Un ejemplo para México.

Ago 12, 2010

Como sabrán ustedes, este es un blog de crítica, y por ser de «crítica», pues tiene una connotación un poco negativa (a veces bastante, ya ven como Cerebro no se toca el corazón), normalmente aquí exhibo los trapos sucios de México. Que si las televisoras, que si Calderón, que si Elba Esther Gordillo, que si Marcelo Ebrard, que si Peña Nieto, que si López Obrador, que si Emilio González Márquez, que si el socialismo, que las políticas neoliberales. De todo me he encargado de desmenuzar en este blog. Pero ahora he querido hacer lo contrario, y mostrarles a todos los lectores que no todo en México son malos personajes, que hay gente que trabaja día a día por hacer de este país un sitio mejor para habitar. Quiero hablar de esa gente que tal vez no todo el mundo conoce, que a veces trabaja desde el anonimato, pero que hacen cosas importantes por la sociedad, que se notan, que son palpables.

Como algunos de ustedes se habrán dado cuenta, yo colaboro con dos organizaciones civiles, las cuales son afines a mi forma de pensar, y con las que siento que estoy colaborando con la sociedad al estar colaborando con ellos. Una de ellas es Rescatemos Guadalajara A.C. y otra es Propuesta Ciudadana. Algunas personas que tienen experiencia en este medio me han dicho que a veces las organizaciones civiles son muy difíciles porque a pesar de ser entidades no lucrativas, a veces hay muchos intereses y roces entre egos. No lo niego, pero pues al parecer en estas fundaciones que he estado, he tenido suerte, porque he encontrado personas muy valiosas. De hecho una de mis mejores amigas la conocí en Rescatemos Guadalajara hace cerca de dos años y nos hemos llevado muy bien.

Tanto en Rescatemos Guadalajara como en Propuesta Ciudadana, me he encontrado con gente muy valiosa, con gente joven que de verdad tiene ganas de hacer algo por la sociedad (y todavía hay quienes subestiman a los jóvenes, empezando por los partidos políticos). Pero me quiero enfocar en los líderes de estos movimientos, los cuales para mí han sido un ejemplo a seguir, no solo porque saben ser buenos líderes, sino porque también han demostrado ser buenos amigos.

Al primero que conocí fue a Abraham. Me sorprendió su currículum (con maestrías, doctorados etc…), es una persona muy preparada y muy culta. El luchó por impulsar la construcción de más líneas de Tren Ligero en Guadalajara, junto con la organización (en ese momento yo no pertenecía a ella) fueron a universidades, abrieron un grupo en Facebook que tiene más de 10,000 usuarios, y ya con mi llegada, logramos hacer que la mayoría de los candidatos a alcalde en la Zona Metropolitana de Guadalajara propusieran el Tren Ligero como una solución a la problemática que se vive en la ciudad. Naturalmente nos topamos con muchas piedras y muchos obstáculos, pero gente como Abraham han seguido impulsando el Tren Ligero y la lucha ahí sigue, a pesar de las decepciones nunca se ha rendido y nunca ha dejado de luchar por lo que desea.

A la otra persona que conocí y que me dejó con un grato sabor de boca fué a Laura, una chica de tan solo 23 años, ahora ex-presidenta de Propuesta Ciudadana, pero quien todavía sigue involucrada en el proyecto. No tengo mucho tiempo de conocerla, pero todo el trabajo que ha hecho dentro de Propuesta Ciudadana es de reconocerse. Ella es una persona que tiene un don de Liderazgo increíble, pareciera que es algo que se lleva en la sangre. Pero en lugar de utilizar ese liderazgo a su conveniencia (como lo hacen muchos politiquillos que ya conocemos), ella realmente busca hacer algo por la sociedad. Pero además de eso, es una persona con valores morales muy arraigados, lo cual habla bien de ella. Tiene una gran capacidad para involucrar a gente, pero no como meros seguidores, sino que sabe transmitir ese liderazgo a los demás para que también aprendan a ser líderes (algo que no les gusta mucho a los políticos por cierto).

Cuando platicaba con ella, me dí cuenta de que era una persona que inspiraba mucha confianza. Tenia ese algo, esa buena vibra que te hace decir: –esta es una buena persona. Me contaba que cuando iba en la preparatoria logró hacer cosas importantes y logró ser presidenta del consejo (sin más no recuerdo), pero te lo cuenta de una forma en que no sientes ninguna pretención, ninguna intención de impresionar. No pierde su humildad al momento de contarte sus logros (porque también aceptar los triunfos es una parte de la humildad), nunca se busca sentir más que uno, más bien busca contagiar a los demás de esa energía positiva y proactiva. Y eso para mí es un buen indicio de que en un futuro podría llegar a ser una lider que haga algún cambio por el país.

Laura, al igual que Abraham, es una persona culta, preparada, que le gusta actualizarse día a día y estar al pendiente de lo que sucede alrededor de la ciudad, pero además es una persona que valora mucho las amistades. Ellos dos son, para mí, como el prototipo de buenos ciudadanos, que buscan involucrarse en la problemática de la ciudad, que buscan soluciones a los problemas. Pero no solo están ellos, existen personas a las que no tengo el gusto de conocer pero que no he tenido la oportunidad como a Felipeno o a Karla Preciado de Ciudad para Todos quienes hacen su lucha diaria desde sus trincheras.

Puede ser que en México haya muchos problemas, pero afortunadamente, el que quiere, puede encontrar los espacios para hacer algo para mejorar la sociedad. No todo debería de terminar en quejas, sino en propuestas y soluciones proactivas.