Attolini con el dedo

Oct 27, 2012

Keep your friends close and your enemies closer.

Attolini con el dedo

Dicen que le demos el beneficio de la duda. Me cuesta muchísimo trabajo hacerlo, porque darle el beneficio de la duda no solo implica pensar que existe la posibilidad de que Antonio Attolini está siendo congruente al entrar a trabajar al medio que hasta hace unas semanas criticó fervientemente, sino que implicaría que Televisa «ya cambió». Porque de otra forma no nos explicaríamos que la televisora contratara a Attolini sin alguna intención perversa.

Attolini era uno de los líderes visibles de #YoSoy132. Hace no mucho, en una toma simbólica a Televisa, este personaje afirmó con enojo lo que le diría a Emilio Azcárraga si lo viera. Dos meses después, Attolini es contratado para el programa de Foro TV (propiedad de Televisa) «Sin Filtro». Al haber sido contratado, naturalmente le llovieron críticas en Twitter, sobre todo de los usuarios más rijosos (aunque los moderados tampoco se quedaron callados). Busca presentar la misma cara de frente, dice que va a criticar directamente a Televisa dentro de Televisa. A Carmen Aristegui, a quien Attolini afirma que emulará, la despidieron de W Radio por mucho menos que eso.

En una entrevista con ADN Político, Attolini criticó fervientemente a Televisa a pesar de que lo habían contratado en esa empresa. Su discurso lleno de «todo eso» que ya sabemos y nada nuevo, no parecía sugerir que esa fuera a ser su posición. Más bien se dejó absorber por el sistema, y saben que hace más daño un ex líder que aparenta tener el mismo discurso, que otro que cambió repentinamente su discurso a uno oficialista. A Televisa no le afecta que Attolini se justifique al criticar fuertemente a la empresa que le dio trabajo, dado que quienes siguen la noticia en su mayoría, son aquellos que ya conocen lo que se dice de la televisora. De esta forma, dicha televisora tratará de engañar a más de uno haciéndoles creer que tienen una mayor apertura. Incluso Emilio Azcárraga usó su Twitter para defender este hecho tratando de tachar de incongruentes a aquellos que critican a la televisora, a pesar de su «apertura»: –Cuando abrimos, porque abrimos.. Cuando no abrimos, porque no abrimos.. Yo a favor de la apertura-.

Dentro de la política (incluso un partido político) se pueden dar casos donde ciertos personajes critican las malas prácticas y logran alguna mejora dentro del partido o institución en el que se encuentran, pero para poder incidir necesitan cierto apoyo y poder. Entonces es imposible que dentro de Televisa Antonio Attolini pueda hacer eso, y si lo hace, es porque ese discurso tiene una doble intención, entre la que se encuentra la legitimación de la televisora. Pero naturalmente, si tiene la intención de «democratizar» la televisora desde dentro, va a fracasar, eso cualquiera lo sabe, y es por eso que ciernen serias dudas sobre su decisión.

Estamos viendo una reedición del 68 donde después de la masacre, el gobierno de Echeverría (que en ese entonces se deslindó de Díaz Ordaz) le dio trabajo a varios líderes estudiantiles en su gobierno para acabar con el movimiento, y lo logró. Ahora vuelve a suceder lo mismo. No sé si sea ingenuidad o incongruencia de su parte. Pero Attolini ha dado motivos para ser considerado un traidor. Los miembros de #YoSoy132ITAM afirman que dejó de participar en las asambleas desde agosto, no participaba mucho y era, más bien, un líder mediático y visible. Attolini nunca comunicó a sus compañeros su decisión, los cuales vieron su llegara a Televisa como una inesperada sorpresa.

Es preocupante que existan personas que vendan tan fácil sus ideales al mejor postor. Cierto que se debe tratar más de buscar la democratización y la pluralidad de los medios que de atacar a las televisoras así porque sí. Pero la democratización de los medios como quiera que sea, terminaría afectando los intereses de las televisoras. Por eso es que no se puede combatir desde adentro, desde un programa de televisión hecho y financiado por la televisora que busca no perder sus intereses. El régimen entrante ha dado un golpe duro a su todavía fuerte oposición.