Hoy es un día difícil. La goleada que recibió la selección nacional a manos de Chile es una anécdota comparado con lo que ha sucedido hoy.
Para entender lo ocurrido, no debemos abordar el asunto discriminando entre blancos y negros, entre buenos y malos. Hay que entender que hay toda una gama de grises y que el problema es mucho más complejo de lo que se piensa. Pensar en Gobierno bueno vs CNTE malo, o CNTE bueno vs gobierno malo no nos llevará a nada. La vida no es así, por más que nos hayan enseñado a verla de esa forma.
De hecho, las dos partes son muy corruptas. El gobierno de Peña Nieto es uno de los más corruptos de la historia moderna de México. La CNTE es una organización completamente corrompida heredera de las viejas prácticas del PRI, del corporativismo y del clientelismo, y que ahora recibe el cobijo de López Obrador.
Voy a decir algo cierto. Es necesario que le quiten el poder a la CNTE y que el gobierno tome la rectoría de la educación educativa. La CNTE es una organización que ha contribuido al rezago de estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Unos líderes han tomado como botín la educación para satisfacer su hambre de poder.
Voy a decir algo que también es cierto. El gobierno mató. El gobierno mató a maestros con el propósito de desalojar la carretera. Sí, #FueElEstado. También un periodista que cubría el evento fue asesinado por sujetos desconocidos cuando cubría la protesta.
Y también cabe mencionar que la Reforma Educativa tiene el propósito único de regresar la rectoría de la educación al Estado. Que sí, es primera condición para mejorar el nivel educativo; pero a juzgar por la propuesta la Reforma en sí es el único fin. Por sí sola, podría interpretarse como un juego del poder. Que el Estado quiere tener la rectoría de la educación porque es poder y no porque quiera mejorarla.
El gobierno niega que los policías hayan estado armados, pero las pruebas de lo contrario abundan. Fotografías, videos:
Yo había dicho que el Estado tenía que usar la fuerza de la ley en caso de que sea necesario. Pero ojo, no hay que tergiversar el término, hablo de «la fuerza de la ley». Es decir, el Estado debe de actuar respetando el Estado de derecho.
Es decir, el gobierno debe hacer cuando pueda en tanto las leyes se lo permitan. Las leyes no te permiten matar manifestantes para desalojar una carretera. Incluso si los manifestantes actúan violentamente, si usan machetes por ejemplo, la violencia debe usarse solamente con el fin de salvaguardar la integridad de los cuerpos policiacos o de terceras personas. Los muertos, a juzgar por las imágenes y videos publicados en redes sociales (muchos replicados por medios informativos) no llevaban machetes, ni cargaban pistolas.
He reprobado las ideas y métodos violentos de la CNTE. Pero no estoy de acuerdo con el uso de las armas contra ellos. NO hay contradicción
— Enrique Krauze (@EnriqueKrauze) 20 de junio de 2016
Matar así, entonces, no es usar la fuerza de la ley, es cometer un crimen. Matar a una persona cuando la ley no justifica el acto se convierte automáticamente en un crimen. Los miembros de la Policía Federal que mataron a los manifestantes entonces son criminales y deben de ser procesados como tales. Si la orden la dio Aurelio Nuño, entonces también es un criminal. Si Peña Nieto tuvo relación alguna con dicha decisión, entonces es un criminal también.
La respuesta debe corresponder al acto. Es decir, las consecuencias de mis actos están tipificadas por la ley. Si robo un dulce, en consecuencia recibo una pena, si altero el orden público, tal pena, si mato a alguien, esta otra pena. De esto se trata cuando se habla de que se aplique la ley a cierto grupo. En algunos casos el Estado puede ejercer represión contra un grupo que está vulnerando los grupos de terceros. Pero también el tipo de represión debe tener relación con el tipo de acto. En ciertas circunstancias, la policía puede usar gases lacrimógenos, en otras puede llegar a usar la violencia para neutralizar ante un grupo que se ha convertido en una amenaza, y el tipo de violencia debe de ir en concordancia con el tipo de la amenaza. De esta forma, se entiende que no hay razón alguna para haber matado policías.
Creen que fortalecer al Estado es sacar policías a reprimir protestas. Fortalecer al Estado es hacerse y ser responsable de sus excesos.
— José Merino (@PPmerino) 20 de junio de 2016
Por otro lado tenemos que ver las consecuencias que estos actos tienen en la psique colectiva en México.
México es un país «con muchos traumas». La izquierda radical como la propia CNTE, López Obrador y demás son claro ejemplo de ello. Estas organizaciones no salieron de la nada, son consecuencia del malestar de gobiernos que han trabajado para unos pocos, para las élites, que generalmente se encuentran muy cerca del propio gobierno, lo cual ha generado una gran desigualdad en el país (es eso, y no el libre mercado como muchos piensan). Actos como los de hoy son los que generan agravios, los cuales se convierten en traumas, y por tanto alimentan a estos grupos radicales y los empoderan. Grupos que se sienten indignados y se radicalizan, indignación que es cooptada con prontitud con líderes con oscuros intereses. Cuando se radicalizan, la posibilidad de diálogo disminuye o de plano desaparece.
Lo ocurrido en Nochixtlán no será un golpe duro a la CNTE, por el contrario, le dará legitimidad. Un discurso de victimización ante un gobierno cuyos índices de popularidad son los más bajos desde que existen este tipo de mediciones quedará muy ad hoc.
Y sí, así como he afirmado que López Obrador pareciera haberle hecho el trabajo al PRI «sin querer» en varias ocasiones, ahora parece que el PRI está haciendo todo lo posible para que el tabasqueño pueda erigirse como presidente en 2018. Son buenos cocineros, están preparando muy bien el caldo de cultivo para que así suceda.
Y para concluir, como suele suceder en nuestro país, lo más probable es que no ocurra nada. No habrá culpables, y si los hay, serán de bajo rango. Este gobierno, por ejemplo, sigue sin explicarnos bien que pasó en Ayotzinapa.
Sí, hoy es un día difícil.