Valía la pena escribir un segundo capítulo. Me enferma ver esto, de verdad. La película «Nosotros los Nobles» se queda muy corta al representar la pedantería que existe en las clases sociales más altas de nuestro país. En la película uno podía dar por sentado que muy dentro de los personajes principales había algo de bondad, eran niños descarrilados que nada más necesitaban una lección para vivir sus vidas con rectitud (que es lo que al final sucede en la obra de Alazraki). Los concursantes de Big Brother, por el contrario, me enferman.
Es más, los videos de los mirreyes del Cumbres no son absolutamente nada nada en comparación con esto ¿Qué Televisa no se dio cuenta que la mayoría de la gente está harta de ver estos desplantes? ¿O creyeron ingenuamente que generarían críticas de tal forma que al final, todos terminarían pegados a la pantalla de la televisión viendo Big Brother?
Vale la pena hablar porque Big Brother ejemplifica claramente varios de los problemas sociales que actualmente tiene nuestro país. No en forma de crítica, más bien lamentablemente en forma de promoción. No entiendo como es que en un momento de la historia de México donde se habla constantemente de la profunda desigualdad económica y social, donde se busca reconocer un problema de racismo, clasismo y discriminación que lacera a nuestra sociedad, Televisa tiene el descaro de presentar un programa de este tipo incluyendo a personajes (en su mayoría) de lo más desagradables, patéticos, superficiales y vacíos, como algo cool y divertido. Televisa nos pretende restregar en la cara la idea de que ser ignorante, estúpido y machista debería de ser el modelo aspiracional que debemos de seguir.
Yo creo que ves tu presa, indefensa, chiquita, muy tímida; lo primero que tienes que hacer es que se sienta confiada, y después de eso, llegar y rematar. El «Rudo» Rudovsky – Integrante de la casa de Big Brother.
A ojos de la mayoría de los habitantes de la casa, nosotros somos unos losers; no despilfarramos dinero, no nos vestimos con ropa de marca (y si lo hacemos es por gusto, no por presumir), buscamos parejas estables (sí, uno de los habitantes asegura que el amor es para perdedores) y llevamos una vida más tranquila (más interesante que irse de antro y emborracharse, pero sus mentes limitadas hacen que no lo entiendan). Televisa prácticamente nos está discriminando a quienes no llevamos a una vida vacía, superflua y superficial. Seguramente para Televisa, ser un asiduo lector o ser una persona que tiene conversaciones más profundas que todo lo que se verá en ese programa con sus amigos, es un outsider, es una persona aburrida, poco interesante.
Lo peor del caso, es que este tipo de gente puede trascender aprovechando la abundante ignorancia que hay en este país. Un personaje patético como el «Pato» Zambrano pudo ser candidato por un partido de izquierda a la alcaldía de Monterrey (con todo y la vergüenzas que él mismo se hizo pasar). Este tipo de personas llega a dominar la esfera política del país, como el Goberndador de Chiapas, mocosos sin ninguna sensibilidad, a quienes sólo les gusta «disfrutar del momento».
Televisa ni siquiera tuvo la sensibilidad de entender que es lo que está pasando en la sociedad mexicana, Televisa promueve lo que mucho trabajo nos cuesta combatir. No es indeseable que en una nación existan élites en lo más alto de la pirámide, lo malo es que quienes la conforman sean así: personas ignorantes, vacías, y al verlas entendemos por qué México está como está. Justo ahora cuando en México vivimos episodios tan sensibles como el asesinato de los estudiantes de Ayotzinapa, escándalos de corrupción y una gran desconfianza hacia la clase política y las élites, Televisa llega con Big Brother y estos personajes (que son los típicos mirreyes que se benefician de este México disfuncional) y se burla de nosotros en nuestra cara.
¿Tienes el valor, o te vale?
Soy casi perfecto, no, soy perfecto… ¿Qué si estoy dispuesto a enamorarme? Yo no creo en el amor, el amor es para perdedores. Christopher Basteris – Integrante de la casa de Big Brother.
La apuesta de Televisa es la siguiente: Incluir modelos aspiracionales de buen parecido y con cierto perfil, de tal manera que el espectador presencie peleas de lo más banales (eso vende) sexo, chichis y culos (Televisa ya lo prometió). El morbo en su máxima expresión, y parece que la televisora ni siquiera eso entiende ahora que los consumidores tienen acceso a discusiones polémicas y escenas de sexo entre personas comunes y corrientes a un solo clic.
Televisa, quien ha incluido nuevamente como conductora a Adela Micha (una conductora que presume hacer análisis político y después ser la conductora de un programa tan banal no puede ser respetada en ninguna de sus dos facetas) presume que las fuertes críticas que ha recibido Big Brother en la serie son «estrategia» para que todo el mundo sepa del programa y la vea, incluso han contratado influencers para «criticar» la nueva temporada de Big Brother. Lo que no parecen darse cuenta es que gran parte de las críticas no son palabras al aire (como suele suceder también con el partido político que tiene una mejor relación con la televisora), se trata de gente que se siente enojada e insultada.
Y tengo que ser sincero, solo la gente ignorante verá ese programa. Solo lo hará la gente morbosa cuya vida es lo suficientemente vacía como para ver que es lo que hace gente mediocre y mediana dentro de una casa llena de publicidad. De verdad, si estás pensando en ver Big Brother, yo te puedo ayudar, te puedo ayudar a organizar tu tiempo libre, a recomendarte libros para leer, a recomendarte películas para ir al cine, obras de teatro o museos a los que puedes ir. Por favor ¡Respétate a ti mismo y no contamines tu mente con esta programación basura que solo pretende venderte estereotipos y personas trastornadas vendidas al público como algo cool!
Ojalá quiebre Televisa, nada más por ver esto, me darían ganas de ver a esta empresa cerrar.
Tendría que ser estúpido, primero, para divertirme con alguien que me ofende y, segundo, para comprar los productos y servicios que se anuncian en esa clase de televisión… Entre eso y apoyar al crimen organizado la única diferencia está en el reparto – Alvaro Cueva – columnista de Milenio.