Rubén, el freelance que trabajaba para la Revista Proceso, y que huyó de Veracruz al Distrito Federal porque decía que empezaban a perseguirlo gente sospechosa. Rubén salía al campo de acción a cubrir protestas o a tomarle fotografías incómodas al infame regordete Gobernador de Veracruz Javier Duarte, Rubén tenía que tomar muchas decisiones, algunas técnicas como el tipo de lentes que tenía que usar para tomar «esa foto» ¿Un gran angular, un 50mm o ya de plano un zoom?, la apertura de la lente, la velocidad de obturación o el ISO en caso de que estuviera en condiciones de poca luz; tenía que pensar en el encuadre y la composición de la foto. Además de todo eso que ya es muy complejo, Rubén Espinosa tenía que arriesgar su pellejo para «hacer democracia» con su equipo fotográfico y para contarnos a todos una historia.
Rubén se la jugó y perdió, no sólo perdió él, perdimos todos, la democracia y la libertad de expresión se llevaron otro revés. Rubén, activista social fotografíó a Javier Duarte en posturas incómodas. En una, que fue utilizada como portada para la revista Proceso, aparece Javier Duarte con una gorra de policía luciendo su panza, en otra sale el mismo Gobernador haciendo una mueca chusca y extraña. A veces a los poderosos más que la crítica, les molesta que los retraten de tal forma que puedan ser objeto de burla. La portada lastimó tanto que el gobierno de Duarte compró a granel la revista para que no fuera exhibida o fuera lo menos vista posible. A partir de que Rubén Espinosa tomó esa fotos, comenzó a ser perseguido y huyó a la colonia Narvarte del Distrito Federal. Creyó estar a salvo, no lo estaba, y fue asesinado junto a 4 mujeres.
Creo que no es difícil deducir que la orden vino del gobierno de Duarte, #FueElEstado. Esta muerte nos confirma la regresión que estamos viviendo en México y la lucha desenfrenada del gobierno actual contra la libertad de expresión. ¿Se podría esperar que el Presidente Enrique Peña Nieto y su gobierno tomen cartas en el asunto y vayan en contra del autor intelectual de su asesinato? Se vale soñar, recuerdo que cuando en el programa Tercer Grado «cuestionaron» a Peña Nieto por estar en el partido de «los dinosaurios», el se defendió afirmando que en su partido también había jóvenes y vitoreó a Javier Duarte. La tradición antidemocrática del partido que encumbró al Presidente es la que facilita que asesinatos y «ajusticiamiento» de personas que se oponen al gobierno o no piensan como ellos.
Ella se llamaba Nadia Vera, activista de Xalapa del movimiento #YoSoy132, fue brutalmente asesinada junto con Rubén y otras tres mujeres más.
Seguramente harán lo que saben hacer muy bien, dejar que el tiempo pase, mientras vemos en nuestra cara como los espacios para podernos expresar se van acabando. En un gobierno democrático no puede caber que una autoridad mande a matar a jóvenes por el simple hecho de tomar fotos incómodas. ¿Que hará el Gobierno? ¿Al igual que Peña, mandará a poner a uno de los suyos como Virgilio Andrade para que los autoinvestigue?
Estamos retrocediendo, estas historias ya habían quedado superadas y están regresando. Ya no es solo el narco quien atenta contra los derechos de quienes hacen periodismo, sino el mismo Gobierno, porque #FueElEstado.
Yesenia Alfaro Quiroz también murió, tan sólo tenía 19 años. Fue encontrado desnuda, amarrada, con signos de tortura y el tiro de gracia.
Y lo más triste es que ya parece normal, ya no sorprende.
P.D. «gobierno» en minúsculas es a propósito.