Este es un hecho que debería de quedar grabado en la historia, y los culpables deberían recibir un duro escarmiento por parte de la sociedad.
Pero eso no va a suceder por varias razones.
De entre quienes apoyaron la iniciativa #Ley3de3, (esto incluye a quienes fueron a firmar o quienes desde la comodidad del sofá, firmaron peticiones en change.org), muy, pero muy pocos, votaron por el PRI y simpatizan con ese partido.
El voto duro del PRI ni siquiera se enteró de la ley. Varios de ellos no tienen acceso a Internet, y quienes sí lo tienen (que son más de lo que puedes imaginar) no están al pendiente de estos temas, ni sus círculos sociales dentro de las redes están al pendiente de estos temas, por lo cual, la difusión que se hizo de esta campaña en redes, o pasó desapercibida, o de plano no se mostró en sus redes de Facebook.
Por eso el PRI es poderoso, porque su voto duro está ubicado en aquellos sectores (muchos de ellos vulnerables) que están desconectados de asuntos sociales.
Y quienes no están «desconectados», forman parte de ese partido en su mayoría, y la capacidad que tiene el PRI para que sus miembros cierren filas (lo que los hace fuertes frente a los otros partidos) inhibe a estos últimos para que sean críticos con este tipo de decisiones.
Sí, tú y yo estamos muy indignados. Pero nosotros de todos modos no íbamos a votar por ellos.
Su postura ante la #Ley3de3 con el absurdo argumento de que «causaría una cacería de brujas» tiene sentido. Al PRI no le conviene que esa ley pase. Al PAN y al PRD sí, no porque no sean corruptos, sino porque estos partidos van en declive tal, que es preferible que se acoten ciertas prácticas de corrupción, a cambio de poder decirle a sus electores que ellos promovieron esta ley «anticorrupción» y se legitimen ante ellos.
Y básicamente la tumbaron al dar la opción al servidor público si hace pública o no su declaración patrimonial. Es como preguntarle a un delincuente si quiere estar en la cárcel o quiere seguir siendo libre. Y esto lo hacen a pesar de la presión de todos los sectores de la sociedad, empresariales, religiosos, activistas de izquierda, etc. (aquí una lista de los senadores que rechazaron la ley)
Porque los votantes que comúnmente votan por el PAN (clase alta y media) y PRD (clase media) sí están mucho más enterados de lo que lo está el voto duro del PRI. Igual están enterados los votantes independientes (voto útil) que son cada vez más. Que estos partidos hubieran aprobado esta ley, podría ser una razón para darles el beneficio de la duda, básicamente porque se podrían diferenciar más del PRI.
La conclusión es muy fácil. El PRI tumbó la #Ley3de3 porque afecta a los intereses de sus miembros, muchos de los cuales hicieron su patrimonio ilegalmente y tienen cola que les pisen. No dudo que haya entre sus miembros quienes ganaron su patrimonio solamente con el esfuerzo de su trabajo, pero hay muchos que no, y muchos de ellos ocupan posiciones clave en el gobierno mexicano.
El PRI y el PVEM ignoraron de forma contundente a la sociedad, y es que como mencioné, bajo la lógica política, electoralmente no están en la necesidad de hacerlo. Por eso es que no recibirán castigo alguno. Apostarán al olvido, moverán sus estructuras, y tratarán (desde todos los flancos) de fragmentar el voto opositor para tratar de ganar las elecciones en el 2018.
Este tipo de decisiones son un insulto a México, país que actualmente sufre de grandes problemas gracias a la corrupción.
Esto me parece más grave, que por ejemplo, el «hackeo» que presuntamente le hicieron a Movimiento Ciudadano, quienes subieron a Amazon (a la nube, no para ponerlo en venta) un documento con el padrón electoral. Si bien no fue un acto con dolo (al menos, eso parece), en lugar de aceptar su responsabilidad y admitir que se puso en riesgo nuestra información debido a un monumental descuido, prefirieron inventar teorías absurdas que fueron desmentidas por el propio Amazon.
Y es que muchos del PRI y el Partido Verde piden incluso que se le quite el registro al partido de MC por el acto (que sí merece una severa multa económica), cuando el PVEM sigue siendo un partido a pesar de todo. Quienes se beneficiaron de la corrupción necesaria para hacer que el PVEM no perdieran su registro, no tendrían razón alguna para hacer públicos sus patrimonios, derivados del dinero que obtienen los partidos políticos para su manutención, y que nosotros pagamos con nuestros impuestos.
Dejamos pasar una gran oportunidad, una posibilidad de que los ciudadanos podamos rendir cuenta a nuestros políticos. Los responsables ahí están, son los mismos que están en el poder ejecutivo, son los mismos que han mandado a sus intelectuales orgánicos para desacreditar (sin éxito) al GIEI, relacionándolos de forma directa con gente como López Obrador (que seguramente la de ser más poderoso que la propia KGB como para hacer que el gobierno de Estados Unidos sugiera al nuestro seguir las recomendaciones de este grupo interdisciplinario).
El PRI le sigue siendo mucho daño a México, y para muestra, apreté un botón.
Por cierto, en change.org ya puedes firmar para pedir que se lleve a cabo una sesión extraordinaria y la ley no se caiga.