Relato de la riqueza y la pobreza africana.

Jun 21, 2010

Estaba en una cita con un cliente, con el cual estamos pensando en lanzar un nuevo proyecto. Mi cliente (o más bien socio) es africano, y si bien no les puedo contar en lo que consiste el proyecto (por razones obvias), si les puedo decir algunas cosas que me estuvo contando con su acento inglés afrancesado. El me mostró algunas fotos de como viven los hijos de los ministros y dueños de las riquezas en algunos países africanos. Las fotos me impresionaron porque los hijos de los grandes capitalistas africanos son más snobistas que los ricos mexicanos, por poner un ejemplo: Necesitan estar aparentando su riqueza con sus relojes, sus cadenas, sus joyas y su ropa de última marca, algo así como los raperos norteamericanos, pero con un mejor gusto. Y claro no pueden faltar las chavas con las cuales tienen relaciones sexuales, los yates, y los antros donde solo se puede entrar por invitación.

El snobismo cae a tal grado, que si un artista como Ricky Martin va a tocar a algún país africano o a algún país donde se encuentren alguno de estos African Junior’s, estos últimos le pagarán a ese artista para que mencione su nombre en el concierto. Es tal el grado de querer llamar la atención de parte de estos hijos de millonarios que hacen lo imposible por mostrar su gran nivel de vida. ¿Y que dirán sus papás al verlos derrochando todo su dinero? Sentirán orgullo, porque los ministros y ricos de África compiten por mostrar quien tiene más riquezas y por lo mismo derrochan todo el dinero en sus hijos, están orgullosos de darles todo para que tengan una vida lo más placentera posible. ¿Mas Rolex, más metesaca con mujeres, más yates?, más motivos para que los padres se sientan más orgullosos.

Es tan contrastante lo que viven los ricos africanos con el pueblo, que solo necesitan salir en su auto lujoso de su casa para ver la miseria que rodea al pueblo. Sus mansiones son tan grandes y lujosas, mucho más que lo que se vé en un país en México, son como ghettos privados en donde se ocultan de la realidad africana. Ellos son unos pocos afortunados en medio de millones de personas que no saben si el siguiente día van a comer. Esto hizo que formulara la siguiente pregunta. ¿Oye, y porqué la gente no se rebela contra ellos?. Me dice, ellos no se rebelan porque le temen al «Black Magic» (magia negra) y al vudú, no secuestran a los ricos porque creen que serán castigados por las fuerzas superiores, ¿y como no van a tener miedo, si en países donde hay todo tipo de enfermedades y malformaciones, y que entre la población se piensa que estos son atribuídos al castigo divino?. En Africa no hay una clase media que cuestione la riqueza como lo hay en México, la mayoría de los países todavía no son democráticos y los que si lo son, no tienen todavía las condiciones para formar un pueblo capaz de decidir por sí mismo.

En resumen, los ricos en África, son muy pocos, pero en promedio son más ricos, que el rico promedio de México. Pueden llevar una vida tan placentera como las que llevan los millonarios mexicanos como Carlos Slim. Ya sean ministros, dueños del petroleo o de los diamantes. Aprovechan las condiciones miserables de su pueblo quien se quedará quieto a la hora de ir a buscar la fortuna, la mayoría no los juzgaran y muchos de ellos ni siquiera saben que existen.

Creo que el caso de África nos debe de poner a reflexionar y a ser agradecidos. Porque a pesar de todas las carencias de nuestro país, podemos ver que tenemos muchas cosas valiosas que ellos no tienen. A pesar de todo se tiene una mejor distribución de riqueza si se compara con los países africanos; a pesar de tener un duopolio televisivo, hay medios independientes donde expresarse; tenemos seguridad social; tenemos más oportunidades de salir adelante. Es cierto, falta muchísimo por mejorar en nuestro país, pero tambien hay que aceptar que no estamos en el peor de los escenarios, porque tenemos a mi consideración, las herramientas para salir adelante que los pueblos africanos no tienen. Si los mexicanos nos lo proponemos, podemos hacer de este país, un gran país, claro, falta que todos actúen y se responsabilizen en el papel que a cada uno le toca y claro, ojalá algún día estos pueblos africanos logren despertar como pueblos.