El mito de los planetas que se alinean y del pensamiento mágico

Feb 20, 2015

Los libros de autoayuda nos han llenado de este tipo de pensamientos. Creo que con algunas honrosas excepciones, los libros de autoayuda ayudan mucho al que los escribe y no tanto a los que lo leen. La respuesta a los problemas de la vida tiende a ser simple (sabes lo que tienes que hacer, lo difícil es «agarrártelos» para hacerlo) o lo suficientemente compleja como para tener que ir con un terapeuta profesional que te de una asesoría personalizada. En parte por esto muchas veces creo innecesarios los libros de autoayuda (sobre todo cuando no tienen un bagaje filosófico profundo dentro de sus textos).


El mito de los planetas que se alinean y del pensamiento mágico

Dentro de esta cultura de la autoayuda, se han inculcado cierto tipo de pensamientos relacionados más bien con temas mágicos o metafísicos (en el sentido charlatán de la palabra) que poco tienen que ver con el funcionamiento de la naturaleza, de la mente o de la vida. O bien, suelen hacer una interpretación parcial de ella, edulcorada con temas «trascendentales» para que de esta forma se escuchen atractivos.

Me acuerdo de un DVD que se llamaba El Secreto. En esta obra (que también tenía un libro) afirman que si deseas algo, lo lograrás atraer. Eso que llaman la Ley de la Atracciòn. Ésta dice que los pensamientos influyen en la vida de las personas (eres lo que piensas), y de cierta forma el argumento puede ser verdadero o acercarse a lo real, pero de ninguna forma es absoluto, y menos desde esa perspectiva mágica y charlatana con la cual lo abordan.

Es decir, si estoy buscando trabajo y deseo encontrarlo, es más probable que lo encuentre a que si no lo deseo. Es más fácil también encontrarlo si soy optimista, pero mi deseo y mi actitud positiva no necesariamente garantizarán lograr atraer lo que estoy deseando; simplemente aumenta la posibilidad de que ocurra.

Me gustaba Paulina, la deseaba con toda el alma, estaba perdidamente enamorada de ella, la quería, la amaba. Prefirió irse con Héctor, quien no parece quererla mucho.

No hay algo mágico en ello, no hay ningún secreto escondido. Simplemente es el ser humano actuando de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Puedo desear algo y esforzarme al límite para que al final eso no ocurra. Puede desear algo tanto, que en vez de atraer eso, lo único que lograré es repelerlo (A Paulina le dije 100 veces que si quería ser mi novia, ahora me odia por ser tan enfadoso).

Este tipo de pensamientos hacen que no ejercitemos mucho el músculo de la razón. Más que ayudarnos, nos frustraremos, porque podremos creer que se trata de «merecer» (término ambiguo y sujeto a creencias). Creeremos que el éxito es directamente proporcional al esfuerzo y al deseo, y en realidad se trata de algo mucho más complejo.

La parte que se ignora, que tiene que ver con la razón, es la estrategia. De nada sirve esforzarse y desear si la estrategia es incorrecta. Tomo el caso de Paulina. Posiblemente si hubiera tenido más tacto a la hora de cortejarla y no le hubiera insistido tanto, hubiera tenido más posibilidades. Posiblemente así hubiera sido si yo no hubiera puesto todas mis energías en ella (por más paradójico que suene). Además de eso, está la voluntad de Paulina, puedo hacer lo posible pero ella me puede rechazar por razones totalmente ajenas a mi.

Un director técnico tiene que motivar a su equipo de futbol para que gane, los tiene que mentalizar. Si tienen una mente positiva tendrán más posibilidades de ganar, pero no es lo suficiente. Tiene que aplicar una buena estrategia, tiene que decidir el acomodo del equipo, como lo alineará, tendrá que estudiar al equipo rival. Para ese entrenador será más redituable analizar la alineación en su pintarrón que comprar inciensos para que todos cierren los ojos en el vestidor y se imaginen que están ganando.

Para dar Jaque Mate a esa parte «mágica». Se dice en la verborrea pseudointelectual que cuando deseas algo, el universo conspira para que lo logres y los planetas se alinean para que eso suceda:

Primero, el universo es un conjunto aparentemente infinito de materia que da forma a planetas, estrellas, agujeros negros y demás. No es un ser consciente, ni siquiera es un ser. Algo que no tiene consciencia sobre sí mismo, no tiene la capacidad de «conspirar». Es lo suficientemente absurdo como pensar que el vaso de agua que tengo enfrente intentará matarme.

Y ¿Qué pasa si los planetas se alinean para que «las cosas sucedan»? En cuanto ocurra eso, dejarías de existir inmediatamente porque se tendría que alterar el equilibrio del universo que hace posible nuestra existencia.

No hay nada mágico. La magia se «inventó» para tratar de explicar fenómenos que los avances de la ciencia en determinado tiempo todavía no eran capaces de explicar. Lo que en realidad existe son las leyes de la naturaleza. Nuestros actos, nuestros deseos y nuestros esfuerzos están supeditados a ella, y por lo tanto, para lograr eso que queremos, tenemos que crear una estrategia que sea adecuada para llegar a la meta.

No subestimo los deseos, ni el esfuerzo. Son parte vital para llegar a donde queremos, y sí, por más deseemos algo, tendremos más posibilidades de llegar a eso, pero no son todas las variables en la ecuación. ¡Qué no te engañen! Porque tanto los escritores de literatura de autoayuda como los creadores de teorías mágicas y DVD’s crearon una minuciosa estrategia de ventas para poder hacerse de mucho dinero. Dicha estrategia fue clave para que tuvieran más éxito en su empresa que otros.

Nota 1: Paulina es un ejemplo hipotético. Cerebro tiene su corazón intacto.

Nota 2: Este artículo fue editado por el vaso asesino.