El fin de semana tuve la oportunidad de ver esta película de Disney. Me despertó la curiosidad porque Maléfica fue uno de los primeros villanos que conocí y que marcaron mi vida. En la actualidad con tanto desplante tecnológico, la película original de la Bella Durmiente podría parecer sosa e insípida (La protagonista habla muy poco) pero para quienes vimos esa obra de Disney creada en 1959 no nos pareció ello. Y Maléfica nos quitaba el sueño.
De entrada debemos saber que la historia de esa película fue una versión muy modificada de las primeras escritas por Basille, Perrault o los Hermanos Grimm que a su vez retomaron la historia de un cuento de hadas difundido de manera oral. La bruja de la historia fue bautizada como Maléfica hasta la versión de Disney, y en las otras historias la Bella Durmiente terminaba dormida algo así como 100 años.
Independientemente de eso, la Bella Durmiente que todos conocimos fue la de 1959, y la película de Maléfica toma como referencia a esa Bella Durmiente.
Para quienes vivimos con esa idea de Maléfica, esta película dirigida por Robert Stromberg, nos causa mucho ruido. ¿Por qué? Porque resulta que esa villana tan temida en nuestra infancia, no es tan mala, y la trama de esta película trata sobre una maléfica que trata de explicarnos por qué hizo las cosas que hizo, por qué decidió vengarse, y de esta forma se presenta más bien como una víctima de desamor y de la mutilación de sus alas; haciendo a un lado ese tufo maniqueo de los cuentos infantiles donde el bien se enfrenta con el mal. Al final de la historia, Maléfica termina siendo más bien buena, y el rey, no tanto.
La película está bien producida, los efectos son buenos, pero esta obra no llega a ser cosa de otro mundo. Es cierto que en esta obra, La Bella Durmiente no es quien tiene el papel protagónico, pero la Bella Durmiente (Aurora) parece que queda relegada y este personaje interpretado por Elle Fanning no tiene mucho peso ni personalidad.
Angelina Jolie hace un muy buen papel interpretando a Maléfica, y de alguna forma es quien logra rescatar la película. Supo hacerse del papel que le asignaron al punto en que algunos podrían aducir cierto exceso de protagonismo. La Maléfica ambivalente me hace mucho ruido, pero eso no es culpa de Angelina y ella hizo muy bien la interpretación que le tocaba hacer.
Maléfica es de esas películas que para disfrutar en su totalidad debiste haber visto La Bella Durmiente de Disney, pero es un arma de doble filo, porque como mencioné, rompe esa fantasía de la villana maldita que ahora ya no es tan mala. Esto a pesar de la buena actuación de Angelina.
Al final, esta obra termina quedando a medias. No considero que sea una mala película, pero tampoco queda a la altura de un remake digno de la obra de Disney. Jolie logra rescatar la película al hacer un muy buen papel, pero quienes conocimos a la Bella Durmiente, la verdad es que nos quedamos con las ganas de algo más.