1) Después de una recesión, en parte provocada por la pandemia, en parte autoinflingida, la economía se medio recupera y se crean algunos empleos (no por mérito del gobierno sino porque después de la crisis siempre viene una recuperación). No es cuestión de números sino de cómo la gente lo percibe en su cotidianidad. Algunas personas que habían perdido su empleo ya encontraron uno, las ventas comienzan poco a poco a subir.
2) Mucha gente ahora sí se siente representada y comprendida después de ver pasar a tanto tecnócrata queriendo entender al país desde un penthouse en Santa Fe. Además, ellos reciben su apoyo de Sembrando Vida o su pensión. Para ellos 1,000 pesitos al mes hace una gran diferencia en su vida y los saca de muchos apuros económicos.
3) Sí, este gobierno ha manejado la pandemia «con las patas», pero la mayoría de la gente no se va a poner a ver números ni a hacer comparaciones con gráficas como acá le hacemos en las redes sociales. Parece que en los sectores populares (por falta de información, responsabilidad sí, del gobierno) no les parece preocupar tanto e incluso varias personas, sobre todo en los pueblos, no quieren vacunarse. Y de los otros tantos que sí se están vacunando, se sienten agradecidos con los «cuervos de la nación» y el gobierno.
4) La oposición es un chiste, no han logrado construir un mensaje medianamente inspirador para sacar a los apáticos e indecisos a votar. Los spots son una porquería, no entienden que no entienden Todo se trata de AMLO, AMLO y AMLO, y eso sólo fortalece la imagen de AMLO.
5) ¿El INE? ¿La democracia? aquí coincidimos en que es muy importante. Pero a la mayoría de la gente no le importa, en gran medida porque no les hemos sabido comunicar su importancia. Peor aún, para muchos la democracia trata de elegir entre puros políticos corruptos. Para las bases de AMLO, democracia es estar representados por un líder que sí los entiende como AMLO y no por gente ajena a ellos.
6) De acuerdo a los datos demoscópicos, parece que la alianza «Va por México» no ha sido bien recibida. Varios panistas nunca votarían por un priísta y viceversa. Su único mensaje es «odiamos a AMLO» y «es una desgracia». Básicamente, lo único que hacen es repetir todo lo que ya se dice en la sobremesa, solo que con trabajadores del pueblo «blancos».
7) Porque no hay un líder opositor, uno solo. Es más, hasta la vieja guardia: véase Diego Fernández de Cevallos, es la que ha tratado de rescatar al PAN. No hay cuadros nuevos.
8) Nuestra percepción de la realidad no es la misma que la percepción de la realidad de los menos privilegiados. Nunca nos molestamos en entenderla, los políticos de oposición peor aún. Muchos dicen estar impresionados por lo «irracionales o lo ignorantes en materia económica» de la gente de a pie, pero no tener la capacidad siquiera de entender las otras realidades es un acto de profunda ignorancia.
Y si no hay una profunda reflexión, un ejercicio de empatía con esa «otredad», (empatía de verdad, no las jaladas de Ricardo Anaya) no sólo van a mantener la mayoría calificada, sino que en 2024 seguirán en el poder con todos los lujos.