#Carfree, hacia ciudades libres de autos

Sep 6, 2011

“No hay que eliminar el auto, hay que moderar su uso”: Eric Britton

La primera vez que tomé conciencia en mi vida sobre la necesidad de reducir el flujo de autos en la ciudad fue en Nueva York. Es cierto que Estados Unidos es un país capitalista, donde los intereses de las empresas petroleras rebasan los márgenes de maniobra del gobierno, donde se ha inculcado que tener un automóvil es una forma de vida. Pero Nueva York es una ciudad que rompe con los esquemas de la cultura estadounidense, a pesar de que en esa ciudad se encuentran las bolsas de valores como Wall Street y Nasdaq, la población neoyorquina tiende a ser más socialista que el promedio de su país, en casi todas las elecciones el estado vota por los demócratas (de hecho me tocó estar en plena campaña electoral y la «obamamanía» estaba a todo lo que daba). Tal vez por esto podemos ver que los medios de transporte en Nueva York están más «socializados» que en cualquier otro punto del país.

Dentro de toda la isla de Manhattan no me tocó ver embotellamientos ni congestionamientos viales, de hecho en Middle Town (donde se encuentra Central Park) me tocó ver calles vacías y mucho espacio en las banquetas para poder estacionar los automóviles. Me pregunté, en una ciudad donde proliferan rascacielos entre los 40 y 80 pisos promedio, ¿por qué no se genera tanto tráfico?. Las avenidas de Manhattan no son muy anchas, al menos si las comparamos con avenidas como Lázaro Cárdenas en Guadalajara o bien, el Periférico en el D.F. ¿Cual es la razón de esto?. Que en Nueva York siempre se ha apostado por el transporte público como prioridad para la movilidad urbana.

El metro de Nueva York tal vez no sea muy bonito estéticamente (de hecho los vagones tienen décadas de antiguedad), pero es muy funcional. Te permite moverte de un punto a otro en Manhattan en menos de 20 minutos. La frecuencia de los vagones es suficiente para abastecer a toda la población de la ciudad, el flujo de personas es impresionante, y contrario a lo que se podría pensar, en Nueva York, el transporte público no es para «los pobres», es común ver a ejecutivos de importantes compañías trasladándose en el metro. Arriba, en las calles, abundan los taxis y los autobuses, porque en Nueva York, solo el 30% de los habitantes tienen automóvil, no lo necesitan.

Dentro de Manhattan no hay pasos a desnivel, ni distribuidores viales, solo existen puentes atirantados que comunican a Manhattan con New Jersey y las demás secciones de la ciudad. Estos puentes atirantados están justificados dado que sirven para que los automóviles puedan cruzar los ríos que separan a Manhattan del resto de Nueva York. No se podría decir lo mismo de un puente atirantado como el de Guadalajara donde no cruza ningún obstáculo para justificar su construcción, y donde se hubieran podido optar por otras opciones más económicas para solucionar el congestionamiento vehicular en esa zona.

En Guadalajara, a pesar de ser una ciudad mas subdesarrollada que en Nueva York, el índice de autos per cápita es más elevado que en la Gran Manzana, y de hecho va en aumento. Esto porque el gobierno ha privilegiado el uso de los automóviles y ha construído infraestructura para los automovilistas, pero como los expertos aseguran, esta nueva infraestructura terminará por saturarse; y es cierto. En arterias como López Mateos hace unos pocos años se construyeron varios pasos a desnivel, y ahora en horas pico son intransitables.

El rector del ITESO, donde se llevó a cabo la primera conferencia de Carfree presidida por Eric Britton, admiró la valentía del Secretario de Vialidad Diego Monraz (uno de los políticos panistas que ha privilegiado el uso del automóvil en los puestos que ha tenido), por su presencia. Le digo que tal vez iba a escuchar cosas que no le iban a gustar. Y así fue. Eric Britton dijo que el evento de Carfree tiene dos objetivos: que los grupos de activistas que promueven el uso de la bicicleta en la ciudad y en el país “logren una mejor comunicación”. Aprovechó para lanzar su candidatura a la alcaldía de Guadalajara y de paso dijo que el siguiente presidente de México debería ser una mujer. También aprovechó para lanzar una crítica contra el sistema neoliberal actual y usó como referencia el Coeficiente Gini para demostrar cómo en los últimos años la brecha entre ricos y pobres se ha disparado.

Guadalajara tiene mucho por hacer en el asunto de la movilidad. El servicio de autobuses es pésimo. Solo existen 2 líneas de Tren Ligero y una de Macrobús (BRT). La ciudad, sobre todo desde la llegada al poder del PAN ha sido pensada para los automovilistas, pero ni siquiera tiene la infraestructura para satisfacer las necesidades de quienes se mueven en este tipo de transporte. Muchas de las calles son angostas, y no existen muchas vías rápidas. Es por esto que un sector de la población (todavía minoritario como afirma Eric Britton) se ha movido para buscar una solución. Se ha buscado promover el uso de la bicicleta, pero apenas se han construído ciclovías, y algunas de estas han sido hechas por los ciudadanos (las cuales los automovilistas no respetan). no hay ninguna intención por parte del gobierno por reactivar el proyecto original de líneas de Tren Ligero, y no se ha hecho nada por mejorar el transporte público, como los autobuses.

En muchas ciudades ya están tomando conciencia de esto y están apostando al transporte público y a alternativas como la bicicleta. Hay muchos intereses en juego, las grandes compañías petroleras perderían ingresos, las armadoras de autos también. Pero el futuro de la sociedad debe de ser prioritario sobre lo que diga el mercado o las grandes empresas. En un mundo actual donde la gente percibe el futuro como sombrío y desolador, no queda de otra más que luchar y revertir el daño que han viniendo haciendo los gobiernos junto con las empresas privadas a las ciudades, se necesita un cambio, mejor planeación. Si bien, es cierto, no todos van a querer bajarse de sus automóviles, porque mucha gente lo siente como su espacio vital, como dice Britton, hay que moderar su uso.