Para entender por qué la gente vota de cierta manera, tenemos que ir más allá de hacer afirmaciones como «es que son bien ignorantes, o les lavaron el cerebro». Aunque a diferencia de los animales nosotros tenemos la capacidad de razonar, no significa que seamos «racionales» a la hora de decantarnos por un candidato. Por el contrario, a veces usamos la razón más para tratar de justificar nuestras posturas que para llegar a una «verdad objetiva». Si no me creen, entren a Twitter y lo podrán corroborar.
Antes de entrar a detalle sobre la ya inminente nominación de Donald Trump por parte del Partido Republicano trataré de explicar por qué la gente vota como vota, y así explicar de mejor manera el apoyo que tiene este magnate.
Hay un libro muy interesante que se llama Righteous Mind, escrito por el psicólogo moral Jonathan Haidt, quien trata de responder este cuestionamiento en su libro (por qué la gente vota de cierta forma). Haidt afirma que las raíces de la moral pueden ser encontradas en 5 fundamentos, (lo que él llama «fundamentos de la moral»). Es decir, los seres humanos podemos tener valores morales muy distintos de acuerdo a nuestra cultura, creencias o incluso rasgos de personalidad, pero estos valores siempre tendrán como raíz los siguientes 5 fundamentos:
- El cuidado y la atención a los demás, o care en inglés (la capacidad que tenemos por preocuparnos por el bienestar de las demás personas)
- Justicia, o fairness en inglés (la capacidad de buscar aquello que sea justo)
- Lealtad, o loyalty en inglés (la necesidad de ser parte de un equipo u organización, y ser leal a éste)
- Necesidad de autoridad, o authority en ingles (la necesidad de tener una autoridad en un grupo o comunidad determinada)
- Santidad o sanctity en inglés (la necesidad de buscar lo puro y de rechazar lo que nos genere disgusto o desagrade).
Generalmente, la postura política de las personas va en el sentido de la importancia que un individuo dado le de a estos fundamentos. Por ejemplo, tomando el espectro político estadounidense, los liberales le dan más importancia a los primeros dos, y los conservadores a los otros tres. Un liberal tenderá a preocuparse más por una tragedia ocurrida en otro país (care) o que la distribución de la riqueza sea más equitativa (fairness). En cambio, un conservador considerará que debe de permanecer leal a su patria y el gobierno (loyalty), que debe respetar a la autoridad (authority), y sentirá más disgusto que un liberal al ver o pensar sobre aquello que no es puro; como cuando se dice que un conservador es es muy «persignado» o «se rasga las vestiduras». (sanctity).
Pero en este sentido, los conservadores la llevan de ganar porque son capaces de tocar «más fibras sensibles». Es decir, los liberales le dan poca importancia a los valores 3,4 y 5, pero los conservadores no dejan de darle importancia al 1 y 2, en su peculiar manera. Por ejemplo, un conservador, aunque no se preocupe por los refugiados de Siria, sí se preocupa por los suyos. Ellos también buscan justicia, pero no en el sentido de igualdad, sino de proporcionalidad, es decir, que la gente gane de acuerdo a su esfuerzo, al tiempo que consideran injusto que el gobierno les quite parte de sus riquezas para dárselos a aquellos que «producen menos».
En esta gráfica te podrás dar cuenta cómo los más liberales están cerca de prescindir de los valores como autoridad, lealtad y santidad. En cambio los conservadores son capaces de adoptar los 5 al mismo tiempo.
Si quieres entender por qué Donald Trump es candidato del GOP y tiene posibilidades (aún menores que Hillary Clinton) de ganar la Presidencia de los Estados Unidos, más que apelar a la ignorancia (que ciertamente juega su papel), tenemos que fijarnos en estos fundamentos morales.
Por ejemplo, Donald Trump puede apelar al fundamento moral de la justicia de una forma muy contundente. No sólo como tradicionalmente lo hace la derecha (en el sentido de la proporcionalidad), sino como lo hace la izquierda también. Gran parte de su electorado existe porque muchas empresas norteamericanas se han desplazado a otros países, y los han dejado sin trabajo. Con su frase «make america great again» y su apología al nacionalismo, refuerza el fundamento de lealtad, y con sus críticas al aborto y otras políticas que son parte de las agendas liberales (aunque en el pasado no se haya opuesto a ellas), refuerza el fundamento de la santidad.
Trump tiene posibilidades de ganar porque tiene la capacidad de tocar fibras sensibles. En 2008 Obama ganó porque apeló a algunos fundamentos morales propios de los conservadores (sobre todo el que tiene que ver con la lealtad al país). Generalmente, cuando los demócratas no lo hacen, pierden las elecciones. La pregunta reside en si Hillary lo logrará hacer. Trump tiene muchos negativos, pero Hillary no se queda atrás. De hecho, según The Washington Post, esta es la campaña presidencial en la que los candidatos a la Presidencia entran con el mayor porcentaje de negativos.
Ted Cruz, al abandonar la campaña (después de su estrepitosa derrota en Indiana), dejó el camino abierto a Donald Trump quien ahora sólo compite con John Kasich, quien sólo ha ganado un estado y no tiene posibilidad alguna. Algunos (ilusamente) pensaron que Trump podría no ganar los suficientes delegados, de tal forma que tuviera que ir a la convención y, que ahí, se tumbara su candidatura. Eso al parecer ya no sucedió, y junto con Hillary, quien ya consolidó su candidatura (a pesar de un Bernie Sanders que en algún momento puso en aprietos su campaña) serán quienes contiendan por la Presidencia que se definirá en noviembre.
Trump ya tiene su boleto en la mano, con todo y el riesgo que una figura camaleónica y proto-fascista como ésta representaría para los Estados Unidos. Estados Unidos está cerca de cometer un error, pero ojalá entiendan allá que no sólo se trata tildar a sus seguidores de ignorantes, trata también sobre los valores, y como este tipo de demagogos con capaces de mover las fibras sensibles de los votantes. Si Hillary no quiere una sorpresa, también se tendrá que dedicar a eso (como de alguna forma sí lo hizo Obama), a apelar a los fundamentos morales que no son necesariamente propios de los liberales.
Actualización: Kasich ya se retiró también. El magnate ya es candidato oficial del GOP.