Mi mamá y mi psiquiatra dicen que yo soy una persona muy valiosa y especial.
Retomo lo que había escrito hace algunos años sobre el mito del chico bueno. Ahora me orientaré al tema de las relaciones con el sexo opuesto. Ya habíamos visto que no por ser chicos buenos vamos a triunfar en la vida. Nos lo hemos creído, hemos ocultado nuestra debilidad en una falsa bondad con frases como «todo es por algo» «se le va a regresar, el karma, el karma», creyendo que por ser buenos, automáticamente se nos va a hacer justicia.
Las mujeres, sí, las mujeres. Muchos creen que la bondad es un gran arma con las mujeres, porque las mujeres ven al niño bueno como tiernito. -Alfredito es muy lindo-. Incluso te toman como referencia para hablar mal de los patanes que las lastiman y siguen buscando. -Ese imbécil de Pedro es un patán, me engañó, era un prentencioso. Sin tan solo tuviera el ángel que tienes tú Alfredito-.
Pero naturalmente Rosa nunca va a salir como Alfredito. Si este último se le insinúa, Rosa se pondrá a la defensiva, porque era algo que ella no esperaba, y de ninguna manera tenía la intención de andar con Alfredito. Después de que lo asimile. Rosa hará una larga lista de las cualidades de Alfredito -Vales mucho, eres muy lindo, muy tierno, muy buena persona, pero de verdad, no me gustas, yo siempre te he visto como un amigo-. Rosa magnifica a Alfredito en el discurso aduciendo a su bondad (real o aparente), pero los seres humanos tenemos demasiados rasgos como para pensar que con ser bueno, serás merecedor de todas las mujeres. ¡Falso!
Los genes, los rasgos evolutivos no son hermanas de la caridad, están ahí para preservar a la especie, no para hacer «justicia social». El humano busca a una pareja que pueda cumplir tal función, y que sea efectivo para la procreación de individuos sanos y fuertes. El humano es muy complejo como para pensar que todos querrán lo mismo, pero en realidad no es tan así. No sólo en los tipos de belleza física, sino en el hecho de que otros individuos buscan otros atributos, pero al final, el fin es el mismo: «La procreación de individuos sanos y fuertes». No, no importa que no quieras tener hijos. Los noviazgos, las relaciones, instintivamente buscan evaluar a diferentes individuos para elegir con el cual procrear.
¿Qué seas bueno garantizará que procrearás individuos sanos y fuertes? No. Muchas personas agradecerán que tengas una escala de valores, y tu bondad podrá ser uno de tantos rasgos a evaluar para escoger a un hombre o mujer, pero nada más. Desde la apariencia física, la inteligencia, la capacidad monetaria, la capacidad para relacionarte con los demás, entre muchos otros rasgos, son importantes para elegir con quien relacionarse o con quien no. Como mencioné, algunos les dan más importancia a unos rasgos que otros. Por eso una persona fea físicamente puede desarrollar otras habilidades, y así tener cierto éxito en las relaciones sentimentales. Los gorditos suelen ser más simpáticos, y muchas personas no agraciados tienen una gran labia por ese mismo hecho, buscan suplir una carencia desarrollando una ventaja sobre los demás.
Yo le doy menos importancia a la suerte que la mayoría de la gente con razón. Muchos aducen sus fracasos sentimentales a la mala suerte. Pronucian frases insípidas como «no me tocaba», «ell/ella no era para mí». Pero todo tiene un por qué. Posiblemente de una forma inconsciente, el sexo opuesto te ve como poco apto para procrear individuos. Y pongo un ejemplo básico. Imagínate si Juan es inseguro, tímido, le da miedo relacionarse. Imaginémoslo en un contexto donde él es un padre. Con una inseguridad evidente ¿Qué se podría esperar a él para sacar a una familia adelante? Imaginemos a una persona agraciada pero inestable emocionalmente. Podrá no tener mucha dificultad para iniciar relaciones (sobre todo por ello de que a veces logramos camuflar nuestra personalidad, y de hecho siempre tendemos a hacerlo para mostrar un «Yo» óptimo de tal forma que conquistemos al sexo opuesto con mayor facilidad), pero muy difícilmente podrá mantenerlas. Ubicamos a la misma persona en el contexto de padre o madre ¿Qué podría esperar de alguien que es muy inestable emocionalmente?
Es la cruda realidad, tal vez a muchos les gustaría que el amor fuera «justo», al punto que podrían esperar un «comunismo sentimental» donde todos pudiéramos aspirar a lo mismo. Aunque desde otra perspectiva no es tan injusto como ellos creen. Por eso creer que por ser bueno se hará justicia, es algo más que una tontería, al menos en vida.
Por eso, si no tienes éxito con las mujeres u hombres, ve pensando que tal vez eres menos apto que los demás, y lo más prudente es que vayas desarrollando habilidades en lugar de quejarte, culpar a la mala suerte, al destino, al gobierno, a la falsa afirmación de que todos los hombres son patanes y mujeres son patanas y no saben valorarte.