1) La izquierda suele ser abstracta y cualitativa. Los izquierdistas y/o progresistas suelen ser más creativos, abiertos al cambio, menos ordenados, suelen tener mayor compasión por el débil y por aquellos que no forman parte de su círculos cercanos.
2) La derecha suele ser concreta y cuantitativa. Los derechistas son menos abiertos al cambio, son más metódicos y ordenados. Suelen preocuparse más por la figura de autoridad y sus círculos de referencia similares y cercanos (familia, amigos, personas de su misma nacionalidad, etc).
3) La izquierda suele superar a la derecha en su capacidad de detectar problemas y conflictos sociales. La derecha da el estado de cosas por sentado y suele ignorar o subestimar las problemáticas subyacentes.
4) La izquierda suele ser idealista en exceso, al punto en que puede llegar a creer que no hay límites para moldear al mundo y aspirar a un estado utópico (cuando se aferran, las consecuencias pueden llegar a ser desagradables). La derecha, en cambio, suele caer en un realismo excesivo y subestima el margen de maniobra para introducir cambios que terminen siendo benéficos.
5) La derecha suele superar a la izquierda en su capacidad de utilizar la técnica para desarrollar políticas públicas, dado que la izquierda antepone su idealismo a la técnica y la derecha no. No está de más decir que suelen ser mejores a la hora de manejar la economía que la izquierda por esa misma razón. Pero la derecha, el tener menor capacidad para entender fenómenos sociales, suele no tener el alcance para alcanzar, por medio de la técnica, el todo.
6) La izquierda sobreestima la capacidad del individuo de ser altruista y cooperativo. La derecha, en cambio, sobreestima la disposición del individuo hacia la competición sobre la cooperación.
7) A la izquierda se le persuade a través del resentimiento. A la derecha a través del miedo.
8) Aunque no es condición general (en EEUU suele pasar lo opuesto) la izquierda suele construir mejores narrativas y mover sentimientos. En cambio, la derecha suele debatir mejor, sabe burlarse y ridiculizar mejor a su adversario (left can’t meme, dicen por ahí).