A veces hacen falta pantalones para cuestionar a la clase política y empresarial, en público, y no sólo eso, frente a ellos. Y a pesar de que en algún momento parecía que los nervios la traicionarían, Brenda Patricia Treviño hizo lo que muchos mexicanos hubiéramos querido haber hecho, cuestionar a aquellos que tienen la capacidad de modificar el rumbo del país, y que en muchos de los casos, terminan sirviéndose de él.
Después de que Peña Nieto «presumiera» y defendiera sus propuestas de reformas, Brenda Patricia Treviño, estudiante de la UP becada para asistir a la Cumbre de Negocios que se llevó a cabo en Guadalajara tomó el micrófono para hacer un reclamo. Tenía un texto preparado, pero se lo censuraron y le entregaron otro que tenía halagos y agradecimientos, con lo cual ella no se sintió conforme, y por ende, en su discurso se salió del guión para improvisar lo que había preparado ya desde un principio y para a su vez hacer reclamo de esta censura: –Uno como joven está abajo del gobierno, uno recibe golpes del gobierno cuando van y te dicen que lo que tú preparaste para hablar aquí no es bueno, que mejor digas ‘gracias por la oportunidad de traernos, me gustó el programa, muchas gracias-.
Brenda Patricia, tratando de combatir contra sus nervios, y con un jóven que arremetía con quitarle el micrófono, le reclamó al gobierno que le hacía falta sentir al pueblo. Le reclamó a los líderes por no dejar que los mexicanos salieran adelante y afirmó que el sistema tenía manipulada a la gente para que así fuera. Si bien es una generalización, porque creo que hay líderes (en el ramo político y empresarial) que aportan cosas positivas a México, también tenemos personas como los Azcárraga cuya presencia es nociva en nuestro país, y muchos otros políticos, como por ejemplo, los que rodean al gobierno actual. De esta forma fue un reclamo a quienes desde posiciones de poder, en vez de incidir para hacer que este país salen adelante, hacen lo contrario. Brenda Patricia lanzó las palabras, que deberán ser profundamente reflexionadas por aquellos a quienes les quedó el saco.
Brenda Patricia se atrevió a cuestionar la censura del gobierno. Pero el intento de censura no quedó en el cambio de discurso al que ella se negó. Sino que fue «cortada» del video de la Presidencia de la República. Pero logró su cometido, en una cumbre donde todo eran elogios y aplausos de «lo bien que va México», le puso el tono de protesta, la voz de la gente, la voz de aquellos que gobiernan los líderes. Brenda tuvo su momento de Gloria, fue reconocida por los usuarios de redes sociales, sin importar su posición política. Por cuestionar un gobierno que ha sido muy criticado por las clases medias e ilustradas. Y no sólo eso, recibió un fuerte aplauso por todos los asistentes a esta cumbre.
El incidente también es muestra del descontento que existe en nuestro país, donde hay una pérdida de confianza progresiva en los gobernantes y en las instituciones. Una ruptura cada vez mayor entre los muy pocos, y los muchísimos. Un país que en poco tiempo se reconfiguró de estar polarizado entre la derecha calderonista y la izquierda obradorista, a estar ya de alguna manera unido dentro de las clases medias frente al gobierno actual, y si no tomó mucho tiempo en hacerse esta reconfiguración, es porque hubo razones de peso.
Por cierto, es algo curioso que dentro de las constantes pifias de Enrique Peña Nieto, haya errado al pronunciar el mismo término «epidemiólogos» que errara Elba Esther Gordillo en el 2009.