Yo soy un convencido de que las mujeres deben de tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres, y que ellas no deben de ser discriminadas de ninguna forma por su sexo. Yo en mi vida he trabajado con muchas mujeres de las cuales he aprendido mucho, y crecí dando por sentado que las mujeres pueden trabajar y desempeñarse laboralmente igual que los hombres (a veces lo pueden llegar a hacer mejor), de hecho yo prefiero parejas con las que pueda compartir proyectos de vida, y no una que me espere en la casa para hacerme de cenar. Las nuevas generaciones nos hemos quitado muchos paradigmas y ataduras de la cabeza.
Sin embargo, a veces creo que en algunos casos, las formas en que se cree que debe de acabar con este tipo de discriminación me parecen en lo personal, erróneas. Sobre todo con la teoría de género, también llamada despectivamente ideología de género por las instituciones religiosas y grupos conservadores para afirmar que se trata de un pensamiento cerrado (no es que las Iglesias presuman tampoco una mentalidad muy abierta), porque si bien la premisa de la que parten la considero acertada, es decir, que buscan que la mujer no sea discriminada, la forma en que creen combatir el problema, en lo particular a mí, me deja muchas dudas; sobre todo esa intención que tienen de borrar las diferencias reduciendo éstas solo a la anatomía del cuerpo.
En la teoría de género se asume que las diferencias entre un hombre y una mujer son dadas por una cultura, es decir, son constructos sociales. Cierto que eso explica algunas de las diferencias, más no todas. Por ejemplo, pensar que la mujer se debe de quedar en casa a lavar se puede considerar un constructo social, que la mujer debe de ser una princesa (idea muy nociva, por común que parezca) y no pueda ser una científica también es un constructo social. Pero diferencias psicológicas entre hombres y mujeres sí las hay, nuestros cerebros no son iguales y las diferencias no se reducen a la posesión de un pene o una vagina.
Para muestra, basta un botón. La cadena estadounidense Target decidió eliminar los letreros de sus tiendas basados en género, es decir, todos los letreros que remiten a hombres y a mujeres, asumiendo que ambos sexos tienen los mismos gustos y preferencias. En Argentina se permite que los niños puedan elegir el género que quieran, es decir, pueden elegir entre ser hombres y ser mujeres. Eso en lo particular considero esto un error porque el hombre es hombre, y la mujer es mujer, es algo determinado biológicamente.
Si hiciera una analogía con el problema del racismo. La equidad de género sería promover la no discriminación y la igualdad de derechos entre éstas, y la igualdad de género más implicaría pintar la cara de todos los individuos de un color neutro para ocultar y negar las naturales diferencias entre dichas razas. Un hombre negro, no se puede auto considerar blanco, ni viceversa.
El individuo crece y puede darse cuenta que es gay o una mujer llega a la conclusión de que es lesbiana. Está bien, se ha dado cuenta que tiene una preferencia sexual distinta. Pero el homosexual, a pesar de que, ya sea el entorno en el que se desarrolló, o factores biológicos hayan determinado su preferencia, sigue siendo un hombre, con preferencia sexual diferente, pero un hombre (incluso gran perte de su comportamiento sigue siendo condicionado por su sexo). Muchas lesbianas son feministas, con lo cual tácitamente dan por sentado que son mujeres, no defienden sus derechos como hombres ni como un género neutro sino como mujeres.
Esta es la diferencia entre equidad de género e igualdad de género. Ambos géneros no son iguales, ni podemos forzarlos a que sean iguales. Tienen diferencias, y partiendo de la aceptación de dichas diferencias, entonces se debe buscar que se encuentren en igualdad de condiciones, que los dos tengan el mismo derecho a desarrollarse, a trabajar, o a cuidar a los niños. Pero no podemos forzar a la naturaleza a eliminar el sexo, esa diferencia presente desde los organismos celulares, inclusive los perros machos y hembras tienen diferencias en su comportamiento. No podemos pretender borrar la frontera entre un hombre y una mujer cuando dichas diferencias están dado en todas las especies y dichas diferencias tienen una función específica.
Antes de pensar en tratar de borrar las fronteras entre un hombre y una mujer reduciendo sus diferencias a un nivel anatómico, deberíamos pensar en como las mujeres pueden tener más oportunidades, que puedan crecer en una empresa, abrir una, o involucrarse en la política sin ningún problema; deberíamos ayudar a quienes se sienten en un estado de indefensión cuando viven en un hogar violento liderado por un hombre golpeador, deberíamos también pensar en combatir los feminicidios que aquejan a países subdesarrollados como México, deberíamos combatir la trata de personas que afecta sobre todo a las mujeres, y más a las niñas. Esas deberían de ser prioridades mayores.
Estoy totalmente de acuerdo en que el machismo desaparezca y que se llegue a un punto ideal donde el hombre y la mujer estén en igualdad de condiciones. Simplemente creo que estas teorías, si bien parten de una premisa válida, tratan de llegar a un estado de libertad contradictoria, donde prácticamente se niega la identidad natural del individuo. No, no creo que de esa forma se termine la discriminación entre ambos sexos, como si esa diferencia tuviera que implicar una discriminación per sé.
Para terminar les comparto un muy buen video hecho en Suecia que ejemplifica lo que acabo de comentar: