El domingo se llevarán a cabo las elecciones en diferentes municipios de la República Mexicana, además del estado de Baja California peleado por el priísta Trenti y el panista Kiko Vega. Carmen Aristegui en su programa de MVS Radio llama a Gustavo Madero, Preidente del PAN, a quien se percibe frustrado y a veces pareciera que tiene ganas de llorar, con una voz quebrada y un fuerte sentimiento de impotencia, afirma que el año pasado cuando el PRI ganó la Presidencia los mexicanos se preguntaron si se trataba del nuevo PRI o del viejo PRI. Madero afirma que las noticias son muy malas, que es el mismo PRI de siempre, que le están saliendo garras al dinosaurio y hace puras marranadas. -¡esto está de la chingada!- dice.
Las acusaciones no son cualquier cosa. Desde compra de votos, secuestros, montajes, violencia y hasta asesinatos. Actos despreciables que son vistos por los tricolores como meros actos pragmáticos. En sí lo que sucede no es sorprendente, es el PRI, en su ADN nunca ha estado la democracia, y sería utópico pedir un cambio, porque su carácter autoritario y ventajoso les ha servido muy bien.
No solo el PAN hace esas demandas. El PRD denuncia una violencia electoral inédita que busca determinar las elecciones. Pero Madero termina siendo la muestra fehaciente de la impotencia de la oposición ante el partido en el gobierno. Se los comieron vivos, los dividieron con un Pacto por México que en el papel decía que iba a unir al país para hacer los cambios que se necesitaban. ¡Oye, Peña, tus hombres están comprando vot….! -Recuerda el Pacto por México-, ¿Por qué no han sancionado a nadie por lo de… -Recuerda el Pacto por México.
Peña Nieto se ha tratado de mantener ajeno a las artimañas que hace el PRI en todos los estados donde va a haber elecciones. Pero ante los reclamos de oposición no ha hecho absolutamente nada, e incluso le dijo a Rosario Robles, implicada en las estrategias electorales en Veracruz, que aguantara las críticas.
Pero no solo podríamos hablar de la displicencia premeditada de Enrique Peña Nieto. Sino también de aquella de la oposición que hasta que no «le sudaron» no prendieron los focos rojos. Desde hace meses se hicieron públicas las denuncias de ilegalidades electorales en Veracruz y en realidad no pasó mucho. El Pacto por México quedó en entredicho, pero al final, todo siguió igual. Ahora Madero lo vuelve a poner en entredicho, se muestra muy preocupado, habla de una regresión, del riesgo de la pérdida democrática, pero también se excusa de los errores de su partido, de las divisiones internas que afirma no existen y son invención del PRI, pero que en realidad son totalmente reales. Que claro que otra cosa es que una de las estrategias del PRI ha sido ahondar las divisiones en la oposición.
La oposición se ha quedado con pocas armas, a pesar de que al menos en los primeros tres años, tienen tal acomodo en el congreso, que le pueden hacer frente al PRI. Pero con su impotencia ante las elecciones de estado venideras, posiblemente en los otros tres, los priístas hagan lo que les plazca con este país.
La oposición, todavía oposición, se está quedando muy corta. En las redes sociales colocaron una curiosa petición donde un usuario le pide a Madero romper el Pacto por México, armar una revolución como su abuelo (su tío abuelo en realidad), y eso me recordó que tal vez su poco carácter sea un mal de familia. A Ignacio Madero en algún momento le faltó determinación, lo cual le hizo caer ante Victoriano Huerta. Su nieto adolece de lo mismo, y tal vez de una forma más grave. En la entrevista con Aristegui se veía a una persona muy enojada. Pero más que una persona con carácter, parecía un niño que llegaba llorando con la maestra porque le habían pegado.
Sin embargo, Madero tiene razón, el PRI quiere restaurar el régimen presidencialista. ¿Y dónde están los #YoSoy132 que tanto criticaron la imposición de Peña Nieto? ¿Dónde están todos? Sí, podrán ser elecciones locales en su mayoría, pero el problema es nacional. Si el PRI se sale con la suya, entonces habremos dado un importante paso a dicha restauración. Es preocupante, muy preocupante.