Guía para hacer que las marchas contra AMLO funcionen

May 6, 2019

El gobierno de López Obrador necesita una oposición, pero hay problemas para generarla, hay desunión, diferencias, algunos se oponen tanto a AMLO como a las marchas. Aquí explico qué podría hacerse.

Guía para hacer que las marchas contra AMLO funcionen

Este domingo se llevó a cabo una marcha en diversas ciudades de la República Mexicana pidiendo la renuncia del presidente López Obrador, o bien, exigiendo que cambie su postura con respecto de ciertos temas.

Puedo sacar dos conclusiones que me servirán para la argumentación que haré: la primera es que esta marcha fue, en lo general, más grande que las marchas anteriores (sin embargo, sigue siendo muy minoritaria). La segunda es que me he dado cuenta que muchas personas que se oponen al gobierno de López Obrador se oponen también a estas marchas.

Una marcha comenzará a lograr su cometido en tanto logre generar la suficiente masa crítica. La masa crítica es un concepto prestado de la física que, en esta disciplina, significa la mínima cantidad necesaria de combustible para producir una reacción nuclear en cadena. En sociología vendría a ser como la mínima cantidad de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar (que el gobierno se vea presionado y cambie su forma de gobernar, por poner un ejemplo).

Aquí nos encontramos con un problema. Las marchas están compuestas mayoritariamente de personas de clase alta y media alta (que no quiere decir que no haya asistido nadie de otros estratos sociales, pero son menos), las cuales son una minoría en nuestro país, pero cuando se trata de salir a la calle la historia es otra. Es muy complicado que la clase alta y media alta por sí sola logre generar masa crítica.

Luego nos encontramos con otro problema. A la clases alta y media alta se les percibe como clases privilegiadas. Generalmente esta condición de privilegio se refleja en las propias marchas: por ejemplo, que salgan a manifestar con ropa de marca o viseras para que no les dé el sol. Esta condición de privilegio genera rechazo y muchos cuestionan por qué la mayoría de ellos no se involucraron en marchas producto de la indignación como los 43 de Ayotzinapa o la corrupción del gobierno de Peña Nieto. Ello tal vez explique la reticencia de varios opositores a unirse a las manifestaciones.

No los estoy culpando ni criticando por su posición social, ella no les impide ser ciudadanos ni pueblo, pero debemos tenerlo en cuenta porque es una variable que juega un papel muy importante en la ecuación (una variable con la que los amloístas han sabido jugar bien). Dado que es imposible que las clases altas por sí solas generen masa crítica, entonces es importante la incorporación de personas de otros sectores sociales (incluso de la misma clase media alta o alta que se resisten a manifestarse por lo anteriormente mencionado).

El otro problema es el siguiente: López Obrador es muy popular, según las encuestas (incluidas las llamadas «fifís») le dan un 70% de aprobación. Es un número muy grande y difícilmente va a bajar en el corto plazo porque no lo ha hecho a pesar de los errores. Mucha gente tiene esperanza en un cambio y no quiere dejarla ir así nada más. Esto también juega en contra del deseo de lograr esa «masa crítica».

Ello no significa que el 70% de los electores estén casados con AMLO, ni siquiera todas las personas que votaron por AMLO están casadas con él. Tomando en cuenta el voto duro de López Obrador (el que tuvo en las elecciones, menos el voto útil que ganó y que fue mucho) sospecho que ha andar rondando por el 30% de la población.

Bueno, es hora de hacer política. Y en política gana quien logra persuadir a los indecisos.

Tomemos esta imagen de referencia. Podemos ver que hay 3 polos: los anti AMLO (los marchantes que están preocupados), los indecisos (como aquellos opositores a AMLO que le tiene reticencia a las marchas o los que votaron por él pero que le guardan cierto escepticismo) y los que son férreos simpatizantes de AMLO.

Lo que le conviene al régimen es polarizar a la sociedad para dividir el discurso entre buenos y malos, donde ellos sean mayoritarios. Esto es, que básicamente existan dos frentes que no puedan hablarse entre sí, para que de esta forma, los pro AMLO puedan estigmatizar a los anti AMLO como los fifís o la mafia del poder. Con su discurso del «pueblo bueno», AMLO busca no solo estimular a sus férreos seguidores, sino sumar a los que llamamos indecisos a su causa, o bien, anularlos y hacerlos irrelevantes (que existan pero que no hagan nada).

Este escenario es el ideal para AMLO. Una mayoría de simpatizantes contra una minoría de simpatizantes y unos indecisos que no hagan nada o que no existan.

En un estado así, el gobierno tiene todo el poder y el control. Ya no solo por su mayoría absoluta en el Congreso, sino porque tiene a una sociedad compuesta de tal forma que resulta legitimadora de todos sus actos. Lo que se desearía es lo contrario.

Pero resulta que los que forman parte de un conglomerado pueden terminar involuntariamente ayudando a lo que hace el otro. Cuando en las manifestaciones alguien dice

  • Los que sí tenemos cerebro no votamos por AMLO
  • Sus seguidores son menos inteligentes
  • Soy fifí, abajo los chairos

terminan haciéndole la chamba al gobierno ¿por qué?

Primero, porque no votaron ni por ignorantes ni por tontos (es totalmente válido y respetable que hayan votado por AMLO). Transmitirles eso hará que se opongan a nosotros, lo cual sería un craso error.

Recordemos que dentro del conglomerado de los indecisos (aquellos que están en posibilidad de ser persuadidos y a quienes se necesita persuadir para lograr masa crítica) está gente que votó por AMLO o gente opositora a AMLO que se resiste a sumarse a la manifestación. Con esto, unos indecisos se anularán (seguirán siendo indecisos pero ya no podrán ser persuadidos) o se pasarán al bando de los pro AMLO (la gente que votó por él pero que guarda cierto escepticismo). Este tipo de actitudes y manifestaciones alienarán a los indecisos, perdiendo así una gran oportunidad para hacer masa crítica.

El problema en las manifestaciones del domingo es que vimos manifestaciones clasistas (que naturalmente los amloístas aprovecharon en su beneficio) pero que existieron y no se pueden ocultar:

¿Cómo persuadir a los indecisos para que el polo anti AMLO logre ser masa crítica? Es cierto que la gran popularidad del Presidente juega un papel en contra pero algo puede hacerse para tener un escenario así. La manifestación debería prohibir consignas clasistas o de odio que ataquen o alienen a otras personas.

Voy a decir algo que puede sonar políticamente incorrecto: es ilusorio que toda la gente se vaya a desencantar de AMLO, es imposible que «todo México se una»; no hay que ser románticos, hay que ser inteligentes y pragmáticos. Personas que simpatizan con AMLO siempre habrá, y toca mantener una postura de respeto, lo que nos interesa aquí es generar la masa crítica para incidir en las decisiones de este gobierno (creer que va a renunciar es casi una ilusión por la forma en que está compuesto nuestro sistema político presidencialista. Eso ya lo vimos en las manifestaciones en contra de un EPN con 19% de popularidad) y donde se pueda cambiar la narrativa a una donde no es AMLO quien tiene todo el poder, sino que tiene enfrente suyo un contrapeso ciudadano. No se trata tampoco de «destruir a López Obrador» sino de buscar beneficiar a nuestro país y a sus habitantes siendo un contrapeso incómodo sobre las decisiones erróneas pero que reconozca, sí, las buenas decisiones.

Ahora, en el entendido de que se pretenda sumar a personas de otros sectores, hay que buscar los puntos en común y dejar fuera de la mesa aquellos puntos que pudieran generar conflicto. Por ejemplo, hay mucha gente que tiene una postura política progresista (aborto, matrimonios del mismo sexo) y que se opone a AMLO, y seguramente dentro de los manifestantes actuales habrá quien se oponga a esa agenda. Esos temas deben de dejarse fuera de toda discusión porque, de lo contrario, será imposible «marchar juntos». Esto nos permitirá aglutinar personas no solo de varios sectores, sino de distintas ideologías políticas (conservadores, liberales, progresistas) que coincidan en su preocupación por el rumbo del gobierno de AMLO. Si Churchill y Roosevelt pudieron sentarse con Stalin para acabar con la amenaza que representaba Hitler (no estoy sugiriendo, por cierto, que AMLO sea algo remotamente cercano a Hitler) ¿por qué personas que piensan distinto en algunos puntos no se pueden unir?

Es muy importante entender por qué la gente voto por AMLO. Si creemos que lo hicieron por tontos o ignorantes estamos perdidos porque se parte de una premisa falsa. La mayoría de la gente votó por AMLO por un justificado descontento con la clase política, porque no ha visto mejorías sustanciales en las últimas décadas, realidades que AMLO ha aprovechado para construir su narrativa.

No puedo dejar del lado la necesidad de informarse bien, analizar las políticas de AMLO y entender qué es lo que tiene más prioridad. En las marchas he visto desinformación (incluyendo repartición de volantes con contenido xenófobo con respecto a los inmigrantes) o que se hace hincapié en frivolidades como «AMLO nos va a volver comunistas» en vez de enfocarse en lo que sí importa.

Por último, y el punto más difícil y tal vez por mucho (a algunos le sonará utópico), pero indispensable, es lograr empatizar con las personas de otras clases sociales y tender puentes con ellas. Mucha gente asocia a las clases altas y media alta con el mismo sistema político que fue sacado a patadas. Eso es lo que algunos perciben actualmente en las marchas y por eso se resisten a ir, es como: no apoyo a AMLO pero tampoco al estado anterior de las cosas y considero que ustedes lo representan.

Eso implica la necesidad de crear una suerte de pacto entre los distintos sectores socioeconómicos. ¿Cuál va a ser el papel de la gente que tiene dinero para que a la gente que tiene menos le vaya mejor? ¿Qué se hará para combatir el clasismo y el racismo prevalente en nuestra nación? ¿Cómo nos vamos a comunicar? ¿Qué actitudes del uno respecto del otro tenemos que cambiar? Muchas cuestiones de este estilo tendrán que responderse para que así pueda construirse un pacto o consenso que incluya a muchos «Méxicos» y no solo a uno minoritario. Incluso un pacto así pueda derivar, a la larga, en un movimiento político o en una oposición política al régimen actual.

Básicamente, para atraer a ese sector indeciso que permitirá crear esa masa crítica, lo que estoy sugiriendo es:

  • Evitar comentarios o consignas clasistas.
  • Invitar gente de distintas corrientes ideológicas pero que coincidan en la preocupación del gobierno de AMLO.
  • Entender por qué la gente votó por AMLO para así no volver a repetir las causas.
  • Informarse bien y evitar fake news.
  • Dejar fuera temas que generen conflicto.
  • La creación de un pacto ciudadano que trascender ideologías políticas pero que busque la lucha por ciertos puntos en común.

Se escucha difícil, pero a mi juicio es lo que se puede hacer para crear una real oposición al gobierno de AMLO que logre crear esa masa crítica necesaria para incidir y para que a México le vaya mejor.