En México sí hay héroes, hay algunos anónimos, otros que no lo son tanto gracias al Periscope, como es el caso del city manager de la Delegación Miguel Hidalgo Arne aus den Ruthen. No, no es un extranjero, ni un mirrey que presume su apellido compuesto. Es un ex panista quien contendió por dicha delegación como independiente.
¿Y a qué viene esto?
Bueno, Arne básicamente se ha dedicado a hacer que la ley se cumpla en la vía pública. Dotado de un célular con el que hace transmisiones vía Periscope, va a las colonias de su delegación a levantar carros mal estacionados, a pedirle a la gente que recoja su basura, que liberen las banquetas y un largo etcétera. Pero Arne no ha tenido consideración con nadie, y lo mismo puede hacer en una colonia popular que en las colonias más opulentas, habitadas en parte, por personas acaudaladas e influyentes.
Por esto, Arne ha sido visto como una suerte de héroe. Porque básicamente se ha dedicado a hacer lo que las autoridades tradicionalmente no han hecho, o lo han hecho con displicencia y con criterios diferentes de acuerdo a la posición económica de quien comete las faltas a la ley.
Cuando hace su trabajo en Lomas de Chapultepec, Arne se enfrenta a varios problemas. Confrontar a los influyentes no es tarea fácil, primero, porque son influyentes y creen estar por encima de la ley, y después porque no están acostumbrados a que los confronten. Hay que recordar que parte de nuestra élite no son empresarios que crecieron en una economía libre, ni son magnates avocados en la filantropía. Ésta, estática y anacrónica, se desarrolló en un ambiente de impunidad, corrupción y compadrazgo. Más que ser entrepreneurs destacados, son políticos, empresarios bien relacionados con el Gobierno del cual obtienen las más jugosas licitaciones.
Y digo que confrontar a los influyentes no es fácil, no solo por la arrogancia que les caracteriza, sino porque están respaldados por un grupo de guaruras que no sólo se encargan de velar por su seguridad, sino que muchas veces son cómplices de los influyentes. Basta recordar el lamentable caso de los hijos de Zedillo cuyos guardias golpearon y lesionaron severamente a un miembro del staff de U2, y del cual, Bono jamás recibió disculpa alguna del ex Presidente.
Estas personas, que son un cáncer para el país, no sólo menosprecian la ley, menosprecian también a quienes no son de su condición, a quienes no tienen tanto dinero o no están bien parados. Es el caso de Raúl Libien Santiago, director del Grupo Miled, quien insultó a Arne por el teléfono de uno de los guaruras:
Libien, le lanzó improperios a Arne como «Me pelas la verga». Pero ahí no acabaría todo.
Arne aus den Ruthen fue levantado, secuestrado por unos minutos y golpeado por unos guaruras en Paseo de la Reforma, en la colonia Lomas de Chapultepec. Arne transmitió las placas del carro por Periscope antes de que fuera secuestrado con lo cual se pudo saber quien fue el responsable, el celular quedó prendido por un momento con lo cual se tiene evidencia auditiva de dicho secuestro.
El responsable, sí, fue el mismo Raúl Libien, ligado a Peña Nieto. Hay evidencia clara de ello.
La duda es si Libien será castigado. Depende de como se tipifique el delito (si se puede considerar secuestro o agresión) Libien podría o debería pisar la cárcel. A pesar de los esfuerzos que seguramente hará Arne y Xochitl Galvez, la delegada actual de Miguel Hidalgo, quien seguramente tratará de hacer su lucha para llevar esto hasta las últimas consecuencias, seguramente Raúl Libien tendrá el beneficio de todo el aparato del Estado para no recibir castigo alguno.
Gracias @EPN por tu cariño,mi respeto y admiración para mi presidente , @rlibien ! pic.twitter.com/5iI07Z1pYJ
— Raúl libien santiago (@rlibien) septiembre 4, 2013
Lo que ha hecho Arne es algo heróico. Se atrevió a confrontar las raíces de la impunidad y la corrupción con algo tan básico como tratar de poner en orden las vialidades. Arne ha encontrado mucha resistencia, sólo ha palpado una muestra de la enorme resistencia que se tiene en México para cambiar, apegarse a la ley y respetar el Estado de derecho.
Así de grave es el problema. En México puedes ser levantado y golpeado por llevar un auto al corralón, o por quitar conos de las vialidades. Habrá que imaginarnos hasta donde se puede llegar cuando lo que está en juego son licitaciones, intereses políticos y económicos. De ese tamaño es la resistencia al cambio: acaudalados que acumularon una gran fortuna gracias a sus relaciones y no al mérito, que crían hijos quienes viven en la opulencia, despilfarran dinero, beben, se drogan y echan su vida a perder.