Después de meses e incluso algunos años de duro esfuerzo, México Libre no logró el registro como partido.
Los rumores y críticas abundan. Algunos (entre ellos Felipe Calderón y Margarita Zavala) aseguran que AMLO presionó al INE, otros que ello no pasó y que las razones para negarle el registro al partido tienen sustento. Pero aquí no hablaré de eso (lo dejaré para una ocasión posterior, cuando conozcamos la resolución del Tribunal al cual seguramente Margarita y Felipe acudirán).
Lo que aquí me importa tiene que ver con las implicaciones de esta decisión en el panorama electoral, y son implicaciones que muchas personas no están viendo.
Si se ve el asunto por encimita, si uno lee los tuits de Calderón criticando al INE y a López Obrador decir que fue un «triunfo del pueblo», uno asumirá que esto es una victoria de AMLO y que significa la consolidación de poder al «destruir alternativas a MORENA», pero si se le ve con más detenimiento, lo que se ve es otra cosa muy distinta.
Es cierto que López Obrador ha festejado que a México Libre le hayan quitado la posibilidad de participar (lo cual me parece despreciable por parte de un presidente), pero ello no implica que este escenario le convenga: o 1) no se ha dado cuenta de ello, o 2) sabe que no le conviene, pero lo festeja porque Calderón es el «enemigo» y le funciona para fortalecer su narrativa, pero ¿por qué este escenario no es el más conveniente para López Obrador?
La respuesta es simple: México Libre iba a dividir el voto opositor (divide et impera) y no iba a permitir lo que incluso sin ellos se antoja complicado: la creación de un bloque opositor frente a MORENA que pueda captar los votos del antilopezobradorismo. No lo iba a permitir por el simple hecho de que el calderonismo y el PAN rompieron cualquier puente de comunicación.
Es cierto que para 2021 la oposición (o como se le pueda llamar) buscará quitarle a López Obrador la mayoría en las cámaras, y cuantitativamente da igual si el PAN gana, por decir, 100 diputados más o si se los reparte con México Libre, aunque también es cierto que es más efectiva una oposición homogénea en las cámaras que una donde los distintos partidos que la conforman tengan rencillas. Resulta, además, que no solo en 2021 sino a lo largo del sexenio habrá elecciones de gubernaturas y varias alcaldías. Ahí donde México Libre tuviera candidato, ahí dónde el voto de la derecha quedaría más fragmentado.
El problema mayor habría sido en 2024 porque la presencia de México Libre le impediría a la oposición crear un frente opositor que busque quitarle a MORENA la silla presidencial dada la indisposición de aquel partido y el PAN de formar acuerdos.
Supongamos que el antilopezobradorismo hará voto estratégico en contra de MORENA votando por el PAN (aunque no simpatize del todo con ese partido). Imaginemos que los resultados del 2024 quedaran de la siguiente forma.
MORENA-PT-PVEM | Coalición PAN-MC y PRD* (si existe todavía) | PRI |
41% | 43% | 16% |
En ese escenario, la coalición le quitaría el poder a MORENA y lo desterraría de la silla presidencial. ¿Pero qué pasa si metemos a México Libre en la ecuación? Digamos que la mayoría de la oposición debe votar por el PAN, pero los más afines al calderonismo deciden votar por México Libre. Imaginemos que México Libre tiene el 5% (3% del cual habría votado por el PAN y otro 2%, los más férreos calderonistas que no votarían por el PAN nunca, por el PRI). Quedaría algo así:
MORENA-PT-PVEM | Coalición PAN-MC y PRD | México Libre | PRI |
41% | 40% | 5% | 14% |
Aquí México Libre sería determinante para el triunfo de MORENA, quien ganaría de forma apretada en este ejemplo. Pero ¿qué pasaría si México Libre lograra conformarse como «la opción opositora» dejando la coalición PAN-PRD-MC solo con su voto duro y sus leales? Tal vez tendríamos algo así:
MORENA-PT-PVEM | Coalición PAN-MC y PRD | México Libre | PRI |
41% | 10% | 35% | 14% |
En este escenario la victoria de MORENA sería todavía más contundente, ya que el PAN tiene una base que no es despreciable y MC tiene la suya en estados como Jalisco y Nuevo León. Digamos que de ese 10% el 7% corresponde al PAN y el 3% a MC.
Incluso un escenario así, aunque más complicado (dado que habrá voto estratégico y casi necesariamente se inclinará hacia una de las dos opciones), podría llegar a ocurrir.
MORENA-PT-PVEM | Coalición PAN-MC y PRD | México Libre | PRI |
41% | 25% | 20% | 14% |
Para que la oposición pueda quitarle el poder a López Obrador, necesita crear un frente que capte al voto opositor. Si AMLO mantiene suficientemente popularidad como para que gane con el 40% e incluso un poco menos (en 2018 obtuvo el 53%), entonces la presencia de México Libre podría terminar de darle el triunfo a MORENA.
El escenario más complicado es que México Libre sea parte de la coalición, pero sabemos que eso muy difícilmente habría sucedido.
MORENA-PT-PVEM | Coalición PAN-MC-PRD-ML | PRI |
41% | 45% | 14% |
Aquí habría ayudado a consolidar el triunfo de la coalición, y solo en ese caso la negativa del INE a México Libre para conformarse habría beneficiado a López Obrador. Pero el contrafactual «¿qué habría sucedido si… ?» tal vez no sea tan difícil de responder, ya que un escenario donde el PAN y México Libre cooperaran habría sido muy difícil.
Es evidente que en este ejercicio estoy planteando supuestos. No sabemos si el PAN logrará por sí mismo amalgamar todo el voto opositor. No sabemos si algunos, decepcionados de toda la clase política, se quedarán en su casa (cosa a la que aspira el régimen). No sabemos qué hará el PRI: si se integra a la coalición o hace una con MORENA. Tampoco sabemos con certeza si habrá coalición siquiera, pero plantear supuestos funciona para ejemplificar cómo es que la presencia de México Libre en el escenario puede dividir el voto tanto en las elecciones presidenciales como en las alcaldías y gubernaturas donde contiendan.
México Libre y el PAN apuntan a un mismo electorado, y si bien el PAN pareciera haberse «socialdemocratizado» un poco, tampoco es que algo tan diferente pueda decirse de México Libre que guarda una buena relación con el Partido Demócrata de Estados Unidos y hasta son referente para ellos. Por ello es que la presencia de ambos partidos no hará más que dividir los votos ya no solo de la derecha, sino de la oposición antilopezobradorista como tal.
La noticia debería ser más bien buena para quienes quieren ver a MORENA fuera del poder, aunque no definitoria. Habrá que ver si el PAN tiene la capacidad de acaparar el voto opositor, habrá que ver si se forma algo parecido a una coalición. El escenario sigue siendo complicado.