¿A esto le llamas Plan Nacional de Desarrollo?

May 2, 2019

Tal cual trabajo de alumno mediocre de secundaria. El Plan Nacional de Desarrollo está lleno de improvisaciones, ocurrencias, retórica y demagogia. Presumen que este será el sello del gobierno de AMLO.

¿A esto le llamas un Plan Nacional de Desarrollo?

Acabo de leer el Plan Nacional de Desarrollo (PND) del gobierno de López Obrador:

Es terrible.

En teoría, la esencia de lo que va a ser un gobierno está impresa en ese PND, porque éste contiene la visión de gobierno, los objetivos que tiene y los resultados a los que quiere llegar. Técnicamente de ahí se desprende todo.

Es lamentable el poco esmero que pusieron a un documento tan importante. Después de leer el libro La Salida de López Obrador hace dos años y de analizar las propuestas de campaña (también mal presentadas, con errores de redacción terribles), pareciera que solo se dieron a la tarea de compilar toda la información que había ahí. Como si le hubieran dicho a un becario que copiara y pegara párrafos ajustándose a un formato.

Para darnos cuenta de ello basta comparar este PND con el del gobierno de Enrique Peña Nieto, que ni siquiera es sobresaliente, pero que se ajusta a lo que uno podría esperara de un PND. Las diferencias son muy notorias:

El PND de Enrique Peña Nieto, además de tener un formato mucho más cuidado y estar membretado, muestra números, gráficas, referencias. El de López Obrador es un documento cuyo formato parece hecho por un alumno de secundaria o preparatoria, donde, dejando patente su desprecio por la técnica, sustituye a ésta por la retórica. Su documento podría pasar como un documento de propuestas de campaña sin ningún problema, pero un PND es mucho más que eso. Si bien este documento naturalmente toma como base las propuestas de campaña (porque se espera que un mandatario cumpla lo que prometió), en este se desglosan, desmenuzan y se les da un carácter técnico. El PND no es un manual de buenas intenciones ni mucho menos es un panfleto, es una guía técnica de lo que se quiere hacer. En el documento de AMLO, todo eso que esperaríamos de un PND, no sucede en lo absoluto.

Cuando abrí por primera vez el documento, vi un índice no digno de un plan de desarrollo sino de un libro de Paulo Coelho o de Carlos Cuauhtémoc Sánchez que me habla de honestidad, respeto o confianza. No veo siquiera una categorización ni objetivos planteados como si aparece en el PND de Peña. El documento panfletario del gobierno actual no tiene indicadores, no tiene fuentes ni referencias. Vaya, no hay profesionalismo en la elaboración del documento en lo más mínimo.

Conforme empecé a leerlo, mis temores se hicieron realidad. No tanto por las propuestas en sí (estoy de acuerdo con algunas, con otras no), sino por todo lo que transmite: desorden, improvisación, ocurrencia. No hay un orden, no profundiza sobre las propuestas ni dice siquiera en muchas ocasiones los métodos que utilizará su gobierno para llevarlas a cabo. Las primeras páginas son tan solo un diagnóstico mediano del estado anterior de las cosas donde se confunde el «neoliberalismo» con el corporativismo y donde hasta incorpora una narrativa cuasirreligiosa.

Pero incluso podemos ver que muchas de las propuestas ni siquiera están bien justificadas, pareciera un compendio de buenas intenciones. Pocas veces menciona con datos qué resultado esperan alcanzar, y cuando lo hace, la mayoría de las veces se trata de resultados muy idealistas cuyas métricas no son producto de un ejercicio riguroso.

Algo que asusta, junto con el desprecio por la técnica, es la poca importancia que se le da en la ciencia. Mientras que en el PND de Peña Nieto este tema abarca más de una cuartilla, dos gráficas y se refiere a ella en otros apartados, en este documento todo lo referente a ciencia se menciona en solo cinco renglones. Todo el apartado de ciencia y tecnología cabe ¡en un tweet y medio! La palabra ciencia aparece más de 20 veces en el documento de Peña Nieto, en el de AMLO aparece solo tres veces (y tomando en cuenta que el título «ciencia y tecnología» aparece en el índice y en el apartado en sí).

Algo similar ocurre con el apartado de cultura, un tema que se supone es del interés de los gobiernos de izquierda. Si bien el apartado abarca casi toda una cuartilla, la mayoría es pura verborrea que no dice casi nada de lo que se va a hacer con respecto a este tema:

Todos los individuos son poseedores y generadores de cultura. En rigor, el adjetivo “inculto”, particularmente cuando se le utiliza en término peyorativo, denota una condición imposible: los humanos viven en sistemas culturales que van desde el lenguaje hasta las celebraciones y conmemoraciones.

Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024

Así, los apartados están llenas de retórica y de reflexiones sin un orden, a diferencia del de Enrique Peña Nieto que en cada apartado hace una reflexión y comienza a desglosar, ayudándose de datos. El PND de AMLO pareciera por momentos un ensayo filosófico de bajo nivel, donde el autor se da el permiso para explayarse y reflexionar sobre distintos conceptos. En este sentido, este documento no genera certeza en el lector, por el contrario, es posible que lo deje preocupado porque entonces se preguntará dónde está la técnica y el desarrollo de las políticas públicas.

No quiero profundizar sobre las propuestas presentadas ahí, algunas preocupantes, porque son propuestas que ya conocíamos y que por consecuencia esperábamos que estuvieran ahí. Pero queda patente que estas propuestas no están bien justificadas y, en muchas ocasiones, se divaga tanto casi como queriendo evadir el trasfondo del asunto. En el tema de la educación, por ejemplo, divaga entre tanta retórica la cual aprovecha para echarle la culpa al «neoliberalismo» por todos los problemas que la educación tiene, y hasta el final propone la creación de las universidades Benito Juárez, una copia de la fallida Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) que inauguró cuando era Jefe de Gobierno de la CDMX:

Durante el periodo neoliberal, el sistema de educación pública fue devastado por los gobiernos oligárquicos; se pretendió acabar con la gratuidad de la educación superior, se sometió a las universidades públicas a un acoso presupuestal sin precedentes, los ciclos básico, medio y medio superior fueron vistos como oportunidades de negocio para venderle al gobierno insumos educativos inservibles y a precios inflados, se emprendió una 43 ofensiva brutal en contra de las escuelas normales rurales

Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024

En resumen, el Plan Nacional de Desarrollo parece uno de esos trabajos de preparatoria que un alumno hace de última hora para que el profesor no lo mande a examen extraordinario. Está mal cuidado, no hay atención a los detalles, no hay ningún esmero alguno en su diseño, en su estructura. Pero no estamos en la escuela, estamos hablando de uno de los documentos más importantes de un gobierno que va a estar seis años gobernando este país.

Y eso es muy preocupante, porque si se pretende gobernar con ese mismo espíritu con el que se elaboró este documento, entonces estamos jodidos.