No, López Obrador no está tonto

Nov 30, 2018

Muchos aseguran que López Obrador es una persona tonta, que no es alguien que sea inteligente. Pero, a mi parecer, ese es un argumento completamente erróneo y aquí explico por qué.

Foto: Azteca Noticias

Diré algo políticamente incorrecto: aunque pueda no tener gran conocimiento en algunas cuestiones, AMLO es una persona sumamente inteligente y con mucho oficio político.

La gente que hace juicios y análisis bajo el falso supuesto de que es ignorante o es una persona tonta porque habla lento o porque obtuvo calificación de 7 en su carrera de ciencias políticas, está haciendo una mala lectura porque está partiendo de un supuesto falso. Es absurdo pensar que un presidente, que es un político de carrera, no se dé cuenta de lo que todos nos damos cuenta (todo eso que parloteamos a cada rato en las redes sociales), menos teniendo asesores, a todos los medios encima, y diferentes actores tratando de cabildear o influir en su opinión.

Hay algunas decisiones que nos pueden aparecer aberrantes o engañabobos, pero esto ocurre porque en muchos de los casos no se está dirigiendo al público que lo critica, sino al otro, al de sus fieles seguidores que es al que debe mantener contento porque es en donde basa su legitimidad (la consulta es un gran ejemplo de ello). Muchas decisiones me parece son equivocadas desde lo económico, pero no necesariamente lo son desde lo político; y López Obrador está privilegiando lo político sobre lo económico, al menos al inicio de su mandato. Un ejemplo es el aeropuerto, a muchos de nosotros nos parece, desde nuestra lógica, un craso error, y pienso que desde el terreno económico y comercial lo es. Pero si se ve desde la perspectiva donde necesita fortalecer a ese sector que simpatiza con él, y cuya existencia (debido al tamaño y a la fidelidad) puede bastar para poder gobernar, las cosas pintan un poco distintas. 

Luego, muchos decimos que varias decisiones que está tomando (sobre todo aquellas que afectan el comportamiento de los mercados) se hacen bajo un supuesto de irracionalidad. ¡Pero claro que AMLO entiende las consecuencias, los costos y beneficios! Máxime que tiene economistas que le asesoran, aunque muchos digamos que muchas de sus decisiones no sean buenas. AMLO sabe que sus decisiones tienen un impacto en los mercados y está asumiendo el riesgo. Claro que sabe lo que todos vemos, con todo y que en su gobierno haya mucha improvisación y mucho trabajo a marchas forzadas (en gran medida, porque se trata de un equipo nuevo dentro de un partido recién formado que todavía no termina de cohesionar, donde todos tratan de meter su cuchara y que busca crear un cambio de paradigma en lo económico).

Los riesgos de los que muchos hemos alertado (y que no tienen que ver con un supuesto parecido con Chávez) no son producto de su falta de inteligencia, sino de su necedad que le puede llevar a tomar decisiones equivocadas (ser necio no está peleado con la inteligencia, incluso hay quienes se sirven de ella para ser necios) y de ese atrevimiento para supeditar lo económico a lo político.

Podrás argumentar que AMLO está idiota porque habla lento, repite lo mismo o porque en algunas de sus propuestas económicas no les salen las cuentas, pero no se convirtió en el líder social más importante de los últimos 20 años de la nada, es el único político que tiene una base de fieles que no le cuestionan nada, ahí te tiene repitiendo sus mismas frases una y otra vez: aunque seas opositor conoces y has usado términos como fifí o mafia del poder. Una mente promedio no logra eso, una persona «cualquiera» no logra desde la nada, llegar a la presidencia siendo el político más importante y reconocido de México. Estamos hablando de quien fue el líder social más importante dentro de un país que tiene más de cien millones de habitantes. Sinceramente, no creo que eso sea producto del azar. 

Por eso, los análisis que hagamos a partir de hoy, no deberían de partir del supuesto de que AMLO es alguien tonto o que no es inteligente. De hacerlo, el nivel de nuestras críticas no serán más elevados que el chat de los tíos de Whatsapp.