Ándele, páseme profe

May 16, 2015

Los maestros… Los maestros en México son poco valorados cuando en realidad son algo así como el segundo padre que habita en la segunda casa de los hijos. El maestro complementa la formación que los padres dan al niño en casa. Mientras los padres ayudan a los hijos a desarrollar su escala de valores, su autoestima, su capacidad para relacionarse con los demás y así como a desarrollar un plan de vida; los maestros dotan a los alumnos de la información y cultura necesaria para poder desarrollarse en la sociedad, no sin complementar de alguna forma el papel que los padres tienen.

10363447_10152568588329903_5410927340818542456_o

A pesar de la importante función que tienen en la sociedad, los profesores son poco valorados. México es el quinto país miembro de la OCDE donde peores sueldos se pagan a los maestros, sólo delante de Eslovaquia, Hungría, Polonia y Estonia. Además de esto, en México se utilizan a los maestros como botín político, los sindicatos como el SNTE y sobre todo la CNTE (qué es parte de la primera), han deteriorado la calidad de la educación con el fin de mantener los privilegios de algunos cuantos. De esta forma, los alumnos menos privilegiados de nuestro país y que son quienes viven en la pobreza, tendrán muy poca movilidad social, es decir, tendrán dificultades para escalar dentro de las clases sociales.

Es por demás curioso que los partidos de izquierda, los que dicen preocuparse por los pobres, no hayan firmado la iniciativa de «10 compromisos por la educación» lanzada por Mexicanos Primero, La iniciativa no habla de privatización ni mercantilización de la educación, sino que más bien propone un esquema donde se busque un mejoramiento en la calidad del profesorado en vez de la proliferación de los cotos de poder que hasta hoy mantienen estancado nuestro desarrollo.

Pero el problema de la educación en México es multidimensional y no sólo tiene que ver con estos cotos de poder. En la educación privada la educación no deja de ser mala. Profesores de mala calidad sin ninguna preparación abundan en los colegios privados, maestros «barquito» que van a cobrar su quincena y quienes no reprenden a los alumnos cuando estos le ofrecen una botella para que no los manden a extraordinario (aunque por lo general, la botella sea más cara), maestros en colegios públicos y privados que enseñan inglés y ni siquiera saben pronunciar «what«, o que prefieren privar a los alumnos de la enseñanza de ese idioma por razones ideológicas.

La figura del profesor se debería de dignificar, debería de ser un privilegio de los más preparados y no de individuos que simplemente tienen una plaza, o que fueron a calentar la banca en los magisterios y en las normales, donde ya de por sí, la calidad de la preparación que reciben estos maestros es paupérrima. Si los maestros no están bien preparados, por consecuencia es muy difícil esperar lo mismo de los alumnos. A los alumnos se les debe de formar y no se les debe de dejar a la deriva, desnudos ante la vida dura que tendrán que enfrentar.