Y mientras tanto, el PRI prepara su regreso a Los Pinos.

Ene 28, 2011

Acabamos todos saturados con las noticias de Kalimba, de hecho quienes rehuímos a la TV no nos salvamos de dicha saturación demencial. En todos los portales de Internet y en los blogs más importantes se le dió una amplia cobertura a un hecho que en realidad no era relevante para la sociedad mexicana. El periódico Reforma de hecho siempre publicaba estas noticias en primera plana. Muchos sospecharon lo mismo de siempre, que si era una cortina de humo para distraer a la sociedad de todo lo malo que está sucediendo en el país (violencia, bajo nivel educativo etc…), no lo sé, pero quienes tratamos de despejarnos y evitar un poco toda la situación de Kalimba, de la detención del JJ y de las peleas absurdas entre Laura Bozzo y Rocío Sánchez Azuara, vemos que mientras todo esto sucede, el PRI ya prepara su regreso a Los Pinos.

Al parecer los panistas y los perredistas, que alguna vez fueran vistos como la oposición que buscaba instaurar la democracia en México, están abriéndole las puertas de Los Pinos a un PRI, que si no le sucede nada raro o si no mete la pata más feo que en el 2006 entrará sin ningún problema. El PAN y el PRD han perdido mucho capital político, el primero por un desempeño deficiente en la presidencia en 10 años y el comportamiento agresivo que tuvieron en las elecciones del 2009; y el segundo porque después de las elecciones del 2006 se ha fracturado, dividido y ha caído en juegos patéticos (ejemplo Juanito y los brincos de AMLO del PRD a PT y Convergencia) que son muy mal vistos ante el grueso de la población.

Es tanta la desesperación de ambos partidos, que a pesar de haber sido enemigos acérrimos y que un partido haya cuestionado incluso el triunfo electoral del otro, se terminaron uniendo para combatir al PRI. Pero las divisiones internas entre los partidos hacen todo más complejo. La llamada Nueva Izquierda propone aliarse con el PAN para contender en el Estado de México con Purificación Carpinteyro, pero AMLO dice, no, no va a haber tal coalición y yo voy a apostar con Encinas. Creo que en este caso estoy de acuerdo con López Obrador, porque se me hace inconcebible que un partido de izquierda y de derecha se unan. Ya lo había dicho antes, tal vez pragmáticamente funcione, pero en el sentido ideológico es un insulto y casi hasta un agravio para los votantes.

El PRI es un camaleón político, no está bien definido si es un partido de derecha o de izquierda y por lo tanto tiene la ventaje de poder moverse a donde quiera para atraer más electorado. Puede hablar bien de los pobres, de los empresarios, del estado laico, y hasta de la misma Iglesia con la que ha tenido acercamientos últimamente. Enrique Krauze hace una distinción entre las tres barajas que tiene el PRI para el 2012: Está el PRI pragmático encarnado en Manlio Fabio Beltrones; el PRI ideológico y revolucionario de Beatriz Paredes (nada más hay que verle la fachita para darle la razón a Krauze) y por último el PRI mediático de Enrique Peña Nieto. A Beltrones lo podríamos ubicar tal vez en el centro del espectro político, a Paredes en la izquierda y a Peña Nieto en la derecha, aunque los tres tienen algo en común, los tres no solo son priístas, sino que encarnan ese priato autoritario. Beltrones y Paredes por su edad pareciera que ya están bien vividos, se podría pensar que Peña Nieto no tanto porque es más joven, pero tiene el apoyo de Salinas, lo que nos dice que no es nada diferente por el solo hecho de ser joven.

Los priístas son muy inteligentes. Antes, cuando no eran mayoría, votaban junto con el PAN las reformas, y si bien podían tener pequeñas discrepancias, sacaban los acuerdos fácilmente. Ahora que lograron junto con el PVEM, la mayoría en el congreso, se oponen a todas las reformas del PAN y del ejecutivo para hacer quedar mal al presidente, y proponen las suyas, que sin saber si en realidad son eficaces, generarían contento en la población, ahí está la propuesta de disminuir el IVA a un 12%, y también la de consolidar el IETU y el ISR en un solo impuesto (lo que le quitaría el dolor de cabeza a muchos ciudadanos). La duda es ¿de donde van a sacar los priístas los recursos que se van a dejar de percibir?.

El PRI está preparando el terreno y parece que no quiere volver a cometer los errores del pasado. Lo malo de todo esto es que la llegada del PRI (y más si se trata de Peña Nieto) sería un retroceso político en México. Sería un mensaje de la ciudadanía que estaría diciendo: -Mejor que vuelvan, los que sí, eran corruptos y autoritarios, pero que sabían gobernar. Ernesto Zedillo ya se atreve a cantar victoria y dice en medio del Foro Económico Mundial que su partido va a regresar al poder. Gustavo Madero, presidente del PAN sale a la defensa de su partido y dice: Esta es una estrategia mediática para tratar de hacer una profecía que se autocumpla, pero no llega más que a eso, los mexicanos no quieren de regreso al PRI, los mexicanos saben muy bien que nos costó retraso, generación de pobreza, capacidad y corrupción. Pero el PAN cometió un grave error al hechar mano del aparato autoritario creado por el PRI, sobre todo con las alianzas que hicieron Calderón y Vicente Fox con Elba Esther Gordillo.

Enrique Krauze no se equivoca al decir que el PAN se parece cada vez más al PRI. Y si tomamos en cuenta que para el grueso de la población el PRD son a fin de cuentas ex-priístas, entonces la gente ya no sabe para donde hacerse. No muchos mexicanos están contentos con la democracia, parece que no es parte de la idiosincrasia mexicana. Tal vez si quiera un país realmente democrático me tenga que ir a Europa o a algún otro país, porque lamentablemente nuestra historia como país no ha sido democrática, por el contrario, el autoritarismo (clerical, laico) ha sido la constante. El PRI no es un partido democrático, el PAN cada vez lo es menos, y el PRD tampoco demuestra serlo, más con gente como López Obrador que critica a las instituciones y luego se cuelga de ellas (véase todo lo que sucedió con Clara Brugada y Juanito). La democracia en México se sostiene entre hilos (y conste, solo es una democracia formal), y con cualquier paso en falso podríamos perderla.

Pero lo que ya es inminente es el regreso del PRI a Los Pinos. Ya lo están avisorando ellos a año y medio de que sean las elecciones. La duda es si se podrá conservar ese «remedo de democracia» que tenemos. Y digo remedo de democracia, porque no es una democracia completa, no siempre se respeta el voto de la mayoría, aunque si vemos algunos tintes democráticos en lo formal, sobre todo en la forma en que actúan los partidos en el congreso y en que México existe cierta libertad de expresión (quien diga que no la haya, vean lo que està sucediendo en Egipto donde el gobierno cortó el Internet a raíz de unas protestas).

No veo un buen futuro para México en lo político, ni el PAN ni el PRD pudieron acabar con los poderes fácticos y el PRI los tendrá de regreso tal y como quedaron cuando se fué del poder. Sabíamos que la democracia implicaba cierto dolor, pero no quisimos pagar por ello.