En el 2010.

Ene 10, 2010

Hace 10 años, lo recuerdo muy bien. Estaba viendo el canal de MTV por el extinto (al menos en México) Directv un majestuoso evento donde participaban artistas de todo calibre para darle la bienvenida al año 2000 en el Times Square de New York. Todo mundo tenía puestos sus lentes que formaban el año 2000, y no muy lejos de ahí, las torres gemelas nos decían con su imponente estructura, que no les quedaba mucho tiempo de vida. Pero nadie, tal vez ni siquiera los de Al Qaeda, sabían que iban a desaparecer por un atentado terrorista.

Se sentía una catarsis interna al saber que a nosotros nos había tocado vivir el cambio de milenio, nos sentíamos especiales porque no muchos humanos podían presumir haber vivido ese cambio. Y si, el nuevo milenio trajo muchos cambios positivos y negativos dentro de nuestro planeta, sucesos y reacciones inesperadas que nos movieron el tapete y cambiaron el transcurso de la historia de la humanidad para siempre.

Ahora estamos en una situación un poco parecida, nos hemos dado cuenta que ya han pasado 10 años desde aquel cambio milenario y muchos nos hemos dado cuenta que el tiempo ha pasado volando, algunos habremos aprovechado muy bien la vida en esta década y otros no tanto.

En México el 2010 es un año clave, no solo por los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. Sino que muchos esperan que en México ocurra un cambio de los mismos tamaños ante esta fecha simbólica, por el descontento social que existe en nuestro país. Unos esperan que el cambio se dé desde el institucionalismo, otros desde el interior de cada persona, otros lo desean hacer en la calle, y unos cuantos no se la pensarían dos veces para tomar las armas como sucedió hace 100 y 200 años.

Creo que es sano replantearse un cambio como país, y tomar como pretexto el simbolismo de la fecha. Pero los que han leído algo de historia, se habrán dado cuenta que en los dos eventos anteriores algo salió mal, tanto que los 99 años que le siguieron a cada episodio, sirvieron para tratar de recomponer los errores que trajo cada suceso. Especialmente lo podemos ver con la Revolución Mexicana que terminó en una dictadura disfrazada por el PRI que duró 70 años, o con la lucha entre conservadores y liberales que se desató después de la Independencia.

Estamos en una situación coyuntural donde podemos pensar en algún cambio. Estamos empezando a recuperarnos de una crisis económica, estamos descontentos con la forma en que el gobierno se ha manejado, e incluso también nos molesta la reacción de la oposición a ese gobierno. La credibilidad en las autoridades está por los suelos, vemos como otros países como Brasil ya han tomado la decisión de salir adelante mientras nosotros estamos todavía pensando en que vamos a hacer. Realmente estamos en una crisis como país, como un todo. Pero también dicen que las crisis son momentos de oportunidad, momentos de replantearse la forma en como se hacen las cosas.

En esta coyuntura también tenemos algunos elementos positivos que abren más las posibilidades para pensar en un cambio. Y uno de esos elementos es la libertad de expresión. Hace algunas décadas uno tenía que aceptar y respetar el sistema. Ahora tenemos muchas voces críticas, tenemos intelectuales de izquierda y de derecha que están al tanto del que hacer político y social en nuestra nación, pero sobre todo, ahora más que nunca, el ciudadano común es libre de expresarse. Ahora el mexicano común ya puede pensar en crear asociaciones civiles, ya puede pensar en manifestarse sin algún interés que lo obligue, tiene todas las herramientas, tiene no solo el Internet y las redes sociales que tanto son utilizadas para estos medios. Tiene su voz, y sobre todo la razón. Y si algo no se ha valorado como un cambio positivo en México, es el ejercicio de la libertad de expresión.

Es por eso que podemos pensar en el 2010 como un cambio real. Creo que tenemos la capacidad y los medios para replantearnos las cosas como nación y como conjunto de personas que somos. ¿Seremos los partícipes de una nueva revolución que de verdad redirija a nuestro país a mejores caminos?, ¿o será este un año más, como cualquier otro?. La respuesta y la decisión se las dejo a ustedes.