El PRI y el hartazgo electoral

Jul 19, 2013

¿Te has preguntado a quienes les creó una sonrisa en la cara la iniciativa del Candigato Morris? (sin entrar en teorías de la conspiración en torno a esta iniciativa ciudadana) ¿A quienes les creo una gran sonrisa el ver ciudadanos hartos de «todos los políticos, y todos los partidos políticos»? La respuesta es muy sencilla. A los del PRI. La respuesta es fácil.

El PRI y el hartazgo electoral

Voto duro. Algo que caracteriza a la mayoría de los votantes del PRI es que son personas que siempre votarán por ese partido. Puede ser por las despensas que reciben en cada elección, quienes trabajan en dependencias gubernamentales o sindicatos afines al PRI (varios de los más grandes), por esa dura filiación que tienen algunos ciudadanos con el PRI, la cual raya en el paternalismo, y también toca a las tradiciones -Yo voto por el PRI porque tiene los colores de la bandera-.

Este sector seguirá votando por el PRI, suceda lo que suceda con las entidades que gobiernen, mientras el partido siga mostrando ese lazo con estos ciudadanos. Vemos entonces que los partidos de oposición no tienen ese voto duro, por lo cual necesitan salir e ir a convencer a la gente de por qué les conviene votar por ellos.

Por esto, al PRI le conviene el hartazgo electoral. El voto duro irá a votarles, mientras que su voto útil será minoría. Pero la oposición perderá, porque al depender del voto útil, de aquellos que preferirán anular su voto, o ya de plano, abstenerse, perderán demasiados votos mientras que el PRI perderá pocos.

Si es difícil convencer a los indecisos, a aquellos que piensan su voto y lo pueden cambiar en función de diversas circunstancias (he aquí donde están los más informados), entonces lo que se puede lograr es que se abstengan de votar por la oposición. La estrategia en el Distrito Federal, es crear la percepción de que en el DF, Mancera está gobernando mal. Se mediatiza el caso de los que fueron levantados en un antro de la Zona Rosa, se empiezan a señalar errores del gobierno, para buscar tratar de detener la buena fama que ganó el PRD con los últimos Jefes de Gobierno (aunque para ser sincero, veo esa empresa difícil, al menos en el corto plazo para el PRI).

El hartazgo, alimentado por la situación política internacional, allana el camino al regreso de la maquinaria del PRI, y cuando el dinosaurio se haya establecido, la oposición estará déficit a comparación de lo que era antes de eso llamado «la transición democrática», y es el hecho de que ya gobernaron y no lo hicieron muy bien, por lo cual no tendrán tanta autoridad moral para hablar de «un cambio», otra vez.

A su vez el PRI podría estar dentro de una paradoja, dónde el desarrollo económico implicaría una pérdida de voto duro (sobre todo con la reducción de un número de pobres). ¿Preferirán mantenerlos en su situación, o se desprenderían de ellos pensando en que acapararán voto útil? Lo mejor para el país es que ocurriera lo segundo.

Posiblemente ante esta realidad donde los tricolores se benefician del hartazgo, quienes no quieran al PRI, tendrán que votar por el «menos peor», aunque el nombre del candidato que tachen en la boleta no les satisfaga.