Enseñen a los niños a socializar ¡Por favor!

Ene 28, 2015

No, no soy pedagogo ni tengo años dando clases. Es algo más básico, el sentido común, el que le da sustento a mi argumento. Es que en este mundo moderno, las habilidades sociales son indispensables; y eso es algo que las escuelas y la sociedad pasa por alto. El típico niño diez retraído, que siempre cumple con las tareas y aparece en el cuadro de honor, es el ejemplo y orgullo de muchos maestros y padres de familia, cuando en muchos casos (no en todos) dicho modelo podría no tener tanto éxito en la sociedad.

SECUNDARIA6

Qué los papás y la escuela le pidan a los hijos que se esfuercen en la escuela está muy bien,  de ninguna manera estoy negando eso. Pero predecir el éxito de un niño o adolescente en el futuro en base a un número es algo incorrecto. Pensar que el niño diez automáticamente tendrá el pase al éxito es un error. Las calificaciones generalmente miden que tanto un estudiante ha podido retener la información que se le ha enseñado (ojo, retener, no necesariamente comprender), y si bien pueden dar una medida aproximada de su esfuerzo o de su inteligencia, no es garantía alguna de éxito.

La otra vez pensé en mis compañeros de la preparatoria y la universidad y los comparé con lo que ahora son. En realidad no vi alguna relación contundente entre calificaciones y éxito laboral. Hay sí, quienes fueron unos nerds y ahora lo han seguido siendo y les va bien. Pero hay muchos otros que eran muy aplicados y no han logrado despegar. En cambio muchos de los que ahora les va bien (con algunos de ellos he hecho negocios y se conducen de manera muy profesional) nunca destacaron en las calificaciones. Incluso en algunos casos esa «rebeldía» que mostraron en la escuela coadyuvó en cierto éxito en la vida real, y es que en el mundo actual donde la revolución industrial quedó atrás y vivimos una era de la innovación y emprendimiento, ser una persona cuadrada y apegada a conceptos preestablecidos puede ser contraproducente.

En cambio me he dado cuenta de como las habilidades sociales son importantes. Yo en la escuela nunca me destaqué por ser sociable, e incluso saliendo de la universidad era una persona retraída. Siempre me he considerado una persona talentosa, pero no fue hasta que me esforcé en desarrollar mis habilidades sociales que mi vida profesional comenzó a destacar. Crear redes de contactos, conocer gente, dar a conocer mis servicios, todo eso me ha ayudado mucho y ¿me enseñaron eso alguna vez en la escuela? Nunca.

Los conocimientos son esenciales en el desarrollo de una persona (lo que se traduce en el desarrollo de una comunidad y del país), pero no sirven de mucho si esos conocimientos no salen de la mente de quien los posee y se traducen en cosas tangibles, en ideas, en productos o servicios, en políticas públicas, en desarrollo para la comunidad. Para eso el individuo debe de poseer ciertas habilidades sociales. Una persona retraída e insegura tendrá poco éxito para lograrlo.

Cierto, habemos personas introvertidas y extrovertidas, condiciones que están determinadas en parte por la genética. Pero una persona introvertida, quien es generalmente más rica en conocimientos, aunque no sea su fuerte o su gusto socializar con quien se le ponga al frente, si tiene la capacidad de saber moverse y saber persuadir. Muchos de los empresarios o líderes exitosos son introvertidos. Muchas personas que tienen una gran capacidad para hablar en público son introvertidos y en reuniones informales pueden ser más bien observadores que conversadores. Ojo, que no es lo mismo ser introvertido a ser tímido (el primero no es un defecto y es una condición natural, el segundo sí lo es y es una condición que se puede modificar).

En las escuelas deberían enseñar a los estudiantes a saber socializar, a ganar seguridad personal, a confiar en ellos mismos. Deberían enseñarles a ser más empáticos con las demás personas, deberían enseñarles a saber vender sus ideas. Un estudiante no es un número, su capacidad va más allá de un diez o un siete. La formación de un estudiante debería ser más integral y se le debería preparar en todos los flancos y no limitarlos a retener información (que insisto, no significa necesariamente comprender conocimiento). Un niño diez retraído y poco seguro de sí mismo difícilmente logrará sobresalir en lo profesional.