Los mexicanos somos muy curiosos, tendemos mucho a burlarnos de las tragedias. Ese repentino meme de «no era penal» es claro ejemplo de ello. A esto habría que sumarle todos los videos creados para mentarles la madre a los holandeses, especialmente a Arjen Robben que se ha vuelto el segundo individuo más odiado del país. A los mexicanos nos dolió mucho la eliminación de la selección por la forma en que ocurrió (en los últimos minutos cuando ya se sentíamos en cuartos de final y con un penal un tanto dudoso), pero también tiene que ver con no saber perder, porque a los tricolores les perdonaron un penal en el primer tiempo, cosa que nunca se recuerda.
Si esa es una constante en la sociedad es un poco preocupante porque quienes vimos y pusimos atención al partido, observamos que al final la selección que venía jugando bien, terminó entregando el partido. Pero la crítica ha quedado en segundo plano y más bien esto se ha tratado de buscar culpables. Es un juego sí, pero en un maldito simple juego se puede reflejar nuestra idiosincrasia.
Si hubiera ocurrido al revés. Que Rafael Márquez se hubiera tirado un clavado en el área grande en el último minuto con el partido 1-1 por una falta que Robben no cometió, entonces no se estaría hablando del «No era penal», sino de la «picardía» mexicana. El hecho se hubiera minimizado, y no sabría si los holandeses hubieran creado su meme «Het was «penalty». Y tampoco sé si Márquez sería vilipendiado en las conversaciones de las calles de Amsterdam.
Con este meme se hace crítica de una injusticia (existente tal vez, pero donde el árbitro fue injusto para ambos lados), aunque la realidad es que en nuestro país tenemos muchas razones para hacer millones de memes parecidos, debido a que muchos mexicanos pierden o perdemos, por lo que muchos otros hacen en su vida diaria. Temas que tienen que ver con la corrupción y la injusticia.
Si comparáramos a México con Holanda como países, la frase sería más absurda, porque los Países Bajos ( en realidad Holanda a Países Bajos es como Jalisco a México) nos ganan en prácticamente todos los indicadores, y no sólo esos que son difíciles de modificar en el corto plazo, sino esos que sí pueden ser modificables en el corto plazo.
Tal vez nos falta más autocrítica. Es que perder con la frente en alto varias veces es ya no perder con la frente en alto, y la gente está ávida de logros y emociones, aunque sea por parte de su selección de futbol. Y quienes vimos y pusimos atención a ese juego, insisto, México perdió porque se le aparecieron los fantasmas al final y lo boicotearon, el incidente final sólo fue un accesorio más del juego que como iba, parecía que de todos modos ganarían los holandeses aunque fuera en tiempos extras.
Hay temas trascendentales como el hecho de que hoy se vota la Reforma de Telecomunicaciones, y a pesar de que a la propuesta final se le eliminó algunos elementos relacionados con la censura, sigue siendo en parte preocupante, y beneficia totalmente a Televisa y sólo se pone en su lugar al monopolio de Carlos Slim. El problema es que si esa reforma se aprueba en este preocupante escenario (el más probable), no servirá de nada inventarnos una frase tal cual «no era penal».
Pero eso no quita mérito al ingenio que de pronto tenemos los mexicanos como para hacer y deshacer lo que se quiera con una frase