Como algunos de ustedes saben, desde principios de este mes entré a estudiar la maestría de Ciencia Política en el CIDE.
Evidentemente, quien ha escuchado algo sobre el CIDE sabe que no es cualquier institución. La exigencia académica es muy alta.
Estas últimas semanas han girado en torno a la maestría. Por lo general, con todas las lecturas, clases y ensayos, mi rutina empieza como a las 8:30 AM de la mañana y termina a las 10:00 PM. Algunas veces termino hasta más tarde, aunque también hay otros días son más tranquilos y puedo tener parte de la tarde libre, pero por lo general la dinámica es así.
Los fines de semana los he tenido también un tanto ocupados. Aprovecho para leer algunas lecturas que tengo pendientes, practico un poco de matemáticas (porque sí, llevamos algo de matemáticas y cálculo), etc.
Para mí todo esto es una experiencia muy grata. Puede parecer muy matado, pero cuando es lo que te gusta y lo que quieres, la verdad es que se disfruta. No me pesa esta rutina, la paso bien (claro, con excepción del cansancio mental en el que a veces se puede llegar a caer) y la verdad estoy aprendiendo un montón como no tienen idea.
Pero si estoy tan ocupado, ¿qué va a pasar con este blog? ¿Este espacio va a morir?
El Cerebro Habla va a seguir vivito y coleando. De hecho, si observan mis últimas entradas, podrán ver que subí algunas este mes. Afortunadamente he encontrado espacios para seguir publicando. Inclusive la intención es que este espacio me pueda ayudar a practicar un poco lo aprendido de tal forma que con ello pueda alimentar mis artículos de crítica política.
Lo que sí va a pasar es que escribiré de forma más periódica. Estoy calculando que publicaré algo así como la mitad del número de artículos que venía publicando anteriormente. Es decir, si antes escribía quince artículos al mes en promedio, ahora tal vez suba siete u ocho. La carga de estudio difícilmente me dará para más.
Así que aquí voy a seguir haciendo mis críticas políticas y sociales. Espero que con el conocimiento que adquiera en la maestría sean cada vez más refinadas.
Gracias a mis lectoras y lectores por su comprensión.