Hace algunas semanas escribí en este espacio sobre las estrategias que los cuartos de guerra de los candidatos utilizarían para manipular a los electores. Entre muchas de esas estrategias está la desinformación, aquella que esparcen por las redes sociales y que muchos incautos terminan creyendo.
Este tipo de campañas, cuando son bien orquestadas, pueden terminar definiendo una elección. Apelan a los sentimientos más viscerales que el ser humano pueda tener porque una persona asustada o una persona sumergida en el odio tendrá muchas dificultades para hacer un ejercicio racional o para contrastar información o verificar sus fuentes. Frases como «AMLO convertirá a Venezuela y expropiarán tu casa», «Anaya es un criminal lavador de dinero ligado al narco» o «Meade ya pactó con Trump la construcción del muro a cambio de la venta de Pemex» apelan a esos sentimientos más bajos y primitivos, aquellos que siempre terminan activándose en momentos de incertidumbre y amenaza.
Ahí están esas notas falsas, escandalizando a los tíos en los grupos de Whatsapp. Algunas ni siquiera están bien redactadas pero aún así tienen un impacto. En la comida, llega el tío o la tía a alertar de que si AMLO gana le podrían expropiar su casa, o llega el otro diciendo que Meade ya empató la contienda, se arma la discusión y no sería raro que algunas fake news terminen en conflictos familiares y en divorcios. El sujeto, desinformado y asustado por los falsos rumores, va y vota de tal forma que pueda reducir esa ansiedad o ese coraje, aunque visto desde una perspectiva cuantitativa, el efecto de su voto individual es casi simbólico (uno entre decenas de millones de votos). El problema es que la suma de votos individuales se convierte en un voto colectivo que define una elección. El individuo poco logrará hacer con su voto individual, los equipos de campaña lograrán más bien mucho desinformando a todo un sector de la población.
Por eso es que iniciativas como la de Verificado 2018 (que tuvo como inmediato antecedente a la campaña del mismo nombre para corroborar datos con relación al sismo del 19S) son útiles y necesarias, ya que le dan al elector una herramienta para consultar de forma rápida (sin que él tenga que hacer todo el ejercicio de investigación) si aquella nota o aquel rumor es cierto. Lo que se busca es evitar que la desinformación termine condicionando el voto. Tanto en su página web como por medio del hashtag #Verificado2018 mostrarán qué noticias o notas están corroboradas y son confiables.
Esta iniciativa, convocada por Animal Político, Mexicanos contra la Corrupción entre otros, y donde participan un sinnúmero de organizaciones civiles, empresariales y académicas, tanto liberales, de derecha y de izquierda, busca reducir a su mínima expresión la influencia de las fake news dentro de las elecciones. En un mundo actual caracterizado por la posverdad y donde los hechos parecen tener cada vez menos importancia frente a los rumores y los chismes, donde las estrategias políticas consisten en manipular y no en persuadir o informar, donde las «malas experiencias» como la ocurrida en Estados Unidos con Donald Trump y la intervención rusa, una herramienta así se vuelve imperativa.
Verificado 2018 busca, por medio de Internet, contener las amenazas desinformativas propias de esta tecnología y que se han vuelto uno de los defectos más grandes de la democracia del siglo XXI al punto que incluso puede amenazar con desestabilizarla. Es casi imposible que resuelva por completo el problema (ellos mismos lo saben y lo dicen) pero sí puede ser una herramienta que ayude a una cantidad considerable de personas a evitar a tomar una decisión con base en información falsa.
Este tipo de iniciativas también son la muestra patente del crecimiento de la sociedad civil organizada (todavía insuficiente pero palpable), la cual tiene un papel cada vez más importante en el quehacer político. Espero que esta herramienta logre tener un largo alcance para evitar que todas las bombas de desinformación que caerán durante la campaña desinformen y terminen afectando el curso de la elección: