Yo lo sé, eres un simpático gordito sentado frente a la tele. Uno de esos simpáticos gorditos que «a todo mundo cae bien» pero que al mismo tiempo nadie quiere. Eres sedentario, no lees porque tu panza tapa las hojas del libro, la caminata al Oxxo se te hace tan pesada que apenas es justificada por la orden de donas, papitas, y refrescos que tardan más en cobrar que el que va a cargar su celular. Seguramente vives triste o deprimido. Sientes que algo no está bien en ti. Pero tengo una respuesta para tu triste vida, una solución, tan fácil y tan difícil a la vez: Correr. Y te doy 10 razones por las que lo deberías de hacer. ¿Y si no eres gordito? pues también son 10 razones de peso.
1.- Tu salud. Si no haces ejercicio estás poniendo en riesgo tu condición física. Nuestro cuerpo no es apto para el sedentarismo. Nuestra condición evolutiva avanza de forma más lenta que lo que nuestro progreso tecnológico lo hace. Nuestro cuerpo por naturaleza debería funcionar para ir al campo a cazar animales, entonces esa actividad física que exige el cuerpo (pensando en que vivimos en una urbe) tiene que ser reemplazada por ciertas dosis de ejercicio para que éste se mantenga saludable. Tal vez en el año 10,000 nuestro organismo ya esté apto para tirarse en el sofá o trabajar todo el día en una computadora. Pero no lo está. Y como no lo está, corres el riesgo de padecer obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, un ataque al corazón, y quien sabe cuantas otras cosas más.
2.- Tu bienestar emocional. ¡Ya sé!, lo han repetido como mantra, «si haces ejercicio generas endorfinas y te sientes mejor», pero parece que hay que repetirlo más. Correr te ayuda a relajarte, a bajar la ansiedad, a sentirte mejor contigo mismo. Correr es una muy buena terapia cuando te sientes mal. ¿Te peleaste con tu hermano y andas enojado? Sal a correr. ¿Estas indignado porque corrieron a Aristegui? Sal a correr y cada vez que tu pie pise el asfalto o lo que sea que pises, di en tu mente ¡pinchi MVS! Vas a ver que poco a poco, conforme sigas corriendo, todo ese coraje se te empezará a bajar.
3.- Buen semblante. Cuando una persona hace ejercicio se nota, tiene un mejor semblante. Puede que te haga faltan muchos kilos por bajar, pero se percibe cuando te ejercitas. El buen semblante atrae, y quieres o no, incluso te puede abrir puertas. Esto porque los individuos por naturaleza preferimos estar cerca de personas sanas que de personas enfermas. Vas a ver que conforme vayas practicando, la gente notará algún cambio en ti, en tu apariencia y en tu actitud. Te volverás una persona muy atractiva.
4.- Correr es barato. Sólo necesitas unos buenos tenis y ropa cómoda para correr. Ya si te quieres comprar un reloj Garmin de más de $2,000 pesos lo puedes adquirir sin ningún problema pero no son necesarios para que hagas el deporte. También hay muchos lugares donde lo puedes practicar, no tienes que ir al club o al gym ni suscribirte a ningún lado. Puedes ir a un espacio público, a un parque o a una calle donde casi no pasen coches.
5.- Es una competición contra ti mismo. Correr tiene la gran ventaja de que tú te puedes poner retos y metas, que al cumplirlas harán que te sientas muy bien contigo mismo. Muchos tienen más habilidad que otros para el deporte, pero a menos que tengas alguna discapacidad, puedes correr sin ningún problema y ponerte tus propias metas. Tal vez ahorita no te puedas levantar a apagar la tele, pero cuando practiques y en algún tiempo estés corriendo en un maratón, te vas a impresionar de lo que tú eres capaz de hacer.
6.- Te ayuda a pensar. Tal vez hayan individuos como Murakami quien dice que no piensa nada cuando corre, pero en realidad mucha gente lo hace. Incluso una idea genial puede surgir de tu cabeza cuando estés trotando. La ventaja es que al estar haciendo el ejercicio, tus niveles de ansiedad bajan y eso te puede ayudar a pensar de una forma más clara.
7.- La emoción de competir en una carrera. Yo sólo había corrido 10 kilómetros en una pista totalmente plana. Quise correr dichos 10 kilómetros en un medio maratón y a sabiendas de que parte del trayecto constaría de subidas, no sabía si lo iba a lograr. Pues lo logré, y algo que me ayudó a completar mi meta fue la emoción de estar en una carrera; de ver a gente que en el trayecto te está apoyando; el ver un buen ambiente; el ver que eres capaz de correr sin parar un buen tramo de tu ciudad. Al estar ahí y llegar a la meta te darás cuenta de que todo el esfuerzo valió la pena.
Posiblemente te digas: -Ah, es que correr no es para mí; mi sueño es ser como Messi, sé que tengo 35 años, peso 140 kilos y ni tenis tengo, pero no desisto de mi sueño, ya demostré en el FIFA que sí puedo. Al principio te parecerá un deporte «sin chiste», pero conforme vayas practicando, le agarrarás al gusto, entenderás por qué correr es un deporte muy placentero.
Te recomiendo buscar una rutina y si conoces a un experto, mejor. No es recomendable correr duro cuando tienes mucho sobrepeso (las rodillas te van a cobrar la factura) al principio haz ligeros trotes, haz dieta, y conforme bajes de peso, ve aumentando la intensidad.
Si eres gordito, o sedentario, no sólo te recomiendo hacer deporte. Es más, yo te obligaría hacerlo, lástima que este blog no es de suscripción como para chantajearte y amenazarte con no poder venir a leerme si no te pones tus tenis y te sales a correr. ¿No te gusta lo que ves en el espejo? ¿Tu actitud es muy negativa? Pues bueno, yo ya te di una buena alternativa.
Tal vez no serás un Usain Bolt, pero tal vez sí podrías llegar a ser un Roberto Madrazo, así que no desistas.