Hace prácticamente 4 años, había hablado sobre la mentalidad de los alemanes a raíz del desempeño de su equipo de futbol en el Mundial de Sudáfrica (donde fueron semifinalistas). Ahora, cuatro años después, inspirado de nuevo en su desempeño en el Mundial, pero sólo tomado como pretexto, porque es un reflejo de lo que son los alemanes.
Mucha gente no entiende por qué los alemanes no son tan expresivos. Ciertamente la cultura anglosajona así es, y eso no significa que no sientan. Ese rasgo tiene que ver con una herencia cultural a la que tendríamos que rastrear por décadas y siglos. Pero lo cierto es que los alemanes son ganadores. Y son el claro ejemplo de que los fracasos y las humillaciones (guerras mundiales) son la raíz de su fortaleza. Ese sufrimiento y vergüenza fue correctamente canalizado, lograron hacer a un lado todos sus defectos y complejos, pero conservaron aquellos rasgos positivos de su cultura.
Desde el gobierno hasta la ciudadanía son un ejemplo. Comparar a Merkel con Peña Nieto es un gasto innecesario de energía porque las diferencias son obvias. Una es aficionada a su equipo y asiste a los mundiales a apoyarlo, otro utiliza a la selección para tratar de recomponer su deteriorada imagen. Los ciudadanos alemanes son menos corruptos y participan más en el quehacer político del país. Y ni hablemos de inclusión. Hace más de medio siglo, Alemania se había convertido en una dictadura racista, hoy no es que no exista ninguna manifestación de racismo, pero han tenido menos problemas incluso para aceptar razas de otros países. En México, en cambio, es un país que mantiene los mismos niveles de racismo, y sobre todo de clasismo, que los que manifestaba hace medio siglo.
Dentro de la extensa crisis europea, los alemanes han levantado la mano para hacerse cargo el problema. Señor griego, ¿tiene algún problema con sus finanzas? ¡Vaya con Alemania!, ¡Señor español, señor italiano!. Los alemanes son aquellos que se mantuvieron siempre de pie a pesar del problema que aquejaba a Europa. De la mano de Ángela Merkel, han logrado mantener el barco a flote, y Alemania a pesar de las circunstancias adversas se encuentra bien, se encuentra bien por su gente, por su mentalidad.
Los alemanes no sólo son una aplanadora en el futbol, Alemania no sólo es Muller, Khedira, Klose, Goetze o Boateng. Alemania es su cultura, su capacidad de innovar, sus empresas cuya reputación y credibilidad siempre están por encima de la media, sus aportaciones a la humanidad, su tecnología.
Y es que no sólo se trata del esfuerzo y de trabajar duro, se trata de su mentalidad, de no dejarse caer, de revivir de los escombros. Y sobre todo de pensar a largo plazo, de saber que después de saberse humillados tendrán que trabajar y verán los resultados hasta dentro de determinado tiempo. En México nunca sabemos hacer eso, después de la humillación (que son varias) pensamos en como tener contenta a la gente en el futuro inmediato, aunque esto pueda acarrear una humillación posterior. Nosotros no nos podemos poner metas que puedan postergar el placer inherente a ellas, aunque dicho placer sea más grande de esta forma.
Al final la mentalidad y el trabajo a largo plazo es lo que tiene a Alemania donde está, ya sea en el futbol o en el ámbito geopolítico. Su exito es producto de un largo proceso, y no de improvisación y buenas intenciones. Y naturalmente las culturas alemana y mexicana son diferentes y no tienen por qué ser iguales, pero hay desde luego cosas que se les puede aprender.