¿Por quién voy a votar?

Jun 24, 2018

Después de varias semanas (o meses) de deliberación, ya he definido mis votos. No fue un trabajo fácil, pero aquí explico por qué decidí votar por los candidatos por los que voy a votar.

A una semana de las elecciones ya he definido mis votos. A diferencia de ocasiones pasadas, y después de consultarlo con mi cerebro, por fin definí mi voto casi el día de la elección. 

Dicen que los que escriben u opinan no deberían decir por quién van a votar para que no se preste a malas interpretaciones o se crea que tal columnista simpatiza con x o y partido. En realidad, solo los votos que le daré a Wikipolítica los daré por convicción en un proyecto, los otros son una suerte de voto útil donde no termino de simpatizar por los candidatos que voy a votar pero que me parecen mejores opciones. 

Empecemos pues:

Presidencia de la República – Voto nulo.

Así es, anularé mi voto a Presidente de la República. Hay quienes dicen que es «tirar tu voto» o que es como «no salir a votar». Yo discrepo. 

Hay dos razones por las que alguien votaría por un candidato: porque simpatiza con él, con su partido o sus ideales, o porque quiere ejercer el voto útil contra otro candidato. Pero yo pienso que el voto útil tiene límites. Uno vota de esa manera por un candidato que no le termina de convencer pero que no es lo suficientemente malo para no votar contra él, pero cuando ya es «suficientemente malo» entonces el voto deja de ser útil.

Bueno, a menos que el otro candidato sea… Hitler o Mao o una cosa así. 

A ninguna de las opciones las considero como «no suficientemente malas». López Obrador no me parece una alternativa real de cambio y es una apuesta al pasado. A pesar de que es el único que «conoce al México de abajo» y que aborda temas que la gran mayoría de los políticos ignora, sus soluciones, más bien de corte populista, pueden llegar a ser contraproducentes. Si bien yo nunca he creído esa historia de que convertirá a México en Venezuela, creo que no representa el camino correcto que nuestro país debe de seguir y su postura maniquea (tanto de él como varios de sus seguidores) no es algo que desearía ver en nuestro país. 

Ricardo Anaya, aunque valoro su ambición por aprender así como su inteligencia, me parece una persona que no es confiable, que no tiene sustancia, no tiene ideales y tampoco me parece una persona honesta. Algunas propuestas pueden gustar y otras no tanto, pero no existe un eje rector que les de forma. Toda su estrategia es de un orden pragmático orientado a la búsqueda de votos y no a un ideario. No sabemos cómo va a gobernar, ni con quien va a gobernar, y dejarle el poder a un hombre con una ambición suficientemente excesiva como para traicionar a todos los que le tendieron la mano no creo que sea una buena idea. La ambición suele ser una virtud en política, excepto cuando se vuelve excesiva o hasta enfermiza (casos como el de AMLO y el del propio Anaya). 

José Antonio Meade pues… es el PRI, además de que, a pesar de presumirse honesto, se ha insertado en una dinámica sucia y falta de ética y valores como lo ha sido el uso faccioso de las instituciones contra un candidato (Anaya) y demás juegos sucios. Es una persona que tiene experiencia y está preparado en sus áreas como burócrata, pero como político ha sido muy displicente (sobre todo en temas de corrupción) y es parte de una élite política (llámese Videgaray, Ernesto Cordero y demás) más bien corrupta. 

El Bronco pues… ¡quiere mochar manos!

Sobre lo de «tirar el voto» diré lo siguiente: prefiero dormir tranquilo sabiendo que no voté por algún candidato u opción que detesto, en tanto que mi voto, si lo vemos desde un punto de vista pragmático y calculador (como quienes insisten en que no «tire mi voto») sólo cambiará el resultado de elección sí y solo sí la diferencia entre el puntero y el segundo lugar es de un solo voto. Al anular mi voto, estoy cumpliendo con mi obligación de salir a votar. En resumen: pesa más mi conciencia tranquila que lo que mi voto pueda incidir en el resultado final.

El otro argumento en contra de esta postura es que anular al voto beneficia al puntero: las elecciones están en un escenario donde el triunfo de un candidato (López Obrador) está casi decidido y donde percibo que mi voto por alguno de los cuatro candidatos tendría más bien un significado simbólico. Entendiendo que la victoria de AMLO es prácticamente inminente, varios de mis votos irán en el sentido de crear contrapesos hacia su gobierno. 

Senador de la República – Pedro Kumamoto (Wikipolítica)

La razón es simple, tengo esperanza en este movimiento y, aunque pudiera llegar a tener discrepancias en algunos temas puntuales y aunque creo que al movimiento le hace falta definirse más ideológicamente, comulgo con la esencia de Wikipolítica y creo que, bien llevado, podría irrumpir de forma agradable en el escenario político. Me parece que en este movimiento hay personas muy valiosas y Pedro Kumamoto es una de ellas.

La otra razón es que ellos funjan como contrapeso ante el gobierno de López Obrador. No sólo es un voto por Pedro, también es un voto para que MORENA no tenga mayoría en el congreso y tenga contrapesos. 

Diputado Federal – Rodrigo Cornejo (Wikipolítica)

Junto con lo que mencioné anteriormente, agregaría que me agrada la visión que tiene Rodrigo Cornejo (o al menos la que le conocí cuando fui a la reunión a la que me invitaron). Hace pocos días tuve la oportunidad de conversar con él y me dejó una agradable impresión, vi en él a alguien que no es conformista, que tiene ambición por aprender para desempeñarse de la mejor manera. 

Gobernador de Jalisco – Enrique Alfaro (Movimiento Ciudadano) 

Hay cosas que no me terminan de convencer de este personaje: tiene un talante algo autoritario y no es agradable con quienes disienten con él. Creo que, dejando del lado el tema de los problemas de inseguridad (donde también es responsable el Gobierno de Jalisco presidido por el PRI), creo que es un político muy eficiente, en muchos aspectos gobernó bien la ciudad. La otra opción sería Miguel Castro del PRI, uno de los pocos candidatos de ese partido por los que votaría porque es una persona con una trayectoria limpia, pero se encuentra en un tercer lugar. 

Votaré por Alfaro porque el candidato de MORENA, Carlos Lomelí, es una persona de muy dudosa reputación, producto de una selección de candidatos muy descuidada y arbitraria de ese partido que tiene como fin llevar a AMLO al poder y no postular a buenos candidatos. También votaré por él porque creo que como Gobernador podrá ser un fuerte contrapeso frente a López Obrador. 

También creo que dentro de MC, a pesar de tener algunos expriístas o expanistas, hay varias personas muy valiosas y sangre fresca que pueden aportar cosas muy interesantes. 

Alcalde de Zapopan – Pablo Lemus (Movimiento Ciudadano)

A grandes rasgos, estoy satisfecho con la gestión e Pablo Lemus en Zapopan (recordemos que los alcaldes ya se pueden reelegir una vez) y votaré por la continuidad. No hay más que decir.

Diputada Local – Susana Ochoa (Wikipolítica)

Susana llegará a ocupar la curul que ocupó Pedro Kumamoto. También es alguien que he tenido la oportunidad de conocer y conversar y me parece una persona que puede aportar mucho. Es alguien a quien le veo mucho futuro. El hecho de que una mujer con una visión de avanzada nos represente en la cámara local me parece algo muy deseable. 

Conclusión:

Sé que no a «todo el mundo» le gustará mis decisiones, aunque naturalmente no me importa porque votaré por lo que creo que es lo mejor y no por quedar bien con «todo el mundo». Como ha sido mi constante en las elecciones, no tengo la intención de persuadir a la gente a votar por alguien y simplemente comparto las razones por las que votaré por los candidatos que acabo de mencionar.