Mucha gente asume que es intelectual. Otras podrían serlo, pero ni siquiera usan ese término para describirse ni les ha pasado por la cabeza calificarse como tal. Pero ¿Qué sí es ser un intelectual y qué es no serlo? A continuación podrás saberlo por medio de 10 puntos:
¿Qué sí es ser intelectual?
1. – Leer mucho, hasta que los ojos sangren.
2.- Leer sobre diversas disciplinas.
3.- Leer incluso libros sobre aquello que no te gusta y odias. Si vas a criticar algo, tienes que conocerlo.
4.- Estudiar mucho. Y cuando me refiero a estudiar mucho, me refiero a estudiar mucho.
5.- Tener la mente abierta, incluso a cosas que pudieran no interesarte, o bien pudieran contradecirte.
6.- Aceptar que el conocimiento es infinito, y el hombre es finito.
7.- Respetar a las personas que piensan distinto a ti. La batalla es contra los argumentos, no contra las personas que defienden dichos argumentos.
8.- Saber que se puede aprender incluso de los que saben menos, en lugar de subestimarlos.
9.- Dar por sentado que eres falible y te puedes equivocar en tus argumentaciones, aunque al mismo tiempo eres estricto a la hora de plantearlas.
10.- Debates con argumentos, no con opiniones y suposiciones.
¿Qué no es ser intelectual?
1.- Llevar la contraria a algo por llevarla (al sistema, al gobierno). El intelectual, primero lo es, y luego, con su intelectualidad emite una crítica a algún gobierno o sistema. El pseudo-intelectual, primero critica al sistema, y luego asume que es intelectual.
2.- Tildar de borregos o ignorantes a los demás cuando «no siguen tu onda».
3.- Hacer juicios ad hominem.
4.- Creer que se tienen verdades absolutas que se deben de imponer a los demás.
5.- Asumir, en vez de informarse.
6.- Opinas para imponer tu verdad a los demás, no para traer un tema a discusión o para persuadir.
7.- Presumes ser un intelectual. Entonces no lo eres.
8.- Tu autoestima depende de tu conocimiento, en vez de que éste lo pongas al servicio de los demás.
9.- No debates, amenazas, insultas y cierras canales de comunicación.
10.- Solo se informan sobre los temas que les convienen y sobre las corrientes ideológicas con las que simpatizan (cuando lo hacen).