Hasta hace poco, mi ciudad Guadalajara estaba llena de publicidad sobre el Hell & Heaven, un festival de metal que iba a traer a grandes bandas como Kiss, Gun’s N Roses (aunque éste es más bien hard rock), Opeth, Korn, Rob Zombie y demás grupos que tocarían en el aire libre en Texcoco. No era el primero de su especie, ya se habían creado ediciones anteriores en ciudades como la mía, pero ahora los organizadores lo quisieron llevar a otros niveles trayendo grupos de más trayectoria.
Me gusta el metal más no me encanta (prefiero otros géneros), pero entiendo el coraje de los «metaleros». Algunos podrán sacar a la luz prejuicios o realidades sobre los metaleros, pero es que detrás de la cancelación de este tour por parte del Estado de México (Eruviel Ávila afirmó que no se quiere arriesgar a la gente que asiste a esos eventos) hay algún interés o motivo que no tiene que ver con lo que afirman ante los medios (que si a los organizadores les faltó cumplir uno de los tantos trámites, que esto, que aquello).
Aquí hay dos hipótesis. La primera tiene que ver con OCESA, filial de Televisa, a quien no le gusta mucho la idea de que los competidores organicen un festival que los opaque. Si Televisa ayudó en las elecciones del 2011 donde ganó Eruviel Ávila con camionetas para acarrear gente, o si el Gobierno de Eruviel prestó a Televisa un helicóptero a Laura Bozzo para que fuera hacer sus ridiculeces, entonces no sería raro que el Gobierno del Estado de México le haya dado una ayudadita a su filial OCESA. La otra tiene que ver con la tradicional postura del régimen oficial con la música. No es que regresemos tan así a las épocas de Avándaro y a la creación de figuras como César Costa o Enrique Guzmán para no permitir que música como la de los Beatles o los Rolling Stones entraran a México, pero tal vez al gobernador no le gusten este tipo de espectáculos y tal cual autócrata, cancela uno si no le parece.
Eruviel afirma que mandó a cancelar el Hell and Heaven para no arriesgar a la gente. Pero si partimos de esa premisa, entonces tendría que cancelar al Estado de México, líder en feminicidios, inseguridad y delincuencia en todo el país. Esa entidad es un constante riesgo para sus habitantes.
Eventos de tal magnitud se llevan a cabo en muchas latitudes del mundo, esencialmente en países democráticos, y donde tanto los organizadores como las autoridades tienen la capacidad de que dichos eventos se lleven a cabo sin incidentes. Cuando la URSS estaba a punto de desintegrarse y Rusia comenzó una transición a la democracia (de la que ahora parece estar regresando), Metallica fue la primera banda de rock en presentarse en dicho país. Los países escandinavos quienes presumen el más alto desarrollo del mundo producen muchas bandas de Metal. Estados Unidos, el Reino Unidos y demás países, acogen este tipo de eventos sin problemas y sin la censura por parte de gobernadores.
Cualquiera que sea el motivo de la cancelación, analizando de fondo, muy de fondo, esto nos refleja a un país que no se ha podido consolidar democráticamente y donde algunos pugnan discretamente por una regresión. Ya sea por que un Gobernador pueda decidir arbitrariamente cancelar un evento, o ya sea que una empresa privada se pueda valer de sus influencias en el gobierno para imponerse sobre otra.
Y sí, yo sé que pueden haber metaleros revoltosos. Pero no sé si su «inadaptación social» los podría orillar a ir a lugares aledaños a cometer masacres (Atenco queda muy cerca de Texcoco), cometer feminicidios, acarrear a fanáticos a sus conciertos, secudir a mujeres con tarjetas de supermercado para después «cog…» y luego abandonarlas a su suerte. O bien, sacrificar niños y esconderlos en la cama. No, no sé si sean capaces de tanto.