El aborto, el ITESO y la libertad de expresión

Sep 27, 2018

En tiempos como los actuales, la censura solo termina amplificando el mensaje. Tenemos que aprender a madurar y entender que somos adultos capaces de deliberar por cuenta propia.

El aborto, el ITESO y la libertad de expresión

Hay temas de los que yo no suelo opinar porque considero que no tengo todavía la sabiduría para emitir una postura categórica. El aborto es una de ellas. Si bien estoy completamente convencido de que el aborto moralmente es algo malo, es algo que yo nunca haría ni promovería (máxime cuando es producto de una responsabilidad no asumida), me parece un tema muy complejo argumentar si es algo que deba estar penalizado o no, sobre todo al partir del hecho de que no todo lo moralmente malo necesariamente debe ser prohibido por el Estado. Entonces aquí habría que traer muchas cuestiones hacia la mesa, y en ese ejercicio yo no he definido mi postura, y tal vez no termine haciéndolo desde algún tiempo. No puedo defender o atacar algo donde no tengo una postura definida, sería algo irresponsable para con mis lectores. 

Pero sé que para definir mi postura entonces debería escuchar los argumentos de ambas partes. La mejor forma de llegar a una conclusión es escucharlas, y de acuerdo a mis convicciones y a mi criterio considerar o desestimar los argumentos que ambas posturas me puedan dar ¿no?

Dicho esto, ejercer presión para censurar una conferencia opuesta a la postura propia es un acto de censura. La izquierda lo ha hecho. Por ejemplo, reventando conferencias como las del argentino Agustín Laje porque muchas personas no están de acuerdo con él (una cosa es que no simpatice con él y otra cosa es restringirle la libertad de expresión a la que él tiene derecho) y en ocasiones insultando a quienes tienen opiniones distintas. Pero en esta ocasión quien intentó censurar una conferencia fue la derecha. Varios conservadores ejercieron presión en redes para que esa conferencia se lleve a cabo.

Hay que decirlo de forma categórica, eso es un acto de censura. No podemos relativizar el acto.

Y como para mí es importante poder escuchar ambas posturas, entonces se debe garantizar que ambas partes puedan organizar libremente conferencias. La censura también es un acto de infantilización del individuo donde consideramos que éste no tiene la capacidad de deliberar por sí mismo y, por ende, debemos restringirle la información a la que puede acceder. 

Otro argumento que he escuchado de estos mismos conservadores es que el hecho de que la conferencia tenga solamente una postura en pro del aborto es un acto intolerante. Eso es falso, porque en ese caso, lo mismo aplicaría para las conferencias que ellos llevan a cabo en pro de la vida. No en todos los foros deben estar ambas posturas, la pluralidad consiste también en que el individuo tenga acceso a las distintas opiniones.  

Tampoco es un argumento válido argüir un sesgo ideológico de la institución, ya que en la práctica es difícil que una institución tenga una inclinación política completamente neutral ¿o acaso la UP o la UAG la tiene? Lo que sí debería garantizar una universidad por definición es la libertad de expresión de todas las voces, y también es importante que en una sociedad dada existan alternativas para las distintas formas de pensamiento de tal forma que los padres inscriban a sus hijos en la universidad que se adecue más a sus valores.

Sí sería un problema que el ITESO no permitiera que unos estudiantes contra el aborto hicieran su conferencia. También lo sería que los estudiantes intentaran reventar dicha conferencia porque no quieren que opiniones distintas a la suya se escuchen. Y sí, yo sé que en varias instituciones universitarias en distintos lados del mundo eso ha ocurrido. Pero así como he criticado a la izquierda anteriormente, en estos artículos hago lo propio con los conservadores por replicar los mismos actos de censura que en otras ocasiones ha llevado a cabo la izquierda.

Creo que ambas posturas merecen ser escuchadas. Creo también que un acto de censura en una sociedad tan interconectada como la nuestra es algo muy contraproducente, sobre todo porque solo termina amplificando el mensaje de aquello que se quiere censurar.