Las relaciones sociales en tiempo de estafas piramidales

May 26, 2016

Una mujer me saludó después de "tanto tiempo de no vernos". Pero lo que la movía no era su corazón ni una amistad, sino un manual de uso de una estafa piramidal.

Una de esas personas de las que hace mucho no sabía nada (más de dos años), me saluda en Facebook. Ni siquiera sabía que existía, ni que la tenía como contacto. La última vez que la había visto, me había invitado a su evento multinivel. Esa vez se había portado muy amable. Ella era bonita, simpática y tenía un poco de carisma. Me sonreía, porque ella sabía que tenía una sonrisa bonita, y así pensó en persuadirme aquella vez. Algún ingenuo (o urgido) habría caído. Pero yo ni era ingenuo ni estaba urgido.

Las relaciones sociales en tiempo de estafas piramidales

Pero que yo recuerde, mi «NO» a entrar a esa «pirámide» había sido contundente, categórico e implacable. No sé por qué ella me guardó en su lista de prospectos.

Pero los entrenan para hacerles creer que son personas valiosas, capaces y que pueden mover montañas. La verdad es que a mí ese tipo de negocios se me hace una aberración.

¿Para qué me estará buscando? Déjame adivinar, déjame adivinar. Lo primero que recordé fue el nombre de la empresa piramidal, ella comenzó con una introducción que consistía en tratar de hacerme sentir especial:

– ¡Hace mucho que no sabía nada de ti! ¿Cómo estás? – Como si fuera una persona especial para ella, como si le cayera muy bien. Pero conozco muy bien esos trucos, los conozco más que ella misma.

Y entonces, mencionó la palabra mágica:

¿Qué andas haciendo ahorita? ¿Te acuerdas de (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal)?

Su aspiración era que le dijera que me estaba yendo de la chingada y que entrar a (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal) sería un aliciente para mí.

Pero ¿cómo podía cortarla de tajo sin herir sus susceptibilidades? Traté de responder mejor la primera pregunta «¿Qué andas haciendo ahorita?» para desarmarla:

– Ahorita me está yendo muy bien, trabajo por mi cuenta y tengo la intención de ir a estudiar al extranjero, por lo cual ando con muchos pendientes en este momento.

Jaque Mate. ¿O no?

Vamos a ser sinceros, a la mujer en cuestión le importo un bledo, y básicamente me importa un bledo que le importe un bledo. La comprendo, sé lo que hacen en esos negocios; bastó con ir al seminario de introducción al que me invitó hace 3 años (desde esa vez no me saludaba en Facebook) con el pretexto que era una entrevista para un proyecto. Que te mientan para que vayas a uno de esos seminarios es motivo suficiente para rechazarlos.

Me quedé ahí por curiosidad para ver el lavado de cerebro que les hacían, quise entender sus técnicas de persuasión. Que se van a volver millonarios, que son especiales, que sí pueden, que no son una empresa fraudulenta porque patrocinaban a un equipo de medio pelo de la liga de Estados Unidos. A los que venden más (pero no ganan ni un 1% de lo que les prometen) se los llevan de viaje, y si venden todavía más, se los llevan a un país todavía más exótico. Saben jugar con las necesidades de la gente.

Les dicen que son grandes, que sí pueden, que son poderosos. Les dicen que lean su libro sagrado, el cual es el infame libro de «Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki. – Lee a Kiyosaki, es tu nuevo gurú, todos sus libros, hasta los que escribió con Donald Trump: – Pero va a construir un muro y nosotros lo vamos a pa… ¡Que te calles y leas a Donald Trump también!

Y por eso entiendo que me haya buscado cuando no le importaba un bledo. La pobre mujer simplemente siguió un manual de instrucciones llamado «Cómo enrolar a un prospecto por segunda vez»:

  • Paso 1, comunícate con el prospecto.
  • Paso 2, hazlo sentir especial y pregúntale sobre su vida.
  • Paso 3, recuérdale sobre (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal).
  • Paso 4, suelta la pregunta gancho. La frase matadora.
  • Paso 5, si la respuesta es afirmativa, invítalo a un seminario de introducción (A.K.A. cocowash). Si la respuesta es negativa, insiste y háblale cómo es que tu vida ha cambiado con (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal), cuéntale una historia bonita, o cómo enfrentaste a la adversidad con (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal). No importa que tu vida sea una mierda (lo más probable, porque te estamos viendo la cara), recuerda que eres parte de (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal), y por eso ya eres especial y privilegiada.
  • Paso 6, si la respuesta vuelve a ser negativa, manda al prospecto a la chingada.

Mientras la mujer trataba de aplicar los pasos conmigo, ella se decía en su interior ¡Sí puedo, soy poderosa! ¡No voy a ser víctima! ¡Yo lo puedo generar!. Al mismo tiempo, yo repasaba mi feed de Facebook después de un día entero sin entrar: Las versiones alternativas del video de la mujer con la máscara de Chewbacca, medio leía un artículo de un amigo que se las da de economista crítico del neoliberalismo, tomaba un sorbo de agua, y le contestaba a la dama, ¡aha!, ¡ah, ok! ¡Ah, está bien! ¡Mucha suerte!

La mujer, al obtener una respuesta negativa de mi parte, volvió a intentar. – Hoy soy muy feliz con (inserte aquí el nombre de la empresa piramidal), me dijo. Le deseé suerte en su negocio. Es decir, básicamente la batee.

Si le hubiera importado hubiera seguido la conversación. No lo hizo. Esa emoción por volver a saber de mí se enfrió súbitamente. El Paso 6 decía que si la respuesta era negativa me mandara a la chingada. Y eso hizo. De pronto «ya no estaba emocionada» por saber de mí, y la conversación paró. Yo perdí un minuto de mi vida que hubiera podido invertir en sacarme una lagaña del ojo:

Bueno, si de todos modos estaba viendo el video de la mujer histérica con la máscara de Chewbacca.

Después de cortarme, me saqué mi lagaña, ella se puso ansiosa, hojeó su libretita para encontrar más prospectos a quienes enrolar, porque tiene que enrolar al menos uno antes de echarse a dormir.