La verdadera Revolución Mexicana, no mamadas

Nov 21, 2014

Mi madre me preguntó cuando fui a comer con ella por qué no estaba vestido de negro (me sorprendía que se volviera activa políticamente). Mi padre llegaba con un encono tremendo a decirme barbaridades de Enrique Peña Nieto. Nunca los había visto tan molestos, era signo de algo, y no formaban parte de una estrategia para desestabilizar al país. De último momento decidí asistir a la marcha. Eso de las marchas no es lo mío, pero la indignación hizo que esta vez cambiara de decisión. Además prometía ser un día histórico, y así fue.

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Creo que esta es la manifestación más importante desde 1968, porque se trató de una manifestación global, marchas en todo mundo pidiendo justicia por los normalistas de Ayotzinapa y pidiendo la renuncia de Peña Nieto. Yo asistí a la de Guadalajara, no tan multitudinaria como la de la Ciudad de México, pero muy concurrida siendo una ciudad no tan acostumbrada a salir a las calles. La marcha fue muy heterogenea, los socialistas son los que se hacen notar más, pero eramos de diversas ideologias, de diversas clases sociales con una misma preocupación en común. Éramos de izquierda o de derecha, éramos jóvenes, padres, estudiantes, orábamos, éramos diferentes pero estábamos ahí por una causa en común.

Queda claro que no se trata de una «estrategia» bien planificada para desestabilizar al gobierno. El gobierno de Peña Nieto se ha desestabilizado solo, y por eso la gente está en las calles, por eso la gente quema al muñeco de Peña gigante en medio del Zócalo capitalino, porque está molesta, porque se siente muy frustrada. Porque la gente caray, quisiera un México más estable, más justo, y no esto que tenemos ahora. Ahora muchos de esos que antes gritaban -mejor ponte a trabajar- se solidarizaron, ahora no sólo le gritan a Peña Nieto y a su gobierno que se pongan a trabajar, ahora piden su renuncia.

A diferencia de 1910 donde se tomaron las armas y donde los revolucionarios se comportaban como caciques, la gente salió a las calles pacíficamente a manifestar su inconformidad. En Guadalajara las reglas entre los manifestantes estaban claras, la violencia estaba estrictamente prohibida, nadie podía llevar cubierta la cara o se le separaba de la manifestación. La policía brilló por su ausencia, pero no se necesitó, quienes asistimos pudimos regularnos solos. No había algún indicio de que fuéramos a «desestabilizar el país».

En México algunos cayeron en actos violentos, pero fueron muy pocos, algunos posiblemente infiltrados o inducidos por ese gobierno al cual le conviene mostrar que se trató de un acto violento cuando no fue así. Porque el gobierno ya no sabe que hacer, está acorralado. La hija de Angélica Rivera, Sofía Castro, es increpada en Las Vegas cuando fue a recibir un premio mientras en la misma ciudad, Calle 13 recuerda a Ayotzinapa en el Grammy Latino, y mientras el Chicharito Hernández se solidariza con las manifestaciones (seguramente el Chicharito quiere desestabilizar al gran proyecto de gobierno desde la banca).

El gobierno inepto vive en una burbuja, no es sensible ante lo que ocurre en el país cuando ellos deberían de ser los primeros en sensibilizarse porque para eso se les paga. En vez de eso pretenden regañarnos e inventan «teorías del compló» (igual que su símil intelectual de las izquierdas) para desacreditar a la gran mayoría de mexicanos que estamos en contra de lo que representan, no por querer estarlo sin sentido, sino porque ellos representan la corrupción, la impunidad, y todo aquello que ya no queremos.

Y no les importa, ellos siguen haciendo lo mismo. Todo parece indicar que los Vázquez Raña ganarán la licitación para las nuevas cadenas de televisión abierta, siguen haciendo negocios con sus amigos, no les importa, quieren seguir enriqueciendo a sus cercanos. Por eso los mexicanos estamos hasta el queque, por eso los mexicanos estamos encabronados, porque estamos hartos de que los gobernantes quieran saquear los recursos que nosotros creamos con el sudor de nuestra frente, porque para nosotros son poco menos que delincuentes en el poder, porque no se vale, porque están moviendo a Méxicco al precipicio.

Pero los mexicanos estamos despertando… Y el Gobierno debe de saber que ya no se encuentran ante la sociedad sumisa y agachada de mediados del Siglo XX. Porque no se trata de una revolución violenta compuesta por revolucionarios que violaban a las mujeres que encontraban a su paso y después se «institucionalizaron», porque se trata de personas que buscan revolucionar conciencias. Esos somos los mexicanos.

Por último les comparto fotografías que tomé de la manifestación en Guadalajara: