este sentido, siempre será preferible que todas las voces puedan expresarse al ejercicio de la censura. Por más aberrantes sean los discursos, en un espacio de libertad de expresión estos pueden ser confrontados y exhibidos.

Esto lo digo porque he visto que algunas personas están solicitando cancelar las conferencias de Agustín Laje y Nicolás Márquez, ya que su discurso llega a ser una afrenta contra la dignidad de individuo con atracción sexual a personas del mismo sexo. En eso estoy de acuerdo y lo dejé claro en mi crítica a su libro.

Y lo han logrado en la Universidad La Salle, lo cual toman o interpretan como un triunfo, yo más bien lo dudo. Porque mientras pasa eso, estos conferencistas y el conservador Juan Daudoub ya publicaron un video acusando al «lobby gay». El video en un día ya tiene casi 20,000 reproducciones:

Yo no creo que la censura y la prohibición de ciertos discursos sean la vía para contrarrestar esas opiniones, y no creo que, por más abominable nos parezca su discurso, se les deba callar. En un mundo tan interconectado hemos visto una y otra vez cómo esto puede ser muy contraproducente. A estos discursos se les debe confrontar por medio del debate y los argumentos, no por la censura que tan solo refleja una profunda indisposición a rebatir los argumentos del contrario.

La mayor parte de la gente que va a asistir a esas conferencias son personas que ya, de inicio, concuerdan con lo que estas personas dicen. Este tipo de conferencias, más que nada, no van mucho más allá de una cámara de eco. En realidad es la censura, más que la conferencia per sé, la que le da más fuerza y reflectores a los argumentos de Laje y Márquez.

Ellos lo saben, y lo han sabido capitalizar muy bien a su favor. La censura hacia sus conferencias es prácticamente parte de su modelo de negocio. No es algo que precisamente les moleste; por el contrario, con ello buscan reforzar sus argumentos conspiranoides: «¿Ven? los gays son intolerantes, están manipulados por una conjura marxista», «El Lobby gay nos calla» bla bla bla. Ellos saben jugar y lucrar muy bien con ello, por eso son famosos en Argentina. Saben qué botones apretar, saben cómo hacer enojar a sus adversarios, basta ver sus videos, no son tontos.

Ni Laje ni Márquez suelen debatir con personas de altura. En sus videos siempre debaten con feministas o personas de bajo nivel que no tienen una gran preparación académica y que no se van a saber defender. Es obvio, porque si lo hicieran con una persona preparada se verían en serios aprietos. Ellos no se caracterizan por ser intelectuales sino por crear polémica y jugar con ella. ¿Por qué no aprovechar sus carencias intelectuales y, en vez de pedir que se censuren las conferencias, no asisten y, en la sección de preguntas y respuestas confrontan sus argumentos? Incluso así pueden exhibir lo falaces que son varios de sus argumentos y pueden jugar con el mismo juego, pueden subir a Youtube esos videos donde Laje o Márquez no supieron qué responder o no quisieron responder.

Pero en tanto la apuesta sea la censura, ellos van a tener el control mediático: ellos van a victimizarse, van a hablar de cuántas veces los han tratado de callar, van a seguir ganando más seguidores en Youtube y van a vender más libros. Porque mientras hablan una y otra vez de casos de censura, nadie de su contraparte se molestó siquiera en pararse y rebatir sus argumentos que, por cierto, son muy endebles.