Dicen por ahí que hay un sesgo de género en contra de Claudia Sheinbaum.
El tema no es nuevo. Preguntarse si las mujeres reciben un trato diferente que los hombres es un tema muy válido.
Miren. Estaba trabajando un proyecto con la IA donde una de las tareas que realizaba era la obtención de imágenes de distintas profesiones (en una plataforma llamada Leonardo, muy parecida a MidJourney).
Resultó que en la gran mayoría, estas imágenes mostraban hombres (de 100 profesiones, más de 80). Tan solo en las profesiones muy estereotípicas como enfermería o nutrición se desplegaban mujeres. Incluso al utilizar la palabra «biologist» me mostró hombres siendo que hay más mujeres biólogas.
Naturalmente, estos modelos están entrenados con un gran base de datos de información en Internet. La gran mayoría de esa información tiene solo unos años de antigüedad y tiende a ser generada dentro de países desarrollados que, en el papel, son más equitativos en cuestión de género que en los países del tercer mundo.
Es un ejercicio interesante porque logra brincar todas las subjetividades y sesgos culturales o ideológicos que pudiera haber en una investigación típica sobre el tema (que si la investigadora es feminista o que si la encuestada vive en una sociedad donde el machismo está normalizado). La IA solo muestra lo que es más común en toda la información que hemos ido creando a lo largo de estos años.
Claro está. Si existen esos sesgos, es de esperarse que puedan existir sesgos (muchas veces inconscientes) sobre el trato que se le da al hombre y a la mujer. Y el tema de la política, tradicionalmente dominado por hombres, es un tema que no debe escapar. De hecho hay investigación al respecto que puedes consultar aquí.
Esta situación nos mete en un terreno fangoso, porque por un lado es muy válido preguntarse si existe un trato diferenciado y si la crítica que se hace a una candidata es diferente a la que se le hace a un candidato.
Pero, por el otro, es cierto que existe quienes puedan aprovechar esta situación para acallar a aquellos que osen criticar a una candidata mujer. Lo cierto es que tanto los políticos hombres y mujeres deben estar sujetas y sujetos a la crítica y al escrutinio por igual, como bien lo señala Denise Dresser en su columna «maroma machista».
Por ejemplo, Viri Ríos sugiere entre líneas que quien afirma que Claudia es incompetente está siendo de alguna forma machista, aunque es cierto que también se ha dicho una y otra vez lo mismo de López Obrador. Situación similar ocurre cuando ella afirma que Claudia es un clon de AMLO mientras que a los hombres se les ve como pragmáticos por hacer lo mismo, aunque la misma crítica se le ha hecho a Adán Augusto una y otra vez.
Llama también la atención que estos días se hayan publicado varias columnas que hablan sobre el mismo tema, lo cual es sospechoso por la cercanía de las publicaciones y por el timing (justo cuando la competencia entre las corcholatas acaba de comenzar).
Es algo perverso que haya quien quiera montarse en esta problemática con fines políticos, no solo porque trivializa un tema importante, sino porque lo utiliza como escudo para neutralizar y relativizar críticas que bien pueden ser muy válidas así como para victimizar a alguien que forma parte del poder y que debería estar bajo el escrutinio público. Incluso hay quienes ya lo han hecho pero que, cuando el presidente López Obrador denostó a las feministas y canceló los albergues para mujeres, callaron.
¿Son las críticas hacia Sheinbaum expresiones de machismo? Tendríamos que desagregarlas ya que es difícil saberlo y es posible que se necesite un contrafactual: digamos, un hombre que tome decisiones similares que Claudia Sheinbaum para ver si existe una diferencia en intensidad o en criterios. También se podría hacer un análisis de discurso en la información y opiniones que la gente arroja sobre la candidata para después compararla con otros casos.
Pero de ahí no se sigue que se deba denostar cualquier crítica de forma apriorística para acallarla en nombre de un supuesto machismo. El análisis al respecto debería ser riguroso y no uno basado en suposiciones para evitar cualquier crítica hacia la candidata.