¿Por qué el impeachment le puede ser útil a Trump para reelegirse?

Dic 19, 2019

Hay quienes piensan que el impeachment le va a ayudar mucho a los demócratas de cara a las elecciones. Pero si quieren vencer a Trump, más bien tendrían que construir una narrativa sólida.

¿Por qué el impeachment le puede ser útil a Trump para reelegirse?

La apuesta de los demócratas parece ser utilizar el impeachment como arma estratégica en las elecciones. ¡Miren, es el 3er presidente en toda la historia de los EEUU que es sometido a este proceso! ¡Es un gran corrupto!

Y seguramente hay muchas razones válidas para procesar a Trump, y tal vez objetivamente hasta mereciera ser destituido, pero eso en temas electorales es irrelevante, porque lo que importa es la percepción, y eso es algo que parece no se ha entendido.

Pareciera que los demócratas están seguros de que al mostrar a Trump como «un gran corrupto» lo van a vencer en las urnas. Pero parece que no están entendiendo, y parece que no aprendieron la lección de 2016, donde se le acusó de misógino, corrupto y hasta aliado de los rusos ¡y ganó!

El hecho de que el impeachment se vaya atorar en el Senado compuesto por una mayoría republicana que está dispuesta a defender a Trump tampoco ayuda mucho a la causa de los demócratas. De hecho, Trump puede fortalecer su narrativa desde el argumento de que «los demócratas no pudieron con él».

Los demócratas, hasta la fecha, son en cierta medida parasitarios de la narrativa de Trump (así parecido a lo que ocurre con la oposición mexicana, aunque con sus matices claro está), es decir, mucho de lo que dicen gira en torno a Trump, a sus dichos, sus posturas y sus tweets. Si bien hay algunos candidatos con ideas propias, los demócratas no han construido una narrativa lo suficientemente potente que compita con la de Trump. Si ponen todas sus energías a mostrar a Trump como corrupto, como malo, como misógino o como lo que sea, no les va a alcanzar, necesitan una narrativa que brille por sí misma.

El día de hoy, Trump quien lleva la voz cantante, es Trump de quien se habla, y hasta ahora, siempre que se habla de los candidateables demócratas, siempre se habla de ellos en relación con Trump. Es cierto que hasta cierto punto es inevitable ya que él será el contendiente del candidato que sea nominado, pero ante una figura dominante como el hoy Presidente de los Estados Unidos, se necesita algo más que eso.

Hoy la opinión pública respecto al impeachment está dividida; y peor aún, el «NO» al impeachment tiene más puntos porcentuales que la propia aprobación que tiene Trump, (46% en contra de impeachment vs 43% de personas que apoyan a Trump) un 3% (gente que no apoya a Trump pero que está en contra del impeachment) que por pequeño parezca puede determinar las elecciones si Trump lo sabe capitalizar. En resumen: el 47% que está a favor del impeachment es gente que NO va a votar por Trump, es voto que ya damos por descontado.

Los demócratas lo tienen mucho más difícil porque entonces tienen que convencer a gente que está en contra del impeachment y que aprueban a Trump de que en realidad es una muy buena idea procesarlo para así afectar su imagen y cambiar su intención de voto, una tarea mucho más complicada que atraer votos de aquellos que no aprueban a Trump pero están en contra del impeachment (sobre todo partiendo de que los demócratas llevan años socializando el tema).

Técnicamente, el impeachment parece ser más ventajoso para el propio Donald Trump que para los demócratas que, hasta la fecha, no parecen haber entendido del todo por qué perdieron en 2016 (más allá de una candidatura tan mediocre como la de Hillary Clinton).

Y peor es para los demócratas el hecho de que la mayoría de los estadounidenses no perciban que asuntos como la economía o la inseguridad sean un problema (como sí lo era con Bush por ejemplo). Estados Unidos hoy en día está relativamente estable (a pesar de lo que se pueda decir de las implicaciones a largo plazo de las posturas y decisiones de Trump). A los electores no les importa tanto las cifras o las consecuencias a largo plazo, sino el efecto de la política en su vida cotidiana.

Entonces vemos que no hay nada que garantice que usar el impeachment a favor de la campaña de los demócratas les va a traer beneficio. Al parecer, en todo caso, moverá las emociones de quienes se oponen a Trump y que, de cualquier forma, nunca votarán por él, lo cual para efectos electorales es marginal. En cambio, si Trump crea una narrativa de victimización puede aspirar a arrebatarle a los demócratas ese pequeño pero significativo porcentaje de gente que no apoya a Trump pero tampoco apoya el impeachment.

Entonces los demócratas necesitan brillar con luz propia y proponer una narrativa alternativa sólida y convincente. Barack Obama lo supo hacer muy bien. Pudo haberse concentrado en capitalizar la baja popularidad de George W Bush golpeándolo, pero en vez de eso logró crear un discurso de esperanza que le dio el triunfo. Obama se «desató» de la narrativa del gobierno de Bush y propuso otra más sólida.

Si los demócratas no construyen una narrativa sólida y que atraiga por sí misma a los electores, entonces muy probablemente Trump se va a reelegir.

Lo bueno para los demócratas es que todavía están a buen tiempo.