Yo no tengo el gusto de conocer a José.
Y no lo tengo porque José, en este caso es una persona hipotética, que dicen, tiene una vida propia porque no está posteando información de su vida en las redes sociales.
Aunque en realidad no creo que postear acontecimientos en las redes sociales sea necesariamente reflejo de la falta de vida propia. Incluso ni siquiera se puede decir eso de quienes quieren llamar la atención.
En realidad conozco gente que cae en el exhibicionismo en las redes sociales, y no le hacen falta amigos y gente que los quieran. En muchos casos ciertamente puede haber una relación con algún problema de índole psicológico (alguna pérdida, algún problema) como los que la gran mayoría de los mortales tenemos.
Sí, me preocupa que mucha gente relacione su autoestima con lo que ve en las redes. Sobre todo por el sesgo cognitivo que produce la información posteada ahí, y que orilla a pensar a muchas personas que las vidas de los demás son mejores que las suyas. Las personas tienden a narrar su vida con base en acontecimientos agradables, y publican más bien poco de aquellos desagradables o que les hacen sufrir (que si los despidieron del trabajo, que si se pelearon, que si se sienten solos).
Pero ese es su problema. ¿Saben?
Y las redes sociales como Facebook fueron concebidas para eso, para que la gente interactúe y comparta sus momentos.
La gente no comparte necesariamente por exhibicionismo, muchas personas lo hacen simplemente por compartir sus acontencimientos con los demás y es válido. Si una persona bajó 10 kilos y lo quiere postear ¿cuál es el problema?
Y si lo hace en exceso, si realmente quiere llamar la atención porque tiene algún problema de autoestima, es muy su problema. Si es tu amigo tal vez podrías hablar con él. Si no lo es ¿cuál es tu problema?. Si te molesta, simplemente déjalo de seguir.
¿Y cuál es el problema con que las personas suban las fotografías de su nuevo bebé? ¿Y cuál es el problema con que suban la fotografía de su último maratón?
En realidad, habrá que preguntarse que hacen en las redes aquellos que no están de acuerdo con que sus amigos suban imágenes de la radiografía del bebé, el nuevo empleo o su crítica sobre algún asunto político. Ese es el propósito de las redes. Si es tu caso, tal vez lo más prudente es que cierres tu cuenta.
Porque no tiene sentido que estés usando un servicio del cual reniegas su dinámica.
Cierto, hay personas que publican contenidos hasta el cansancio, hay quienes comparten contenidos desagradables o deprimentes, o quienes son demasiado exhibicionistas. Tan fácil es como dejar de seguir a esas personas, o bien, bloquear sus contenidos sin dejarlos de seguir para no herir susceptibilidades. Tan fácil como eso. Si estás harto de que tal persona suba fotos de su comida o quiera llamar la atención, ahí están las funciones para dejar de ver sus contenidos.
¿Por qué?
Porque ellos tienen el derecho de usar su cuenta de Facebook como se les venga en gana. Aunque sea una persona lo suficientemente deprimida como para postear que tiene ganas de suicidarse.
Porque las políticas de Facebook no los obliga a dejar de publicar ciertos contenidos porque a ti no te gustan. De hecho Facebook tiene un algoritmo que hace que las publicaciones de los usuarios más relevantes para ti (es decir, las publicaciones con las que más interactúas) aparezcan con más frecuencia en tu muro, con el fin de que la información que aparezca ahí sea la que más te interesa ver.
Lo que quiere decir que posiblemente te molesta que tus amigos y gente con la que tienes algún tipo de relación (y no desconocidos que por alguna extraña razón los agregaste) publiquen cierto tipo de contenidos. Tal vez te molestan las frases como «No pain no gain» o «Es viernes y el cuerpo lo sabe» que un amigo tuyo posteó.
Y es que hay que entender a las redes sociales como una extensión (no sustituto) de la vida real. Aún tomando en cuenta el sesgo cognitivo al cual me referí (que la gente tiende a postear información agradable de sus vidas en detrimento de la desagradable), la gente refleja mucho de quien es en sus redes.
Y se sobreentiende que tú tienes amigos con los cuales tienes muchas cosas en común. Y por ello interactúas con sus publicaciones.
Pero si estás en Facebook y esos contenidos te generan alguna molestia, posiblemente existan otras razones que no quieres aceptar.
Posiblemente tú como José, te sientas sólo.
Posiblemente tú como José, te sientas mal al ver los bebés de tus amigos mientras que tú ni novia tienes. O posiblemente te molesten los viajes de tus amigos cuando tú siquiera has salido del país porque tu sueldo es lo suficientemente miserable (producto de tu mediocridad profesional) como para irte de viaje.
O posiblemente a ti, como a José, te moleste ver a tus amigos correr maratones cuando tú ni tienes el hábito de salir a trotar.
¿O entonces por qué te causa tanto conflicto?
José no es tan inteligente como pensabas que era, te han mentido.
No seas como José.