En el libro de El Manual del Dictador del cual les platicaba antes, se explica como los regímenes autocráticos tienden a tener una mayor posibilidad de ser depuestos en los primeros dos años y como en los años siguientes, se afianzan en el poder de una forma más fuerte que los regímenes democráticos. Por eso es que muchos de estos regímenes tratan de aparentar ser cuasidemocráticos en esos primeros dos años mientras se afianzan en el poder, para que una vez que pase esto, hagan lo que se les pegue la gana. Algo así pasó con Hugo Chávez, y algo así pareciera pasar con el PRI de Peña ahora que empiezan a afianzarse en el poder.
Peña Nieto se había presentado como el salvador de México. En el extranjero aplaudían las reformas. Aquí comentamos que la mayoría de las reformas eran un «avance» para seguir igual, o bien terminaban siendo más bien un riesgo (como la Reforma Hacendaria). Pero reconocí que podíamos esperar cosas buenas de la Reforma Energética (siempre y cuando los contrapesos políticos lograran que esta se lleve a cabo de la mejor forma posible) y la Reforma de Telecomunicaciones. A pesar de un aparente ligero sesgo a favor de Televisa, parecía que íbamos a tener una muy buena Reforma. Pero en las leyes secundarias está el detalle, y lo que presenta Peña Nieto (bueno, más bien lo que armaron los asesores, porque dudo, que le entienda) es una regresión, una contrarreforma, una forma de pagarle los favores a Televisa.
A Televisa lo habían nombrado agente preponderante, pero sólo en televisión abierta. porque en la TV de paga, con esta contrarreforma, le abrirían una cláusula especial a la televisora la posibilidad de concentrar todas las cableras que quiera. Esa actuación de presunta indignación por parte de Televisa terminó más falsa que la selfie de los actores de TV y Novelas. Pero viene lo más peligroso, la iniciativa enviada por Peña Nieto (bueno, que le redactaron sus asesores) propone la posibilidad de bloqueo de señal y censurar contenidos en Internet, sobre todo en concentraciones públicas argumentando seguridad. Me van a decir, ¡Sí, como en Venezuela! Se equivocan…
Porque como afirma el panista Javier Corral, ni siquiera Hugo Chávez se atrevió a plasmar algo así en la constitución venezolana. Es decir, al menos en el papel, la ley de telecomunicaciones en México sería más restrictiva que la venezolana. Es decir, si hay una protesta en contra del Gobierno, el gobierno tendrá la facultad de obligar a los concesionarios a bloquear Facebook, Twitter y demás redes sociales de comunicación. Y seguramente no sólo sería usado en esas circunstancias. Luego pueden argumentar miles de cosas para censurar a quienes no concordamos con la visión de las cosas de nuestro Señor Presidente Enrique Peña Nieto.
Una Reforma Hacendaria que más que ayudar, afectará los bolsillos de los mexicanos, que adquiere deuda cuyo mal uso podría desencadenar una recesión económica, una Reforma de Telecomunicaciones donde el gobierno tenga más control de los contenidos poniendo en riesgo la libertad de expresión. Dicen que son las reformas del #MovingMéxico. Pero quieren hacer lo de siempre, mantenerse en el poder y acallar las críticas, para que puedan hacer eso que tanto saben hacer sin ningún problema… Ya lo dijo Hank González, un político pobre, es un pobre político. Ellos toman su advertencia y alinean el sistema a su favor para que eso no les suceda.