Yo era de esos que defendía la octava temporada. Si bien no era de las mejores, no me parecía tan mala y tenía momentos rescatables. Aplaudí que enloquecieran a Daenerys y dije que me parecía una consecuencia natural del desarrollo de su personaje (aunque sí me pareció que lo hicieron de una forma un tanto abrupta, lo cual se terminó de notar en el final). El capítulo pasado (a pesar de las críticas de muchos) me había gustado y solo le había puesto algunos peros a la muerte de Cersei y Jaime y algunos problemas del guión que se notaba forzado y hecho a las carreras por momentos. Pero en general había sido, a mi parecer, relativamente bueno.
Dicho esto, pensé que iba a ver una final cuando menos rescatable. Y no ocurrió así.
Algo de lo que sí adoleció esta temporada es de un buen guión: éste estaba algo forzado, como si quisieran encajar todo en tan poco tiempo (aún así hubo algunos momentos muy memorables), pero hoy se notó más que nunca. Quisieron terminar la serie como fuera, como si tuvieran prisas, como si quisieran desentenderse del proyecto. Se notó más que nunca que ya no había libros en los cuales basarse. Al menos esa fue la impresión que me dejo.
El final, ese que esperaba que estuviera a la altura de la serie, me dejó con un mal sabor de boca, sobre todo para el gran pedazo de serie que es Game of Thrones. Tal vez lo único que sobresale y aplaudo es su musicalización y, sobre todo, la fotografía donde sí hicieron un muy buen trabajo.
En cierta forma sí terminó cerrando casi como si fuera una obra de Disney. Era natural que mataran a Daenerys porque a esas alturas ya se había convertido en villana (tampoco me habría parecido mal que hubiese terminado con el trono tal cual reina despótica). No es que me haya molestado que Jon la matara, pero ocurrió tan pronto y de una forma tan predecible y tan plana que no sentí nada. Tan rápido fue todo que con Tyrion (cuyo papel en el final fue de lo más rescatable, sobre todo por sus diálogos) la defendió a capa y espada echándose sus respectivas maromas: «es que tú no entiendes», «es que quería vengarse de Cersei» poco le faltó para decir que «los Lannister robaban más» y después se va a buscarla como si siguiera firme en sus convicciones para después ir a matarla. Todo fue tan rápido, tan apresurado.
El asesinato pudo ser algo muy memorable, pero no lo fue en gran medida porque el guión en los últimos capítulos había estado muy forzado y hasta parecía que Daenerys ya era un estorbo, como si los escritores estuvieran urgidos de deshacerse de ella para ahora sí platicar de lo bonito que va a ser todo: de las despedidas y del cierre del arco de los personajes (con resultados mixtos). No es gratuito que Emilia Clarke haya tenido problemas con su personaje: Ah sí, Jon mató a Daenerys, órale, chido. Vaya, si estas temporadas de menos hubieran tenido los 10 capítulos de antes, hubieran podido desarrollar la trama de una forma más creíble, pero todo fue tan de prisa.
Luego Drogo se da cuenta de que su madre está muerta (aunque como es un dragón no dilucida que Jon la mató) y, acto seguido, termina quemando el trono, aunque termina siendo poco relevante ya que lo único que fue quemada fue la materia, el puesto «el que está al mando» sigue existiendo. No se puede decir que el trono quedó vacío y lo que hizo el dragón parece no haber tenido tanto significado.
Pero eso es lo de menos, si solo hubiera sido eso hubiera sido perdonable.
Porque luego resulta que todo Westeros se convierte en Disneylandia. Olvídense de la condición humana. Adiós a la monarquía hereditaria, adiós a las diferencias y conflictos, y bienvenida una aristocracia alejada de los linajes, bienvenidos los reyes elegidos por voto e incluso las sugerencias de voto popular (aunque dudo que un pueblo incinerado pueda salir a votar). Solo faltaba el Estado de bienestar, el derecho al voto universal y el matrimonio igualitario para redondear esa transición de Westeros a mundo idílico. Winterfell se convertía en el sueño húmedo de Cataluña al separarse de los 7 reinos que ahora están al mando de Bran (por quien nadie apostaba pero que, a la hora del nombramiento, no sentimos gran sorpresa) ¿el mérito? Tener en su cabeza la memoria de todo Westeros. La retórica y la narrativa resaltada por Tyrion, más que el mérito, le dio el derecho a la corona. Había que poner en el trono a alguien que no ambicionara mucho el poder para asegurar ese reinado de paz.
Sansa se convirtió en reina del norte (lo cual no me parece mal en una serie donde al final a las mujeres no les dieron mucho su lugar). Arya, de quien nos chutamos temporada y media viéndola en entrenamiento (gran parte de estas escenas aburridas) para no usar sus nuevas habilidades más que una vez para vengar a su familia de la boda roja hace ya dos temporadas, la vemos de pronto irse a descubrir nuevas tierras (algo así como una suerte de Cristobal Colón). Arya fue un gran personaje que creo que desaprovecharon después de que matara al Rey de la Noche, la escena del caballo del capítulo pasado quedó ahí abandonada y no le dieron continuidad. Tyrion, quien falló una y otra vez como asesor de Daenerys (una de las tantas razones por las cuales el miedo la empezó a invadir) termina como asesor de Bran para «reparar» todas sus malas decisiones (tal vez uno de las decisiones menos cuestionables). De Yara y los demás no conocimos su destino, terminaron ahí de ornamento.
Me frustró el destino de Jon al regresar a donde mismo con el corazón y las manos vacías producto, en gran medida, de su falta de ambición, lo cual sí me pareció un acierto y desentonó con toda esa felicidad de Disneylandia que nos quiso transmitir este final. Una de las pocas cosas que no terminaron siendo fan service en esta serie.
Despùés, uno no puede terminarse de explicar por qué si a los unsullied le matan a la reina que los liberó y ante quien fueron religiosamente leales, de pronto dejan pasar todo como si nada y se vuelven meros espectadores de su futuro, hasta permiten que liberen a Jon. Los Dothraki simplemente desaparecieron y ni explicaron por qué.
Una serie que parecía empoderar a la mujer la terminó relegando a un segundo plano. La única que terminó en un puesto de poder fue Sansa siendo Reina del Norte. Arya se fue al oeste, a Daenerys la mostraron casi como una loca histérica, a Yara ni le cerraron el arco. Los que estaban sentados en la reunión del nuevo reinado eran todos hombres con excepción de Brienne.
Se salieron de su buena recreación de la condición humana que se caracterizaba la serie y que parecía que volvían a retomar después de lo fan service que se habían vuelto en los últimos tiempos. De pronto todo fue bonito otra vez, los buenos fueron premiados y los malos castigados, la monarquía se convertía en una aristocracia buenista donde el rey (elegido por votación) gobernaba ya solo como un mero servidor público.
No fue un final contundente (ni siquiera comparado con otros finales de temporada), me dejó con un vacío, no me emocionó mucho ni me provocó angustia. Por momentos me parecía tedioso y hasta hacía bromas con los amigos con los que la estaba viendo. No hubo grandes sorpresas ni giros inesperados ¿Así tenía que terminar una serie que fue tan exitosa, que rompió esquemas? ¿Así de plana? ¿Así de optimista?
Sería injusto juzgar a toda la serie solo por su final. Game of Thrones es una de las mejores series de todos los tiempos y no va a dejar de serlo por lo que vimos hoy.
Pero el final no estuvo a la altura de su legado.
Aciertos:
- Los diálogos de Tyrion y algunos de Daenerys.
- El destino de Jon que fue lo más parecido a algo inesperado.
- La fotografía y la musicalización (la imagen de Daenerys con el dragón de fondo es magistral).
Errores:
- El guión en general (muy forzado y con prisas)
- El asesinato de Daenerys en manos de Jon pudo ser mucho mejor.
- Final feliz donde los buenos pierden y los malos ganan en una serie que relataba crudamente la condición humana.
- Que Sansa haya sido la única mujer que quedara en un puesto de poder.
- Que Drogo quemara el trono me pareció de más (porque en la práctica no quedó desierto).